F-G


***
F

nom, FÁBULA

tip, LIBR
vet,
Composición literaria. Se entiende por fábula la narración de pura ficción alegórica, en que, por medio de la personificación de los seres irracionales, inanimados o abstractos, se da una enseñanza útil y moral. Hay dos en la Biblia: Jue. 9:8-15, donde los árboles quieren elegir un rey, y el cardo del Líbano, que pide al cedro la hija para esposa de su hijo (2 R. 14:9; 2 Cr. 25:18). Ambas fábulas hacen burla de la arrogancia de los hombres y en las dos el cardo representa el personaje cómico.
En el Nuevo Testamento se usa la palabra «fábula» para referirse a las religiones paganas y a las erróneas enseñanzas que falsos maestros pretenden introducir en las comunidades cristianas (1 Ti. 1:4; 4:7; Tit. 1:14; 2 P. 1:16). El mismo sentido tiene la característica enseñanza de Gamaliel, el maestro de S. Pablo, que decía: «Quien se engolosina de la miel de las fábulas helénicas, no gustará de la leche de las Escrituras. »

nom, FAMILIA

vet,
= «casa», «casa paterna».
Era la sociedad más pequeña en el culto, derecho y economía. Los hijos varones casados y su prole pertenecían también a la familia en tanto vivía el padre de familia. El cabeza de familia (el padre, por lo general) era el responsable único del culto religioso (Jue. 17:5), tenía poder judicial (Gn. 42:37) y debía asegurar el porvenir de la familia, a la cual pertenecían también los esclavos y los bienes familiares (cfr. Éx. 20:7). Esta «fuerte» posición de la familia correspondía a los usos de un tiempo en el que una autoridad superior apenas podía ser eficaz. Llevados al temor de que cualquier desajuste de la solidaridad familiar provocara el hundimiento de las mismas bases en las que descansaba la sociedad judía, se intimaba de manera convincente la obediencia a los padres (cfr. Éx. 20:12; 21:15; Dt. 5:16; Lv. 19:3). Y ciertas leyes que hoy nos parecen bárbaras, como las del levirato, no tenían otro fin que defender la familia.
Después de la conquista de Canaán la familia fue perdiendo poco a poco la mayor parte de sus derechos, es decir, le fueron arrebatados por el poder central. En la familia se educaba a los hijos y se les introducía en el culto y en el trabajo profesional (Dt. 6:20 s.; Si. 7:23 ss.; 30:1-30). La familia debía cuidar de sus miembros ancianos y enfermos. El prestigio de una madre de familia crecía con el número de sus hijos. Los libros sapienciales tienen consejos muy atinados y pertinentes en cuanto a las obligaciones de los hijos para con los padres (Pr. 17:1; 19:26; 20:20; 28:24; 31:10-31).
Los principales centros de la vida comunitaria de las primeras iglesias cristianas fueron «casas», cuyos responsables se habían convertido al cristianismo (Hch. 11:24; 16:15, 31-34; Flm. 2). A los cristianos les es licito llamarse familiares de Dios, pues pertenecen a su familia (Ef. 2:19). El Reino de Dios tiene preferencia sobre la familia (Mr. 6:4; 10:29; Mt. 10:37; Lc. 14:26).

nom, FARAÓN

tip, REYE BIOG HOMB HOAT HIST
ver, EGIPTO, ÉXODO
vet, (en egipcio: «casa grande»).
Título del rey de Egipto; se empleaba con o sin el nombre del soberano. En base al estudio crítico de Courville (ver Bibliografía en EGIPTO), se pueden ofrecer las siguientes identificaciones de los que reinaban en tiempos de José, de la opresión, y del éxodo. Se debe tener presente que el estudio de Courville representa una revisión a fondo de las cronologías generalmente admitidas como ciertas, pero que adolecen de graves fallos y anacronismos; la cronología revisada, por otra parte, llega a una sistemática coherencia con los monumentos, inscripciones y documentos egipcios, por una parte, y con las Escrituras por la otra.
(a) El Faraón que elevó a José al rango de visir (cp. Gn. 40-47) es identificado, en base a la cronología revisada, con Sesostris I. Entre otras razones que apoyan esta identificación se halla una inscripción de uno de sus gobernadores afirmando su administración prudente del grano previamente recolectado y guardado en previsión de un hambre que tenía que venir (Courville, vol. I, p. 134), además de otra inscripción, de Bebi, que Courville documenta como contemporánea a la anterior (aprox. 1638-1593 a.C.).
(b) Ello concuerda con el hecho de que el faraón «que no conocía a José» (cp. Éx. 1:8) sería Sesostris III. Este faraón emprendió un gran proyecto de construcciones en la región del Delta del Nilo. Estas construcciones eran de ladrillo, y no de piedra, según documenta Breasted («History of Egypt», pp. 196, 198) (cp. Éx. 1:14). Casi todos los reyes de esta dinastía (la XII) usaron ladrillo en la construcción de sus pirámides. Y Josefo dice que los israelitas construyeron pirámides para los egipcios (Ant. 2:9, 1). Tanto él como su sucesor Amenemhet III centraron sus actividades de construcción en el Delta, la tierra de Gosén. Es en esta área que han sido localizadas las ciudades de Pitón y de Pi-Rameses. Aunque la mayor parte de los restos de estas ciudades se atribuyeron a Ramsés II, ver sin embargo el apartado dedicado a dicho monarca. Por otra parte, Sesostris III tenía como uno de sus nombres alternativos el de Ramessesos, y su sucesor Amenemhet III el de Ramessemeno. Estos, junto con Ramesse, fueron los faraones de la opresión. Hubo, sin embargo, un cambio de dinastía. Ramesse fue el primer faraón de la dinastía XIII, el último faraón de la opresión, y Koncharis el faraón del éxodo.
Hay a continuación del éxodo un largo silencio acerca de Egipto en la Biblia. No se menciona a ningún faraón hasta el reinado de Salomón (1 R. 3:1). Este período es de difícil explicación si se acepta la cronología comúnmente aceptada para la historia de Egipto, por cuanto monarcas como Ramsés II y Merneptah habrían sido coetáneos de Aod y Barak respectivamente. Sin embargo, no hay concordancia alguna entre la ausencia total de Egipto en la época de los jueces y las victorias de Merneptah sobre Israel en su Estela de la Victoria. No obstante, la documentada identificación de los amalecitas con los hicsos (Courville, vol. I, pp 227-241; Velikovsky, pp 55-101) da la clave de este silencio. El depredador imperio de los hicsos, que logró el dominio de Egipto sin hallar resistencia (Josefo: «Contra Apión»: 1:14), tuvo su inicio con un Egipto postrado por las diez plagas, la destrucción del ejército y la muerte del faraón reinante, con lo que el país habría quedado sumido en un estado de confusión (véanse EGIPTO y ÉXODO). La batalla en Refidim entre los israelitas que salían de Egipto y los amalecitas, que entraron (cp. Éx. 17:8-16) es el punto clave que sitúa el inicio del imperio hicso en Egipto. Su final queda también marcado en las Escrituras con la derrota de los amalecitas por parte de Saúl (1 S. 15), después de haber sido expulsados de Egipto por Amhose I (alrededor del año 1025 a.C.).
(c) Sisac es el primero de los faraones que es mencionado en la Biblia con nombre propio (1 R. 14:25, 26; 2 Cr. 12:2-9). Generalmente se identifica con Sesonk I. Sin embargo, Courville documenta que Sesonk I pertenecía a una dinastía posterior, durante el dominio asirio de Egipto (Courville, vol. I, pp. 252-265; vol. II, pp. 104-106). La anterior identificación de los amalecitas con los hicsos, y de su destrucción bajo Saúl con su expulsión bajo Amhose I (1.025-1.000 a.C.) permite la identificación de Sisac con Tutmose III (928-903 a.C.). El Nuevo Imperio subió con él a la cima de su poder, consiguiéndose la posesión de Palestina y de los territorios al este y al norte del Éufrates. Tutmose III dio una inscripción con la lista de las ciudades conquistadas de Palestina, y una representación de los utensilios y tesoros del templo de Jerusalén (Velikovsky, PP. 144-177).
(d) So (2 R. 17:4) se identifica con Ramsés II (793-726 a.C.), hacia la época tardía de su reinado, tras un largo proceso de decadencia. Su nombre de trono era Ra-user-Maat-Sotepen-Ra. Emprendió la reconstrucción de las ciudades del Delta, que habían quedado destruidas en las campañas de Ahmose I contra los hicsos. En estas reconstrucciones hizo inscribir su nombre con gran profusión (Courville, vol. I, PP. 116-118; Wright, «Biblical Archaeology», p. 60).
(e) Para Tirhaca (2 R. 19:9); Necao (2 R. 23:29-34) y Hofra (Jer. 44:30), véase EGIPTO, (a) C.
Otros faraones mencionados en la Biblia son:
(f) El faraón que, creyendo a Sara hermana de Abraham, la tomó para su harén. Dios intervino antes de que se produjera nada irreparable (Gn. 12:15-20).
(g) El faraón cuya hija Bitia se casó con Mered (1 Cr. 4:18).
(h) El faraón cuya hija se casó con Salomón, Tutmose I (987-967 a.C.). Este faraón conquistó e incendió la ciudad de Gezer en Canaán (1 R. 3:1; 7:8, etc.; 1 R. 9:16), dándola como dote a su hija.
(i) El faraón que dio hospitalidad a Hadad cuando huyó de Salomón, dándole su cuñada como esposa (1 R. 11:14-22). (Seguramente Tutmose III, ver c.)

nom, FARES

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
= «rotura».
Hijo de Judá; uno de los gemelos que Tamar dio a luz (Gn. 38:24-30). Fue el fundador del clan de su nombre, del que salieron dos clanes, encabezados por sus hijos (Nm. 26:20, 21; 1 Cr. 2:4, 5).
Fares fue uno de los antepasados de David y de Cristo (Rt. 4:12-18; Mt. 1:3).

nom, FARFAR

tip, RIOS
sit, a1, 608, 93
vet,
«Uno de los ríos de Damasco» mencionados por Naamán el general del ejército del rey de Siria. La identificación moderna de este río ha sido difícil. Muchos lo identifican con dos afluentes de El-Barrada que corre por el medio de la ciudad de Damasco, pero es más factible que se trate de dos grandes ríos de la planicie de Damasco, El-Barrada que se identifica con el Abana (2 R. 5:2) y El-Awaj, el «serpentoso» de los habitantes del lugar que se identificaría con el Farfar. Así Damasco en este contexto bíblico se entendería la entera región.
El río El-Awaj nace en las estribaciones del monte Hermón y después de descender por la llanura pasa a unos 20 Km. al sur de la ciudad. La fertilidad de la región que riega se debe a sus aguas, que son abundantes y con una temperatura excelente, especialmente durante la primera parte de la primavera, con lo que su diferencia con las aguas del Jordán es grande.

nom, FARISEOS

tip, RELI
ver, (transcripción griega del arameo «p'rîshã»: «separado»).
Uno de los tres partidos judíos que menciona Josefo, siendo los otros dos los saduceos y los esenios.
Los fariseos eran los más rigurosos (Hch. 26:5). Con toda certeza, la secta de los fariseos apareció antes de la guerra de los Macabeos, como reacción contra la inclinación de ciertos judíos hacia las costumbres griegas. Los judíos fieles vieron horrorizados la creciente influencia del helenismo, y se aferraron con mayor fuerza a la ley mosaica. Al desatar la persecución contra ellos, Antíoco Epifanes (175-163 a.C.) dio lugar a que se organizaran como partido de resistencia. Este rey de Siria ordenó la muerte de todos aquellos israelitas que no quisieran abandonar el judaísmo ni ajustarse al helenismo. Intentó destruir todos los ejemplares de las Sagradas Escrituras, ordenó la muerte de todos los que estuvieran en posesión de un libro del Pacto o que observaran la Ley (1 Mac. 1:56, 57). Los asideos, o hassidim (judíos piadosos e influyentes), y todos los que observaban la Ley (1 Mac. 2:42; cp. 1:62, 63), participaron en la revuelta de los Macabeos como grupo particular. Aunque no llevaban el nombre de fariseos, fueron ellos, con toda probabilidad, los precursores. Cuando la guerra perdió su carácter de lucha por la libertad religiosa y empezó a perseguir objetivos políticos, los hassidim se desinteresaron. Desaparecieron de la escena durante el periodo en que Simón y Jonatán encabezaron la nación judía (160-135 a.C.).
El término «fariseos» aparece en la época de Juan Hircano (135-105 a.C.). Él mismo era fariseo, pero abandonó su partido, uniéndose a los saduceos (Ant. 13:10, 5-6). Su hijo y sucesor, Alejandro Janneo, intentó exterminar a los fariseos. Su esposa Alejandra, que le sucedió en el año 78 a.C., reconoció que la fuerza no podía hacer nada contra la fe; entonces favoreció a los fariseos (Ant. 13:15, 5; 16:1). Desde entonces, dominaron la vida religiosa de los judíos.
Los fariseos defendían la doctrina de la predestinación, que estimaban compatible con el libre albedrío. Creían en la inmortalidad del alma, en la resurrección corporal, en la existencia de los espíritus, en las recompensas y en los castigos en el mundo de ultratumba. Pensaban que las almas de los malvados quedaban apresadas debajo de la tierra, en tanto que las de los justos revivirían en cuerpos nuevos (Hch. 23:8; Ant 18:1, 3; Guerras 2:8, 14). Estas doctrinas distinguían a los fariseos de los saduceos, pero no constituían en absoluto la esencia de su sistema. Centraban la religión en la observancia de la Ley, enseñando que Dios solamente otorga su gracia a aquellos que se ajustan a sus preceptos. De esta manera, la piedad se hizo formalista, dándose menos importancia a la actitud del corazón que al acto exterior. La interpretación de la Ley y su aplicación a todos los detalles de la vida cotidiana tomaron una gran importancia.
Los comentarios de los doctores judíos acabaron formando un verdadero código autorizado. Josefo, él mismo un fariseo, dijo que los escribas no se contentaban con interpretar la Ley con más sutilidad que las otras sectas sino que además imponían sobre el pueblo una masa de preceptos recogidos de la tradición, y que no figuraban en la Ley de Moisés (Ant. 13:10, 6). Jesús declara que estas interpretaciones rabínicas tradicionales no tienen ninguna fuerza (Mt. 15:2-6)
Los primeros fariseos expuestos a la persecución se distinguían por su integridad y valor, eran la élite de la nación. El nivel moral y espiritual de sus sucesores descendió. Los puntos débiles de su sistema se hicieron hegemónicos y les atrajeron duras criticas. Juan el Bautista llamó a los fariseos y a los saduceos «raza de víboras». Jesús denunció su orgullo, hipocresía y su negligencia de los elementos esenciales de la ley, en tanto que daban la mayor importancia a puntos subordinados (Mt. 5:20; 16:6, 11, 12; 23:1-39).
En la época de Cristo los fariseos formaban una astuta camarilla (Ant. 17:2, 4) que tramó una conspiración contra Él (Mr. 3:6; Jn. 11:47-57). Sin embargo, siempre hubo entre ellos hombres sinceros, como Nicodemo (Jn. 7:46-51). Antes de su conversión, Pablo fue fariseo. Hizo uso de ello en sus discusiones con los judíos (Hch. 23:6; 26:5-7; Fil. 3:5). Gamaliel, que había sido su maestro, era también fariseo (Hch. 5:34).

nom, FAUNA DE LA BIBLIA

tip, FAUN
vet,
La Biblia clasifica los animales por el lugar donde viven, sin hacer una descripción anatómica, como la de la ciencia moderna. La clasificación escriturística es totalmente ecológica, es decir, basada en el ambiente natural de cada especie (Gn. 1:20-30; 2:19, 20; Lv. 11). El sistema moderno de clasificación está basado en la morfología y la anatomía, sin que por ello sea más exacto que el de la Biblia, sino que es diferente. A continuación damos un elenco de los principales animales mencionados en la Biblia con nombres hebreo, griego, científico y español.
Los nombres de los animales se clasifican en la siguiente lista en tres categorías:
(a) seguros, que son la mayoría y que generalmente son traducidos con los mismos nombres en las versiones castellanas de la Biblia;
(b) una segunda clase (marcada por un asterisco) está compuesta por nombres dudosos,
(c) y la tercera (indicada por dos asteriscos) se compone de nombres oscuros en el texto hebreo por motivos de transcripción.
La línea divisoria entre la segunda y tercera categoría no es siempre clara, ya que diversos criterios subjetivos inducen al estudioso a clasificar los animales en uno de estos dos grupos.
Finalmente, un signo "°" encima de algunos nombres indica que aparecen solamente una vez en la Biblia, y reciben el apelativo de «hapax legómena» por estar entre los nombres que aparecen solamente una vez en todo el texto bíblico. La ortografía usada en la traducción es la de la Versión de Reina-Valera.

nom, FE

tip, DOCT DONE
vet, (gr.:« pistis»).
Es una palabra relacionada con «creer»; desde luego, ambos conceptos no pueden estar separados.
En el AT aparece dos veces la palabra «fe» en sentido propio (Dt. 32:20; Hab. 2:4). Las palabras en heb. son «emun», «emunah»; pero «aman» se traduce frecuentemente como «creer». La primera vez que este verbo aparece en el AT es cuando se usa de Abraham: «Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia» (Gn. 15:6). En esto se apoya Pablo en Ro. 4, donde la fe del creyente le es contada por justicia, sacándose la conclusión de que si alguno cree en Aquel que resucitó a Jesús el Señor de entre los muertos, le será contado por justicia.
Esto puede recibir el nombre de «fe salvadora». Es la confianza en Dios puesta en Su palabra; es creer en una persona, como Abraham creyó a Dios. «El que cree en el Hijo tiene vida eterna» (Jn. 3:36). No hay virtud ni mérito en la fe misma; lo que hace es ligar al alma con el Dios infinito. La fe es ciertamente don de Dios (Ef. 2:8). La salvación es sobre el principio de la fe, en contraste con las obras bajo la ley (Ro. 10:9). Pero la fe se manifiesta por las buenas obras. Si alguien dice que tiene fe, es cosa razonable decirle: «muéstrame tu fe» por tus obras (Stg. 2:14-26). Si, por otra parte, la fe no da evidencia de sí misma, es descrita como «muerta», totalmente diferente de la fe verdadera y activa. Un mero asentimiento mental a lo que se afirma, como mero asunto factual, no es fe. Así, la fe engloba la creencia, pero llega más lejos que ella, dándose de una manera vital a su objeto. El hombre natural puede creer un cúmulo de verdades. «Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan» (Stg. 2:19). Pero el creer personalmente, con una involucración personal, esto es, la fe, da gozo y paz.
Hay también el poder y la acción de la fe en el camino del cristiano: «Por fe andamos, no por vista» (2 Co. 5:7). Vemos esta fe exhibida en las vidas de los santos del AT, cantada en He. 11. El Señor tenía que reprender con frecuencia a sus discípulos por su carencia de fe en su andar diario. El creyente debiera tener fe en el Dios viviente con respecto a todos los detalles de su vida diaria.
LA FE es en ocasiones mencionada en el sentido de «la verdad», lo que ha sido registrado, y lo que los cristianos han creído, para la salvación del alma. Por esto los cristianos deberían contender eficazmente para no perderla. Se trata de un depósito fundamental. Son muchos los falsos profetas que han salido al mundo, y que se han introducido encubiertamente para predicar herejías destructoras, negando la persona y la obra de Jesucristo (1 P. 2:1; Jud. 3, 4).
Con frecuencia, se ha presentado la «razón» como opuesta a la fe. Sin embargo, ésta es una postura falsa. La fe acepta una revelación venida de parte de Dios acerca de temas que el hombre no puede llegar a conocer por su propia cuenta. El hombre solamente puede investigar aquello que ha sido puesto debajo de su potestad. La razón es aquella facultad por la que el hombre puede, una vez tiene datos, clasificar estos datos y sacar unas determinadas consecuencias de ellos. No puede, por sí misma, conseguir datos, sino trabajar sobre ellos. Hay datos que el hombre puede conseguir mediante una investigación de su entorno. Pero no es «la razón» lo que puede decirle que ésta sea toda la realidad existente. La razón no puede nunca negar la posibilidad ni factualidad de una revelación procedente de Dios. No puede ni siquiera pretenderlo. Si en nombre de la razón se pretende negar la Revelación, se abandona por ello mismo la racionalidad, y se cae en el racionalismo, la totalmente injustificada atribución de un carácter absoluto a la razón, como juez y árbitro final. No es la razón, entonces, lo que empuja al hombre a negar la Revelación, sino la incredulidad, movida por la enemistad contra Dios (cp. Ro. 8:7). El caos de las religiones y filosofías de factura humana constituye la demostración de ello. Por la caída, el ser humano entero ha quedado hundido en las tinieblas. Así como su cuerpo está abocado a la tumba y su corazón es capaz de los peores sentimientos, su razón ha quedado falseada y su inteligencia entenebrecida. Decía Pablo de los paganos de su tiempo, griegos y romanos: «profesando ser sabios, se hicieron necios» (Ro. 1:22). El hombre moderno no ha adelantado nada, a pesar de todos los avances de la ciencia tocante al mundo sensible. No le son accesibles de manera natural las cosas que atañen a la fe, porque «para él son locura, y no las puede entender»; pero Dios está dispuesto a revelarlas por su Espíritu (1 Co. 2:9-16). Es entonces que se ilumina la inteligencia del hombre, hallando la solución a los más vitales problemas de la existencia, y que su razón regenerada halla su verdadero lugar al quedar iluminada y dirigida por la fe.
El conflicto no está, pues, entre razón y fe, sino entre la razón obrando en un esquema mental de incredulidad y rebelión contra Dios y su revelación frente a la razón informada, iluminada y dirigida por la gozosa confianza en el Dios que ha hablado, revelándose a Sí mismo su justicia, amor, y propósitos en Cristo Jesús, en el tiempo y en la eternidad.

nom, FEBE

tip, BIOG FUNC MUJE MUNT
vet,
= «pura».
Mujer cristiana recomendada por el apóstol Pablo a los santos de Roma como «diaconisa» de la iglesia en Cencrea.
Había ayudado a muchos, y al mismo Pablo (Ro. 16:1-2).

nom, FELIPE

tip, APOS BIOG HOMB HONT
vet,
«amador de los caballos».
(a) Uno de los 12 apóstoles: era natural de Betsaida, a orillas del mar de Galilea. Convertido en discípulo de Jesús, Felipe lo llevó a Natanael, que reconoció a Jesús como el Mesías (Jn. 1:28, 43-49). Un año después, el Señor eligió a Felipe como apóstol. Cuando iba a efectuar el milagro de la multiplicación de los panes, puso a Felipe a prueba, preguntándole: «¿De dónde compraremos pan para que coman estos?» (Jn. 6:5, 6). El día de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén algunos griegos deseaban ver a Jesús, y se dirigieron a Felipe (Jn. 12:20-23). No comprendiendo que era por la presencia de Cristo que los discípulos tenían relación con el Padre dijo: «Señor muéstranos el Padre y nos basta» (Jn. 14:8-12). Después de la resurrección se halla entre los apóstoles reunidos en el aposento alto (Hch. 1:13). Esta es la última mención que se tiene de él. Los testimonios posteriores de la tradición son inciertos.
(b) El evangelista. Uno de los siete varones de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, elegidos para administrar el socorro a las viudas judías de habla griega y a los pobres de la iglesia de Jerusalén. El nombre de Felipe se halla a continuación del de Esteban (Hch. 6:3-6), la muerte del cual fue la señal de partida de las persecuciones que dispersaron a los cristianos. Felipe evangelizó Samaria, efectuando milagros, logrando la conversión de muchos (Hch. 8:4-8; 21:8), y confundiendo a Simón el Mago (Hch. 8:9-25). Un ángel ordenó a Felipe que siguiera el camino que llevaba de Jerusalén a Gaza. Obedeciendo, encontró al eunuco etíope, hablándole de Cristo y bautizándole (Hch. 8:26-39). A continuación, Felipe evangelizó Azoto (Asdod) y las ciudades de la región, hasta Cesarea (Hch. 8:40), donde moraba cuando Pablo pasó por allí para ir a Jerusalén por última vez. El evangelista tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban (Hch. 21:8, 9).
(c) Hijo de Herodes el Grande y Mariamne, se casó con Herodías, la cual le abandonó para irse a vivir con su hermano, Herodes Antipas (Mt. 14:3; Mr. 6:17; Lc. 3:19).
(d) Otro hijo de Herodes el Grande y Cleopatra de Jerusalén, fue tetrarca de Iturea y de Traconite (Lc. 3:1), y fundador de Cesarea de Filipos (Mt. 16:13; Mr. 8:27).

nom, FÉLIX

tip, BIOG REYE HOMB HONT
vet,
= «feliz».
Uno de los libertos del emperador Claudio, y por él designado para ser procurador o gobernador de Judea, 51 d.C. Cuando Pablo fue enviado como preso a Cesarea, compareció ante Félix, y otra vez ante él y su esposa Drusila; al razonar Pablo acerca de la justicia, templanza y el juicio venidero, Félix tembló. Mostró un espíritu mezquino e injusto al mantener a Pablo preso durante dos años en la esperanza de que podría ser sobornado para darle la libertad, y al dejarlo preso para complacer a los judíos (Hch. 23:24, 26; 24:3-27; 25:14).
Tácito dice que Félix gobernó la provincia de una manera mezquina y cruel (Anales 12:54; Historias, 5:9). El país estaba lleno de conspiraciones, y Josefo habla de varios «falsos mesías» que recibieron la muerte.
Finalmente, fue acusado ante Nerón por los judíos, y tan sólo escapó al castigo por intercesión de su hermano Pallas (Ant. 20:7; 8:1-9).
Fue sustituido por Porcio Festo el año 60 d.C.

nom, FENICE

tip, PUEM
sit, a9, 281, 283
vet,
«palmera».
Puerto de la costa meridional de Creta (Hch. 27:12). Identificado con Lutro.
Es el único puerto del sur de Creta que puede dar abrigo a las embarcaciones en todas las estaciones del año.

nom, FENICIA

tip, PAIS
ver, PÚRPURA, BAAL, BIBLOS, HIRAM, JEZABEL, UGARIT
sit, a4, 195, 155
vet,
Se dan tres explicaciones al significado de este nombre, derivado del griego:
(a) País de las palmas («phoinix»; cp. «Palmira»).
(b) País de la púrpura («phoinos» significa «sangre roja»). En Tiro se teñía mucho en púrpura con el molusco «Murex trunculus» (véase PÚRPURA).
(c) País de hombres de tez morena, cobriza (es decir, de los marinos fenicios).
Estrecha franja de territorio limitada entre el Mediterráneo al Oeste, las cumbres del Líbano al este, y sus ramificaciones al sur. La ciudad de Arvad era probablemente su límite septentrional.
Cuando los israelitas se establecieron en el sur, sobre la costa, el límite meridional de Fenicia se hallaba en la Escala de Tiro, a unos 22 Km. al sur de Tiro. Pero los israelitas no echaron a los fenicios ni de Aco ni de Aczib (Jue. 1:31).
En la época de Cristo, Fenicia llegaba a Dor, a casi 26 Km. al sur del Carmelo.
De Arvad a la Escala de Tiro hay más de 200 Km.
Ciudades principales: Tiro y Sidón, Biblos (Gebal), Arvad. En tiempos antiguos, los israelitas daban a Fenicia el nombre de «Canaán» (Is. 23:11), y a sus habitantes el nombre de cananeos (Gn. 10:15). Según este pasaje, los cananeos eran principalmente descendientes de Cam. Se establecieron a lo largo de la estrecha franja de territorio que unía Egipto con los grandes imperios semitas del Creciente Fértil. Ya al principio, sucumbieron a la influencia de la mezcla lingüística y racial con los semitas, perdiendo por ello sus características étnicas distintivas. Así es como se explica que al final los cananeos fueran más semitas que camitas. Los fenicios mismos relatan que salieron de las costas del golfo Pérsico, pasaron a Siria, estableciéndose en la costa marítima de Canaán (Herodoto 1:1; 7:89). El territorio donde se instalaron los fenicios tenía buenos puertos naturales. El Líbano poseía reservas inagotables de madera, con la que los fenicios emprendieron la construcción de navíos. Esta nación destacó en el arte de la navegación. Se lanzaron al comercio con regiones mediterráneas más alejadas, implantando además colonias en los lugares que les convenían para su tráfico. Algunos de estos puntos se convirtieron más tarde en grandes centros comerciales. La colonia fenicia más importante, Cartago (situada en las cercanías de la moderna Túnez), rivalizó durante mucho tiempo con la misma Roma, que finalmente la destruyó. Durante las guerras púnicas, ciertos caudillos cartagineses tenían nombres fenicios que recordaban la lengua hebrea. Aníbal significa «favor de Baal», Asdrúbal «Baal es ayuda». El territorio de Tiro y de Sidón que Jesús recorrió se hallaba en Fenicia (Mt. 15:21; Mr. 7:24, 31).
La persecución que siguió al martirio de Esteban obligó a muchos cristianos a buscar refugio en Fenicia (Hch. 11:19).
Al ir de Antioquía a Jerusalén, Pablo y Bernabé atravesaron Fenicia (Hch. 15:3). Durante su último viaje a Jerusalén, Pablo se embarcó en una nave fenicia que lo llevó a Tiro (Hch. 21:2, 3) Véanse BAAL, BIBLOS, HIRAM, JEZABEL, UGARIT.

nom, FEREZEOS

tip, TRIB
vet,
Una de las antiguas naciones de Palestina.
En algunos pasajes, son la única nación mencionada juntamente con los cananeos.
Josué ordenó a las dos tribus de la casa de José que tomaran la tierra de los ferezeos, y son allí clasificados con los gigantes (Jos. 17:15). Aunque fueron echados de la tierra o muertos en buena proporción, algunos de ellos moraron con los hijos de Israel, y se mezclaron con ellos (Jue. 3:5, 6). En los días de Salomón, los que quedaban en la tierra fueron sometidos a servidumbre.
No se sabe de manera concreta en qué parte de Canaán se hallaban originalmente, pero a la luz de Jos. 17:14-18 es posible que su zona se hallara cerca de la heredad de Manasés, a occidente.

nom, FÉRTIL (Creciente)

tip, LUGA
vet,
Expresión usada para designar las ubérrimas tierras de Egipto y Mesopotamia, unidas, por sus tierras fértiles, con la costa del Mediterráneo.

nom, FESTO

tip, BIOG FUNC
vet,
= «de fiesta, gozoso».
Procurador de Judea, designado por Nerón como sucesor de Félix en el año 60 d.C.
Informado Festo por los judíos en contra de Pablo, no queriendo desairarlos del todo, pidió a Pablo su consentimiento para ser llevado a juicio a Jerusalén. Éste, sabedor de las intenciones de los judíos de darle muerte, apeló a César como ciudadano romano (Hch. 25, 26).
Josefo, en su relato acerca de Festo, explica que tenía un carácter noble.

nom, FIADOR

tip, LEYE COST
vet,
Quien garantiza el pago de una deuda.
Los libros sapienciales previenen frecuentemente contra las garantías prestadas a la ligera (Pr. 6:2-5; 11:15; 17:18; 20:16; 27:13, 22, 26 s ).
El fiador se obliga mediante el gesto de estrechar la mano (Jb. 17:3; Pr. 6:1; 17:18, 22:26).
Dar garantía con su cuerpo y su vida (rehenes) en 2 R. 14:14.
Según He. 7:22 se ha constituido Jesús en fiador de una alianza mejor que la antigua del pacto sellado con su misma sangre (He. 9:14-22).
nom, FIDELIDAD
vet,
Es uno de los atributos de Dios que más frecuentemente se destaca en las Escrituras (Dt. 7:9; 32:4; Neh. 9:33; Sal. 25:10; 36:5; 89:2-3; Is. 11:5, etc.).
El fiel Dios es digno de nuestra fe y confianza, guarda las promesas y el pacto, cumpliendo su palabra, pero también sus amenazas. Es inmutable (Sal. 90:1-2; 102:26-28). Es fiel y justo para perdonarnos en nombre de Cristo, por su obra cumplida (1 Jn. 1:9).
La fidelidad debería ser también la característica del creyente.
Es un aspecto del fruto del Espíritu (Gá. 5:22-23).
Es por excelencia la cualidad que Dios demanda de nosotros, los dispensadores de sus misterios (1 Co. 4:1-2). Si Somos fieles en lo pequeño, se nos confiará lo grande (Lc. 16:10-12).
Es con la ayuda de Dios que el creyente podrá ser fiel hasta la muerte (Ap. 2:10) y por ella hay promesa de un rico galardón (Mt. 24:45-46).

nom, FIEBRE

tip, MDIC
vet,
Enfermedad, o género de enfermedades, caracterizada por la disminución de las secreciones, la elevación de la temperatura, de la sed, aumento del ritmo del pulso y otros síntomas Este cuadro clínico recibe en hebreo el nombre de «kaddahath» «ardiente» (Lv. 26:16). Hay versiones que traducen este término como fiebre intermitente.
En Dt. 28:22 el término fiebre va acompañado de los términos «inflamación» y «ardor» indicando todo ello síntomas febriles.
En griego fiebre se dice «puretos», de «pur», que significa fuego (Mt. 8:15; Lc. 4:38, Jn. 4:52; Hch. 28:8).
Galeno y los médicos de la antigüedad distinguían entre las grandes y las pequeñas calenturas. Lucas hace esta distinción, la cual debe ser tenida en cuenta, por cuanto era médico.

nom, FIESTAS

tip, CALE TIPO
ver, PASCUA
vet,
Las fiestas de Jehová, instituidas bajo la ley dada por Moisés, tienen un carácter de conmemoraciones, o de asambleas de la congregación, para celebrar tratos especiales del Señor, y en consecuencia dispensaciones especiales en la historia de su pueblo, y reciben el nombre de «convocaciones santas».
En Lv. 23 se da una lista de las fiestas anuales. La primera que se menciona es el Sábado. Si entra el sábado en el cómputo, considerando la Pascua y la Fiesta de los panes sin levadura como una, se tienen «siete» fiestas en total, el número perfecto. Si no se incluye el sábado, por cuanto era una fiesta semanal, el reposo de Dios, sobre la que las otras se basaban, la Pascua y la Fiesta de los panes sin levadura pueden contarse como dos, y sigue siendo siete el número de fiestas. Es indudable que estas siete fiestas tipificaban las multiformes bendiciones desde la cruz hasta el milenio.
Tipológicamente, se pueden presentar de la siguiente manera:
El Sábado (Lv. 23:1-3).
14 de Abib: La Pascua (Lv. 23:5).
15 de Abib: Fiesta de los panes sin levadura (Lv. 23:6-8).
Antitipo: «Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros»; es el cumplimiento de la primera parte de estas dos fiestas tan íntimamente ligadas. «Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad» (1 Co. 5:7, 8).
La gavilla de la primicia, de la cosecha de cebada. «El día siguiente del día de reposo» (Lv. 23:9-14).
Antitipo: La Resurrección. (Siete sábados de intervalo.)
Siván: Pentecostés. La Fiesta de las semanas: las Primicias, de la cosecha del trigo (Lv. 23:15-22).
Antitipo: Descenso del Espíritu Santo, formación de la Iglesia.
1 de Tisri: Fiesta de las trompetas (Lv. 23:23-25).
10 de Tisri: Día de la expiación (Lv. 23:26-32).
15 de Tisri: Fiesta de los tabernáculos: la vendimia (Lv. 23:33-44).
Antitipo: Despertamiento de Israel (Ez. 37); afligen sus almas (Zac. 12:10-14), recibiendo a su Mesías, y son introducidos a bendición en el milenio (Zac. 13:8-14:21; Ez. 36:22-38; 39:25-48).
Éstas son las que reciben el nombre de las «fiestas solemnes» (Nm. 29:39; 1 Cr. 23:31; 2 Cr. 31:3; Neh. 10:33). Se llaman también «santas convocaciones», por cuanto el pueblo se reunía para ofrecer las varias ofrendas, y tener así memoria de su asociación con el Dios viviente, a quien debían todas sus bendiciones. Para asegurar que esto se hacía al menos tres veces al año, había la obligación de que todos los varones capaces comparecieran ante el Señor tres veces anualmente, y que no debían ir de vacío. Estas ocasiones eran la Fiesta de los panes sin levadura (que indudablemente incluía la Pascua); la Fiesta de las semanas o de la siega; y la Fiesta de los tabernáculos o de la cosecha (Éx. 23:14-17; Dt. 15:16). Véase PASCUA, etc.
Se mencionan otras fiestas anuales que, aunque citadas en las Escrituras, no fueron patentemente ordenadas por Dios.
El 25 de Quisleu, la Fiesta de la Dedicación, instituida por Judas Macabeo cuando el templo volvió a ser dedicado después de haber sido profanado por Antíoco Epifanes, en el año 165 a.C. (Jn. 10:22).
La otra es la Fiesta de Purim, los días 14 y 15 de Adar, cuando los judíos fueron librados de la destrucción que había tramado Amán contra ellos (Est. 9:21, 26).
Bibliografía:
Anónimo: «Las siete fiestas de Jehová» (Editorial «Las Buenas Nuevas», Montebello, California 1968);
C. H. Mackintosh: «Levítico» (Editorial «Las Buenas Nuevas», Montebello, California 1956);
J. A. Seiss: «Gospel in Leviticus» (Kregel Pub., Grand Rapids, Michigan 1860/1981).

nom, FIESTA DE LAS SEMANAS. Véase PENTECOSTÉS.

nom, FILACTERIAS

tip, LEYE CERE COST
vet,
(hebreo, «señal», «recuerdo»).
Interpretando literalmente Éx. 13:9, 16; Dt. 6:8; 11:18, se escribían en tiras de pergamino algunos preceptos de la ley; estos preceptos se encerraban en cajitas que eran atadas al brazo izquierdo o a la frente con filacterias o lazos. Jesús criticó que los fariseos hicieran las filacterias llamativamente anchas (Mt. 23:5). Mucha gente piadosa de su tiempo llevaba las filacterias no sólo para la oración, sino durante todo el día.
La palabra «filacterias» (Mt. 23:5) deriva de la palabra griega «filakterion» («medio de protección»), aunque dicha idea no se halla en la palabra hebrea «totafat» que, traducida literalmente, quiere decir señal, recuerdo, memoria.
Las filacterias aparecen por la época intertestamentaria, cuando el pueblo judío necesitaba una buena dosis de defensa frente a las ideologías sincretizantes de aquel período.
En la época tardía llegaron a convertirse en una especie de amuletos contra toda clase de amenazas y por ello Cristo echa en cara a los fariseos el hecho de que «ensanchen tanto sus filacterias» (Mt. 23:5), o sea, que extreman la celebración externa de los actos de piedad.

nom, FILADELFIA

tip, CIUD IGLE
ver, RABÁ
vet,
«amor fraternal».
(a) Ciudad de Lidia, en Asia menor, fundada por Atalo Filadelfo sobre una parte del monte Tmolus.
En el año 17 a.C. fue destruida por un terremoto, y fue pronto reconstruida.
El apóstol Juan dirigía a la iglesia en esta ciudad una de las cartas a las siete iglesias de Asia (Ap. 1:11; 3:7-13). Esta carta contiene solamente elogios, frente a las reprensiones enviadas a tantas otras iglesias. El nombre actual de Filadelfia es Ala-Sheher.
(b) Nombre helenístico de Rabá de Amón, capital de los amonitas. (Véase RABÁ.)

nom, FILEMÓN

tip, BIOG HOMB HONT
vet,
«afectuoso».
Amo de Onésimo y converso de Pablo (Flm. 19). Parece que vivía en la misma ciudad que Arquipo (Flm. 2), Colosas (Col. 4:17).
Pablo lo califica de «colaborador nuestro» (Flm. 1), y habla de su amor para con los santos (Flm. 5).

nom, FILEMÓN (Epístola)

tip, LIBR LINT
vet,
Se trata de una breve carta dirigida por Pablo y Timoteo a un rico de Colosas convertido a Cristo.
Su esclavo Onésimo había huido, llevándose consigo posiblemente algo de dinero robado (Flm. 18, 19). Llegado a Roma, Onésimo se convirtió por la predicación del apóstol Pablo (Flm. 10). El apóstol hubiera querido retenerlo para el servicio en la obra, pero no se sentía libre de hacerlo sin el consentimiento de Filemón (Flm. 13, 14). Además, es indudable que Pablo consideraba que Onésimo, convertido a Cristo, tenía que pedir el perdón de su amo. El apóstol deseaba vivamente que Filemón se reconciliara con Onésimo. Así, retorna al esclavo a su dueño, a quien le recomienda que lo reciba como a un hermano bien amado (Flm. 16). Hablando de su afecto hacia el joven converso (Flm. 10, 12), ofrece el reembolso a Filemón de lo que el esclavo le debe (Flm. 18, 19). Esta carta muestra cómo el apóstol usaba el tacto y la cortesía con sus hermanos en la fe; revela también la influencia del naciente cristianismo en las relaciones entre las personas de diferentes clases sociales.
La epístola a Filemón está saturada del espíritu de amor y de justicia que, gracias al Evangelio, se infiltraría en la sociedad. Provisto de esta letra, Onésimo acompañó a Tíquico, portador de la epístola destinada a la iglesia de Colosas (Col. 4:7-9) y de la epístola a la iglesia en Éfeso (Ef. 6:21, 22); fueron tres cartas redactadas en Roma en la misma época (probablemente el año 60 o 61).
La epístola a Filemón se halla en las versiones siríaca y la Vetus Latina; el fragmento de Muratori la menciona, lo mismo que el hereje Marción; Orígenes la cita como de Pablo, Eusebio la sitúa en el grupo de escritos nunca puestos en tela de juicio. Hay por ello una gran abundancia de pruebas de su autenticidad que, además, permiten afirmar la autenticidad de las cartas a los colosenses y a los tesalonicenses, por cuanto fueron redactadas al mismo tiempo que la de Filemón.

nom, FILETO

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
«digno de ser amado».
Asociado con Himeneo, difundía la enseñanza de que la resurrección ya estaba efectuada, alegorizándola, y negando la verdadera resurrección que se ha de dar en el futuro, de la que la resurrección de Cristo da la garantía.
Por medio de la negación de la resurrección real se había trastornado la fe de algunos. Su doctrina «carcomerá como la gangrena» (2 Ti. 2:17-18).

nom, FILIPENSES (Epístola)

tip, LIBR LINT
ver, PABLO, EPÍSTOLAS
vet,
Esta carta se dirigía a la iglesia más antigua de Europa, y la redactó el apóstol Pablo desde su cautiverio (Fil. 1:7, 13, 14, 17).
Pablo se halla bajo la vigilancia de la guardia pretoriana (Fil. 1:13); transmite los saludos de los santos pertenecientes a la casa del César (Fil. 4:22).
En la localidad en la que está Pablo hay numerosos cristianos que propagan la nueva fe (Fil. 1:14-18). Estas alusiones, y el tono de toda la epístola, hacen ver que el apóstol escribía durante su primer encarcelamiento en Roma (véase PABLO). La fecha más probable es hacia el final de este período, el año 61 o 62. Son diversos los hechos que parecen confirmarlo:
(a) El apóstol ha estado ya viviendo un cierto tiempo en el lugar desde donde escribe, Roma con toda seguridad (Fil. 1:12 ss),
(b) Está esperando su liberación (Fil. 1:25; 2:23, 24),
(c) Los filipenses le habían enviado un don (Fil. 4:10) por medio de Epafrodito (Fil. 2:25) que había caído enfermo en Roma (Fil. 4:10). Los filipenses habían llegado a conocer esto y se habían inquietado por él (Fil. 2:26). Así, hacía ya tiempo que Pablo había llegado a la capital.
La carta había sido escrita como acuse de recibo del don de los filipenses. El apóstol había ya aceptado muchas veces la liberalidad de ellos, en contra de su costumbre (Fil. 4:15). Aprovecha esta ocasión para dar noticias suyas a los filipenses y para ponerlos en guardia contra los errores.
Esta epístola constituye el mensaje de un pastor a su grey; a diferencia de otros casos, esta epístola no tenía como motivo una crisis en el seno de la iglesia. Abundante en enseñanzas espirituales, arroja mucha luz sobre la situación y el estado de ánimo de Pablo en Roma. Epafrodito estaba ya restablecido e iba a ser el portador de la carta a Filipos (Fil. 2:25, 30).
(a) Contenido:
(A) Introducción (Fil. 1:1, 2).
(B) Pablo agradece a los filipenses, asegurándoles de su afecto, de sus oraciones para el avance de ellos en la santificación (Fil. 1:3-11). Afirma que su encarcelamiento contribuye al progreso del Evangelio; se goza en que Cristo sea predicado, a pesar de la oposición que tiene que sufrir; desearía mejor partir para estar con Cristo, pero sabe que será preservado, para serles aún más útil; los exhorta a que permanezcan en la fe (Fil. 1:12-30).
(C) Apelación a la unión espiritual, basada en la abnegación y en el amor, en seguimiento del ejemplo de Cristo, que debería incitarles a llevar a cabo su servicio hasta el fin (Fil. 2:1-18).
(D) Pablo espera poder enviarles a Timoteo, y dirigirse él mismo a Filipos; mientras tanto, delega a Epafrodito (Fil. 2:19-30).
(E) Exhortación a seguir gozosamente la peregrinación terrestre, en sometimiento a Cristo, sin perder de vista el galardón celestial, según el ejemplo del apóstol. Pone a los filipenses en guardia frente a los judaizantes (Fil. 3).
(F) Recomendaciones finales a ciertas personas y a toda la iglesia. El tema es el gozo, la serenidad de ánimo, la santidad (Fil. 4:1-9).
(G) Última alusión al gozo que le había venido por el don y el afecto de los filipenses. Últimos saludos (Fil. 4:10-23).
(b) Autenticidad y unidad.
Esta epístola es indiscutiblemente de Pablo; el contenido, tono, estilo, los detalles personales, dan testimonio de ello. Hay además numerosos testimonios externos. Clemente de Roma (90 d.C.) conocía la epístola e Ignacio (110 d.C.) la cita. Por el brusco cambio de tono a partir de Fil. 3:2, ha habido sugerencias de que este pasaje hubiera podido formar parte de otra carta de Pablo. Sin embargo, la epístola no pretende ser una exposición didáctica. Las transiciones bruscas y las introducciones de temas nuevos se hallan corrientemente en las cartas de carácter personal, como lo es ésta. (Véase EPÍSTOLAS.)
(c) Mensaje espiritual.
Es de gran riqueza, y tan sólo se pueden mencionar aquí dos temas particularmente relevantes.
(A) Uno de ellos es el del gozo (Fil. 1:5). Puede gozarse en medio de todas las circunstancias (Fil. 1:18), y se goza en el gozo de los demás (Fil. 1:25). Su gozo perfecto es ver el amor y la unidad de los creyentes (Fil. 2:2). La misma perspectiva del martirio le lleva a gozarse y a pedir a los filipenses que se gocen y regocijen con él (Fil. 2:17, 18). El siervo de Dios tiene un gozo y una corona permanentes: las almas de aquellos a los que ha llevado a la salvación (Fil. 4:1). Pablo no puede dejar de insistir en ello: «Otra vez digo: ¡Regocijaos!» (Fil. 3:1; 4:4).
(B) El otro tema es el de «lo mejor» que debemos discernir (Fil. 1:10). ¿Qué es lo mejor? El testimonio fiel rendido a Cristo en la cárcel es mejor que la misma libertad en sí (Fil. 1:12-14). La muerte es más excelente que la vida, por cuanto «es estar con Cristo» (Fil. 1:21-23). Seguir al Señor en Su anonadamiento es el camino de la mayor gloria (Fil. 2:5-11). Todo lo que es bueno desde el punto de vista de los valores meramente humanos viene a ser como basura en comparación con «la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús» (Fil. 3:4-8). La humillación, la escasez, la angustia, la abundancia, no son nada; lo excelente es estar satisfecho y fortalecido en Cristo (Fil. 3:11-14). Dios mismo, nuestra plenitud, suplirá a todas nuestras necesidades conforme a sus riquezas en Cristo Jesús (Fil. 3:19).

nom, FILIPO. Véase FELIPE

nom, FILIPOS

tip, CIUD
sit, a9, 268, 123
vet,
Ciudad de Tracia, en la Macedonia oriental. Anteriormente «Krenides»,
Filipo II, el padre de Alejandro Magno, la conquistó, fortificándola y dándole su nombre (356 a.C.).
Fue la primera ciudad de Europa visitada por Pablo (52 d.C.). Su predicación tuvo como resultado la conversión de Lidia y de otros. Al echar de una joven un espíritu de pitón se ocasionó un tumulto; Pablo y Silas fueron azotados y echados a la cárcel, esto llevó a la conversión del carcelero (Hch. 16:12-40).
Pablo volvió a visitar esta ciudad poco después (Hch. 20:6).
Filipos se hallaba en el interior, a unos 16 Km. al noroeste de Neápolis. Una cadena de montes separaba ambas ciudades; para ir de una a otra se tenía que pasar por un puerto de montaña de 487 m. por encima del nivel del mar.
Al principio, Filipos ocupaba una pequeña eminencia en medio de la llanura. La ciudad se llama hoy Kavalla, y todo lo que queda de la ciudad antigua es una gran cantidad de ruinas.

nom, FILISTEOS

tip, TRIB HIST DIOS
ver, EGIPTO
sit, a3, 131, 55
vet,
Descendientes de Filistim a través de Casluhim, hijo de Mizraím (Gn. 10:13, 14).
Procedían de Caftor, que probablemente es Creta (Jer. 43:4), la egipcia Kefti o Keftiu, aunque hay eruditos que sitúan su origen en Capadocia.
Ya cuando Abraham fue a morar en Gerar se encontraban en el suroeste de Palestina (Gn. 20); tanto Abraham como Isaac tuvieron ciertos problemas con ellos por unos pozos que habían cavado (Gn. 21:25-34; 26:1-18).
Eran una nación guerrera, siendo ésta la razón por la que Dios no llevó a los israelitas por tierra de ellos al sacarlos de Egipto (Éx. 13:17).
En época de Josué, el territorio de Filistea estaba dividido en cinco ciudades-estado con sus territorios, con un rey o señor en cada una (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat, Ecrón: Jos. 13:2, 3).
En época de los jueces oprimen a Israel, interviniendo Samgar contra ellos (Jue. 3:31). Hubo entonces guerras intermitentes entre filisteos e israelitas.
Su conocimiento de la metalurgia del hierro, desconocida por los israelitas, los dotó de una enorme superioridad militar sobre estos últimos (1 S. 13:20).
En los primeros tiempos de la monarquía israelita hubo un fuerte choque con ellos, en el que Saúl perdió la vida (1 S. 31). David los sometió (2 S. 5:25); bajo Salomón quedaron reducidos a la condición de tributarios (1 R. 4:21).
Al dividirse el reino bajo Roboam, los filisteos consiguieron recobrar mucho de su antigua independencia.
Uzías (2 Cr. 26:6, 7) y Ezequías (2 R. 18:8) los quebrantaron.
A la caída del reino norteño de Israel en el año 721 a.C. los filisteos se dedicaron a hostigar al rey Acaz, dándose asimismo una fuerte tensión entre ellos y los asirios en su competencia por el control de Judá (inscripciones de Tiglat-pileser y Sargón).
El final definitivo de los filisteos tuvo lugar bajo uno de los reyes de la XXVI dinastía egipcia (Jer. 47:1-5), aunque no puede descartarse que asirios o babilonios tuvieran su parte en su extinción.
Los problemas cronológicos que afectan a la reconstrucción de la historia de Egipto (véase EGIPTO) tienen su reflejo en el tratamiento que se da a la historia de los filisteos. Según el marco cronológico comúnmente difundido, se identifica a los filisteos con los llamados «Pueblos del Mar», desembarcados en las costas de Canaán en el año 1.200 a.C., y siendo posteriormente rechazados por los egipcios, acaudillados por Ramsés III. Sin embargo, el estrecho examen de la llamada nueva cerámica no permite la identificación de los Pueblos del Mar con los filisteos. Por otra parte, la destrucción de Ascalón por Senaquerib (705-681 a.C.) en una expedición de castigo se halla arqueológicamente en el nivel inmediatamente inferior al de la ocupación de esta localidad por los Pueblos del Mar. Así, la irrupción de los Pueblos del Mar no tuvo lugar en 1.200 a.C. sino, siguiendo la cronología revisada de Egipto, alrededor del año 700 a.C. Estos Pueblos del Mar fueron una migración de pueblos helénicos muy posterior al establecimiento en Palestina de los filisteos. La identificación de los filisteos con los Pueblos del Mar no solamente contradice a las Escrituras, sino también la evidencia monumental de la existencia anterior de adoradores de Dagón en Ascalón. Esta identificación de los Pueblos del Mar con los filisteos reposa en una mera suposición que su originador, Brugsch, abandonó posteriormente, pero que parece tener una fuerte tendencia a perpetuarse.
Los filisteos eran idólatras. Tenían diversos centros de culto dedicados a varios dioses:
Gaza y Asdod eran centros del culto a Dagón;
Ascalón era un centro de adoración para Astoret, y
Ecrón era la sede de Baal-zebub (1 S. 5:2; 2 R. 1:1-16).

Bibliografía:
D. A. Courville: «The Exodus Problem and its Ramiflcations» (Challenge books, Loma Linda, California 1971);
J. P. Free: «Archaeology and Bible History» (Van Kampen Press, Wheaton, Illinois, 1950);
I. Velikovsky: «Ages in Chaos» (Doubleday, Garden City, New York 1952).

nom, FILÓLOGO

tip, BIOG HOMB HONT
vet,
= «amigo de la palabra».
Un cristiano de Roma a quien Pablo mandaba saludos (Ro. 16:15).

nom, FILOSOFÍA (en la Biblia)

ver, GRECIA
vet,
En la Biblia se menciona solamente una vez la filosofía (Col. 2:8) y entonces tiene un sentido peyorativo:
«Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo y no según Cristo.».
Una sola vez también aparece el nombre «filósofos» en relación con la predicación de Pablo en el Areópago (Hch. 17:18):
«y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: qué quiere decir este palabrero...».
Como se ve claramente, cuando Pablo alude a la sabiduría de los griegos, que no buscan la salvación en el escándalo de la cruz (1 Co. 1:22-25), tenía presente todos esos sistemas provenientes de las más variadas escuelas del pensamiento griego que se conocen con el nombre de filosofía.
Pablo no se presenta como un oscurantista ni como enemigo de una elaboración sistemática del Mensaje cristiano, ni mucho menos como defensor de la ignorancia. Él argumentaba bien, y en bastantes lugares da pruebas de que conocía la cultura de su tiempo a fondo y que era familiar con las diversas corrientes de pensamiento. Pero alerta a sus fieles para hacerles comprender que solamente en la cruz de Cristo está el verdadero conocimiento y la salvación para el cristiano.
Pasajes hay en las Escrituras donde los autores sagrados tienen que refutar doctrinas filosóficas equivocadas en su tiempo y el racionalismo de algunos de los oponentes del cristianismo (Lc. 20:27-40), y así, indirectamente, se refiere a la filosofía.
Bien pronto el cristianismo naciente hubo de enfrentarse con falsos maestros que querían introducir erróneos conceptos filosóficos en el Mensaje cristiano, y es contra una mentalidad tal que se enfrentan los escritos de S. Juan y del apóstol Pedro (1 Jn. 4:2-3). Aquella larguísima cadena de eones de que hablarán años más tarde los gnósticos, ya tenían su ambiente propicio cuando Pablo hubo de prevenir a los colosenses (Col. 2:8) para que prestasen atención a la historia de Cristo y no a las vanas lucubraciones sin fundamento bíblico.
Algunas escuelas de pensamiento posteriores al cristianismo primitivo, como la Escolástica, han contribuido bastante al oscurecimiento del Mensaje cristiano, ya que durante siglos se reemplazó la lectura de la Biblia por la predicación de doctrinas filosóficas, y en ciertos períodos de la Edad Media se consideraba más importante lo que decían Platón o Aristóteles, usando la Escritura como un mero texto de prueba para las más peregrinas y paganas afirmaciones. Esto sucedía en la comunión católico-romana.
Hay algunos rabinos y escritores judíos que afirman que Pitágoras, Sócrates y Platón se habrían inspirado en el Pentateuco; y hasta Josefo cree que los filósofos griegos han tomado algunas de sus concepciones de Moisés en lo acertado que tienen sobre Dios. Pero no se ha podido comprobar si realmente ha existido este influjo y, en este caso, hasta qué punto llegó. (Véase GRECIA.)

nom, FINEES

tip, BIOG SACE HOMB HOAT
vet,
(nombre egipcio: «el nubio»).
(a) Hijo de Eleazar y nieto de Aarón. Mostró su celo por Dios al dar muerte a Zimri y a Cozbi, recibiendo por ello bendición de parte de Dios, haciendo con él «pacto del sacerdocio perpetuo». Sucedió a Eleazar como sumo sacerdote (Éx. 6:25; Nm. 25:7-13; 31:6; Jos. 22:13-32; Jue. 20:28; 1 Cr. 6:4, 50; 9:20; Esd. 7:5; 8:2; Sal. 106:30).
(b) Hijo de Elí. Degradó el sacerdocio por su iniquidad, y fue muerto en batalla con su hermano Ofni cuando el arca fue arrebatada por los filisteos. Fue padre de Ahitob y de Icabod. Su esposa, transida de dolor, murió en el parto de este último (1 S. 1:3; 2:34; 4:4-19; 14:3).
(c) Padre de Eleazar, retornado del exilio babilónico (Esd. 8:33).

nom, FIRMAMENTO. Véase EXPANSIÓN.


nom, FLAUTA
tip, MUSI UTEN
ver, INSTRUMENTOS MUSICALES
vet,
Instrumento musical usado en Babilonia (Dn. 3:5) y muy popular en las fiestas, duelos, etc., de los hebreos (1 S. 10:5; Sal. 87:7; Jer. 48:36).
Se usaban flautas hechas de una, dos o más cañas. (Véase INSTRUMENTOS MUSICALES.)

nom, FLECOS

tip, LEYE COST
vet,
(heb. «sisit», «franjas», Nm. 15:38, 39, «g'dhilîm», «hilos retorcidos», Dt. 22:12),
Eran unas borlas que llevaban los israelitas en las cuatro esquinas de sus vestidos como recordatorios «de todos los mandamientos de Jehová», en seguimiento de la regla en Nm. 15:37-41 y Dt. 22:12. Originalmente, estas borlas contenían un hilo de «t'khëleth», «azul». Sin embargo, la tradición no ha retenido el «t'khëleth», debido a la duda acerca del significado exacto del término. En lugar de ello se tiñen líneas azules en los bordes del «tallîth» o prenda en la que se ponían los flecos.
En el NT el Señor Jesús hace una mención de los flecos al resaltar el formalismo fariseo, con sus exageraciones y piedad fingida (Mt. 23:5).

nom, FLECHA. Véase ARCO Y FLECHAS.

nom, FLEGONTE

tip, BIOG HOMB HONT
vet,
= «ardor».
Cristiano en Roma a quien Pablo envía saludos (Ro. 16:14).

nom, FLORES

tip, FLOR
vet,
La gran abundancia de flores que existe en Palestina apenas si se refleja en el AT; Cnt. 2:12 constituye quizá la única referencia abierta de ello.
Es bien conocida la referencia del Señor Jesús a las flores «lirios» (Mt. 6:28; Lc. 12:27).
Es muy adecuada la mención de la «flor del campo» como ejemplo de la brevedad de la vida humana, y ello más en una tierra como el Oriente Medio, donde la aparición anual de las flores silvestres, un espectáculo maravilloso, dura apenas unas semanas, seguido de una gran sequedad.

nom, FLUJO (de sangre)

tip, MDIC
vet,
Cuando se usa como descripción de una afección corporal, este término significa:
(a) Una emisión, consecuencia de impureza y pecado (Lv. 15:2 ss; Nm. 5:2);
(b) una hemorragia, bien natural (Lv. 12:7), donde el término utilizado («mãkõr» significa, lit., una «fuente», o bien
(c) la consecuencia de una enfermedad (Mt. 9:20; Mr. 5:25; Lc. 8:43).

nom, FORMGESCHICHLICHE METHODE. Véase GÉNEROS LITERARIOS.

nom, FORNICACIÓN

tip, TIPO
vet,
(del griego «porneia», primariamente fornicación, cualquier práctica sexual fuera del matrimonio, y también, figuradamente, idolatría, apostasía, etc.).
En sus diversas formas aparece 447 veces en el Nuevo Testamento. Cuatro veces al menos su significado es obvio; así, en 1 Co. 7:2 y 1 Ts. 4:3, Pablo amonesta a los solteros para que se cuiden de la tentación de fornicar. En ambos pasajes Pablo se hace defensor del matrimonio como una prevención de la inmoralidad. En otros cuatro casos «fornicación» viene usada en una lista de pecados que contiene también el «adulterio» (Mt. 15:19; Mr. 7:21; 1 Co. 6:9; Gá. 5:19). En al menos otros dos casos se usa como sinónimo de adulterio (Mt. 5:32 y 19:9).
El cuerpo es templo del Espíritu Santo; Pablo exhorta a los creyentes a que huyan de la fornicación (1 Co. 6:18; cfr. 1 Co. 6:13). Aquí el término se refiere a toda inmoralidad del cuerpo, y Cristo dijo al respecto que toda inmoralidad sexual tiene su origen en el corazón del hombre (Mt. 5:28; Mr. 7:21); por tanto, debemos cuidar del corazón (Pr. 4:23; Jer. 17:9).
En sentido figurado, la fornicación se refiere a toda forma de apostasía y a la relación inmoral de un creyente con otros dioses.
En otros pasajes neotestamentarios «fornicación» se usa en un sentido general refiriéndose a toda forma de lascivia (Jn. 8:41; Hch. 15:20; Ro. 1:20; Ef. 5:3). Hay usos que se refieren a prostitución y comercio sexual (Ap. 2:14, 20, 21).

nom, FORO DE APIO

tip, CIUD
sit, a9, 24, 104
vet,
El Foro o Mercado de Apio era una ciudad en la Vía Apia, la principal carretera desde Roma a la Bahía de Nápoles, donde fueron hermanos cristianos a recibir a Pablo.
Se hallaba a casi 70 Km. de Roma (Hch. 28:15). La carretera tenía una anchura de más de 6 m., y aún se pueden ver secciones de ella. Fue construida por Apio Claudio Ceco en el año 312 a.C.

nom, FORTALEZA

tip, CONS
vet,
Los términos «fortaleza» y «castillo» se refieren principalmente a una parte de la ciudad más fuertemente fortificada que por los meros muros.
Pr. 18:19 habla de «cerrojos de alcázar».
Cuando Jerusalén fue tomada por David, ya había una ciudadela, defendida por los jebuseos (2 S. 5:6, 7).
Los romanos tenían una fortaleza en Jerusalén, a la que fue llevado Pablo cuando fue apresado por los judíos (Hch. 21:34, 37). Pudiera haber sido la llamada Torre Antonia, que había sido construida por Herodes el Grande. Tal como la describe Josefo, estaba adyacente al Templo (Guerras, 5:5, 8).
El salmista describe frecuentemente a Jehová como su roca y fortaleza o castillo (Sal. 18:2; 31:3; 71:3; 91:2).

nom, FORTUNATO

tip, BIOG HOMB HONT
vet,
= «afortunado».
Cristiano de Corinto, mencionado por Pablo (1 Co. 16:17). Parece que se trata del mismo que es mencionado por Clemente, el padre apostólico, en su primera epístola.

nom, FRACCIÓN DEL PAN. Véase PARTIMIENTO DEL PAN.

nom, FRASCO
tip, UTEN
ver, ODRE, VASIJA
sit,
vet,
Las botellas de vidrio que eran usadas en Egipto tuvieron un raro uso en un principio en Palestina.
La palabra usada en varios pasajes para designar las vasijas de barro (Jer. 19:1-10) que se usaban para el almacenaje de líquidos (en hebreo «baqbuq») es un nombre onomatopéyico que describe el sonido producido por la salida del liquido del frasco.
La misma palabra hebrea se traduce en 1 R. 14:3 por vasija.
La versión de Casiodoro de Reina (1569) traducía en 2 S. 6:19 y 1 Cr. 16:3 por un «barril de vino» y un «frasco de vino» respectivamente, la frase hebrea que verdaderamente significa «pastel o torta de pasas», traducción que fue corregida en la revisión hecha en 1960 por las Sociedades Bíblicas.
Los frascos de la época bíblica eran generalmente pieles de cordero, oveja o de bueyes que tenían el peligro de romperse con el uso (Jos. 9:4; Mt. 9:17). Generalmente se los usaba para la leche, agua, vino, miel, etc.
En el salmo 109:83 el salmista asemeja sus sufrimientos a los del odre puesto al humo, que es la palabra castellana usada para la traducción de esta última clase de vasijas de piel (Jb. 38:37). (Véanse ODRES, VASIJA.)

nom, FRENTE

tip, TIPO
vet,
(heb. «metsach»; gr. «metõpon»),
Se usa como símbolo de un carácter manifiesto.
Israel, en su apostasía, es descrito como teniendo una frente de ramera, y rehusando avergonzarse (Jer. 3:3).
La frente de Ezequiel fue endurecida como el diamante, debido a la dureza de la frente de Israel, con quienes tuvo que enfrentarse (Ez. 3:8, 9).
Aarón llevaba una mitra de oro sobre la frente, sobre la que iba grabada la frase: «Santidad a Jehová», a fin de llevar las faltas cometidas en todas las cosas santas que ofrecieran los hijos de Israel (Éx. 28:36-38).
Dios puso una marca sobre la frente de aquellos que lloraban las abominaciones que se hacían en Jerusalén; el resto de sus moradores morirían (Ez. 9:4, 6).
En el futuro, los siervos de Dios tendrán su señal en sus frentes.
También Satanás impondrá a sus seguidores su marca en la frente o en la mano derecha. Todos tendrán que manifestar entonces a quién siguen (Ap. 7:3; 9:4; 13:16; 14:1, 9; 17:5; 20:4).

nom, FRIGIA

tip, MONT
vet,
Se trataba de una elevada meseta del Asia Menor, limitada por la cadena del Taurus al sur, el Olimpo al norte, el Temnus al oeste.
El NT menciona a cuatro de sus ciudades: Laodicea, Colosas, Hierápolis y Antioquía de Pisidia.
Antíoco el Grande (224-187 a.C.) desplazó a 2.000 familias judías de Babilonia y de Mesopotamia a Lidia y a Frigia (Ant. 12:3, 4).
Habla judíos de Frigia en Jerusalén en el día de Pentecostés (Hch. 2:10).
Pablo visitó Frigia durante su Segundo y Tercer Viaje Misionero (Hch. 16:6; 18:23).

nom, FRONTALES

tip, COST LEYE
ver, FILACTERIAS
vet,
Consistían en cuatro pedazos de pergamino forrados de cuero de becerro e inscritos con los siguientes pasajes de la ley: Éx. 13:2-10, 11-16; Dt. 6:4-9; 11:13-21.
Del cuadro o caja, donde están la Escrituras, penden dos correas, ceñidas alrededor de la cabeza. Los judíos devotos se los ponían al hacer la oración de la mañana.
Hay varias alusiones a los frontales en Pr. 4:21; 6:20, etc.
En muchos casos los frontales se convertían en superstición y mera fórmula. (Véase FILACTERIA.)

nom, FRUTO

tip, ALIM TIPO DOCT
ver, HIGO, MANZANA, UVA
vet,
(a) Para los distintos frutos de las tierras bíblicas, véanse HIGO, MANZANA, UVA, etc.
(b) Para su uso metafórico como el resultado de la obra de Dios en los regenerados, ver FRUTO DEL ESPÍRITU más abajo.
(c) FRUTO DEL ESPÍRITU.
El apóstol Pablo, al exponer en su Epístola a los Gálatas la temática de la libertad del cristiano, y la naturaleza de su nueva vida, usa la expresión «fruto del Espíritu» (en singular) en contraposición a «las obras de la carne» (Gá. 5:16-25).
Para el apóstol «el fruto del Espíritu es...», aplicando así el principio de que el árbol bueno produce buen fruto. El Espíritu Santo es la energía personal en el cristiano que activa su nueva vida por la que puede producir el fruto multiforme de Gá. 5:22, 23, «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza». Este fruto pone de manifiesto la abundancia de la savia que pone el Espíritu de Dios en la vida regenerada. La fe, que arraiga firmemente la nueva planta en el terreno abonado y sembrado por la Palabra, permite que la vida la anime (Fil. 1:11; Ef. 5:9; Col. 1:10; Stg. 3:18).
exc, FRUTO DEL ESPÍRITU
vet,
El apóstol Pablo, al exponer en su Epístola a los Gálatas la temática de la libertad del cristiano, y la naturaleza de su nueva vida, usa la expresión «fruto del Espíritu» (en singular) en contraposición a «las obras de la carne» (Gá. 5:16-25).
Para el apóstol «el fruto del Espíritu es...», aplicando así el principio de que el árbol bueno produce buen fruto. El Espíritu Santo es la energía personal en el cristiano que activa su nueva vida por la que puede producir el fruto multiforme de Gá. 5:22, 23, «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza». Este fruto pone de manifiesto la abundancia de la sana que pone el Espíritu de Dios en la vida regenerada. La fe, que arraiga firmemente la nueva planta en el terreno abonado y sembrado por la Palabra, permite que la vida la anime (Fil. 1:11; Ef. 5:9; Col. 1:10; Stg. 3:18).

nom, FUEGO

tip, TIPO
ver, CASTIGO ETERNO
vet,
La primera utilización de fuego en la Biblia se halla sobrentendida en el relato del sacrificio de Caín y de Abel (Gn. 4:3).
No se ha llegado a conocer aún a ninguna nación que no haya conocido el uso del fuego; lo que sí se ignora es quién lo enseñó a los hombres. Los pueblos antiguos tenían multitud de leyendas acerca de esto. Según la mitología griega, Prometeo, habiendo arrebatado a Zeus el fuego del cielo, fue encadenado en una peña por toda la eternidad.
El fuego es, evidentemente, indispensable para el hombre (Eclo. 39:26).
Sirve para diversas actividades: (Gn. 4:22),
para la preparación de alimentos (Éx. 16:23; Is. 44:16),
para calentarse (Jer. 36:22; Jn. 18:18; Hch. 28:2).
Los holocaustos ofrecidos a Jehová tenían que ser totalmente consumidos por fuego (Gn. 8:20). Era como si el fuego hiciera subir hasta Dios el sacrificio; se decía, metafóricamente, que era un olor suave a Jehová (Gn. 8:21). El que ofrecía un sacrifico encendía el fuego (Gn. 22:6). Moisés ofreció holocaustos sobre el altar que erigió (Éx. 40:29). Al final de la ceremonia de consagración de Aarón y de sus hijos al sacerdocio, el fuego de Jehová cayó sobre el sacrifico, consumiéndolo totalmente (Lv. 9:24); Dios había aceptado la ofrenda y manifestó su gloria. El fuego del altar no debía extinguirse nunca (Lv. 6:9-13). En la inauguración del Templo y del nuevo altar, descendió fuego del cielo, consumiendo el sacrificio (2 Cr. 7:1). En otras ocasiones, Dios manifestó también su aprobación con fuego del cielo consumiendo el holocausto (Jue. 6:21; 1 R. 18:23, 24; 1 Cr. 21:26).
Entre los paganos había adoradores del fuego (Sab. 13:2). Los secuaces del culto de Moloc, Baal y otros idólatras consagraban sus recién nacidos arrojándolos a las llamas (2 R. 16:3; 21:6; Jer. 7:31; Ez. 16:20, 21). En ocasiones, se agravaba la pena de muerte quemando el cadáver del ejecutado (Lv. 20:14; 21:9; Jos. 7:25; 2 R. 23:16).
Frecuentemente, el fuego simboliza la presencia del Señor, que libera, purifica o consume (Éx. 14:19, 24; Nm. 11:1, 3, etc.). De esta manera Jehová se apareció en la zarza ardiente en Sinaí (Éx. 3:2; 19:18) se reveló en medio del fuego a Isaías, Ezequiel, Juan (Is. 6:4; Ez. 1:4; Ap 1:14) y así aparecerá cuando vuelva (2 Ts. 1:8).
El fuego es asimismo un símbolo del Espíritu Santo (Hch. 2:3) y de la Palabra de Dios (Jer. 5:14; 23:29)
El fuego finalmente figura entre las expresiones relativas al juicio de Dios:
Los malvados serán consumidos por el fuego de su ira (Sal. 68:3; 97:3; Is. 30:33; 47:14; Mt. 3:10; 7:19; Jn. 15:6);
conocerán el fuego de la Gehena (Mt. 5:22; 18:9; Mr. 9:43),
el horno ardiente (Mt. 13:42, 50),
el fuego eterno (Mt. 18:8; 25:41; Jud. 7),
el fuego que no se apaga (Mt. 3:12, cp. Is. 66:24),
el lago ardiendo con fuego y azufre (Ap. 19:20; 20:10, cp. Ap. 14:10; 20:14).
(Véase CASTIGO ETERNO).

nom, FUENTE

tip, RIOS TIPO
vet,
(a) Heb. «bor», abismo, pozo, traducido «fuente» en Jer. 6:7.
(b) Heb. «mabbua», «fuente» en Ec. 12:6; en Is. 35:7 se traduce «manaderos de aguas», y en Is. 49:10 «manantiales de aguas».
(c) Heb. «ayin», lit., ojo, y de ahí, orificio a través del que fluye el agua (Gn. 16:7; 2 Cr. 32:3; Neh. 2:14; 3:15; 12:37; Pr. 8:28).
(d) Heb. «mayan» (de «ayin»), Gn. 7:11; 8:2; Jos. 8:15; 2 R. 3:19, 25; 2 Cr. 32:4; Sal. 74:15; 84:6; 87:7; 104:10; 114:8; Cnt. 4:12, 15; Is. 12:3; Jl. 3:18);
(e) «maqor», fuente perpetua, Pr. 25:26; Os. 13:15; Jer. 2:13; 9:1, «fuente de lágrimas».
(f) Gr. «pëgë», se usa como «fuente de sangre» en Mr. 5:29.
Las fuentes son una característica notable de la tierra de Israel, que es descrita como «tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes» (Dt. 8:7).
La fuente de agua viva simboliza las bendiciones espirituales permanentes e inagotables que nos vienen de la misma presencia de Dios (Sal. 36:9, 10; Jn. 4:14; Ap. 7:17; 21:6).

nom, FUNCIONARIO

tip, FUNC
ver, EUNUCO, OFICIAL
vet,
(gr. dunastës)
El término funcionario se usa en la versión Reina-Valera, revisión 1960, sólo en referencia al eunuco etíope (Hch. 8:27).
Significa un alto funcionario, o una persona de un gran poder.
En Lc. 1:52 se traduce «poderosos» y en 1 Ti. 6:15 se usa de Dios como el único «soberano». (Véanse EUNUCO, OFICIAL.)

nom, FUNDACIÓN

vet,
Traducción del término griego «katabolë», «fundación del mundo».
La frase «antes de la fundación del mundo» se refiere a la eternidad antes que tuviera un principio el complejo de espacio y tiempo al que llamamos el universo (Mt. 13:35; 25:34; Lc. 11:50; Jn. 17:24).

nom, FUNDAMENTO

tip, TIPO CONS
vet,
o cimiento de un edificio en hebreo se traduce de palabras mayormente derivadas de «yãsadh», «fundar»; en griego, es traducción de «themelios» (Lc. 6:48, 49; 14:29; Hch. 16:26, etc.)
Se usa metafóricamente:
de Cristo, como fundamento de la Iglesia (1 Co. 3:11);
de los apóstoles o profetas como fundamento, del que Cristo es la principal piedra del ángulo (Ef. 2:20); el fundamento del arrepentimiento (He. 6:1).
En el Sal. 11:3: «Si fueren destruidos los fundamentos», el término hebreo es «shath».

nom, FUNERALES

tip, COST
ver, PLAÑIDERAS
vet,
Cuando alguien moría, la casa se llenaba de amigos, especialmente mujeres que lloraban con gran escándalo (Mr. 5:38). (Véase PLAÑIDERAS.).
Lavaban el cuerpo (Hch. 9:37); lo envolvían en una sábana o en vendas (Mt. 17:59; Jn. 11:44).
Los ricos ungían el cadáver con perfumes y especies aromáticas (Jn. 12:7; 19:39). A veces quemaban perfume (Jer. 34:5).
El cadáver era conducido en un féretro o andas (2 S. 3:31; Lc. 7:14).
La sepultura se hacía siempre en una cueva o en una tumba esculpida en roca, y a diferencia de lo que se hacía en Egipto, en Israel no se usaban ataúdes (Gn. 25:9, 10; Mt. 27:60).

nom, FUT

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
Tercer hijo de Cam (Gn. 10:6; 1 Cr. 1:8); sus descendientes vivieron en África entre Etiopía (Cus) y Egipto (Mizraim) (Gn. 10:6); muchos fueron soldados mercenarios (Ez. 27:10; Jer. 46:9).

***

G

nom, GAAL

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
= «desprecio».
Hijo de Ebed. Se unió con los siquemitas cuando se rebelaron contra Abimelec el hijo de Gedeón, que enardeció sus ánimos y los condujo a la batalla; pero fue derrotado y proscrito de la ciudad (Jue. 9:26-41).

nom, GABAA

tip, MONT CIUD
sit, a3, 361, 44
vet,
(heb. «gib 'ãh», monte).
El término hebreo denota un monte de poca elevación, en contraste a «har», que denota una montaña o cordillera.
Gabaa no debe ser confundida con Geba.
(a) Una ciudad no identificada en tierras de Judá (Jos. 15:57). Es posible que sea la Gabaa mencionada en 2 Cr. 13:2.
(b) Ciudad de Benjamín (Jos. 18:28; 1 S. 13:2, 15), de donde era Saúl (1 S. 11:4; Is. 10:29). Escenario de un trágico acontecimiento en la época de los Jueces (Jue. 19 y ss.), cuando «no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía» (Jue. 21:25).
Se identifica con Teleil el-Fûl, un Tell o montículo de ruinas a unos 6 Km. al norte de Jerusalén en el camino que conduce a Siquem.

nom, GABAÓN

tip, CIUD
sit, a2, 283, 400
vet,
Capital de los heveos, situada 8 Km. al noroeste de Jerusalén, sobre el camino de Jope. Fue después una ciudad levítica dentro del territorio de Benjamín (Jos. 21:17).
Los gabaonitas, valiéndose del engaño, lograron un tratado con Josué y los ancianos de Israel (Jos. 9); al descubrirse el engaño Josué estaba ya ligado con pacto de juramento a respetar su vida y se les asignó la tarea de cortar leña para el santuario. El tratado de los gabaonitas con los israelitas enojó a los reyes vecinos de Gabaón, quienes atacaron la ciudad. Josué corrió a su defensa, y allí se produjo el milagro en que el sol se detuvo sobre Gabaón (Jos. 9; 10). Allí estuvo el Tabernáculo varios años (1 Cr. 16:39).
Gabaón fue escenario de varios otros incidentes que la Biblia relata, como la victoria de David sobre los filisteos (1 Cr. 14:16); la venganza de los gabaonitas al ahorcar a siete hijos de Saúl (2 S. 21:1-9).
Allí mismo Salomón recibió una revelación divina respecto de su reinado (1 R. 3:5-15).

nom, GABAONITAS. Ver GABAÓN.

nom, GABATA

tip, CONS
ver, PRETORIO
vet,
El nombre arameo del lugar del tribunal donde se condenó al Señor Jesús.
El significado de este término es «lugar elevado», y su nombre griego era «lithóstrõtos», «el enlosado».
Es indudable que se trataba de un piso levantado, cubierto de losas, tal como era costumbre entre los romanos. De esta manera, se correspondería con los dos significados (Jn. 19:13).
La tradición que sitúa el Pretorio en la Torre Antonia identifica una extensa área de grueso pavimento romano como el Gabata. Este pavimento está marcado con señales de juegos de azar a los que se entregaba la guarnición. Sin embargo, esta identificación es insostenible, por cuanto, con toda probabilidad, el Pretorio no se hallaba aquí. (Véase PRETORIO).

nom, GABRIEL

tip, ANGE
vet,
«hombre de Dios»
El ángel que fue enviado a Daniel para que le explicara la visión que había tenido del carnero y del macho cabrío, y para revelarle la profecía de las Setenta Semanas. Daniel le llama «el varón Gabriel» y «uno con apariencia de hombre» (Dn. 8:11; 9:21).
Fue también enviado a María la madre de Jesús, y a Zacarías el padre de Juan el Bautista, para anunciarles el nacimiento de sus hijos.
Aunque en la literatura apócrifa se le da la calificación de arcángel, no es así en la Biblia. A Zacarías le dijo: «Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios» (Lc. 1:19, 26).

nom, GAD

tip, TR12 BIOG TRIB HOMB HOAT
sit, a6, 386, 230
vet,
= «fortuna».
El séptimo hijo de Jacob y primero de Zilpa, la criada de Lea. Es poco lo que se sabe de Gad, excepto que tuvo siete hijos (Gn. 30:11; 46:16; 1 Cr. 5:11). En su bendición a sus hijos, Jacob dijo de Gad: «Ejército lo acometerá; mas él acometerá al fin» (Gn. 49:19). Moisés dijo: «Bendito el que hizo ensanchar a Gad; como león reposa, y arrebata brazo y testa. Escoge lo mejor de la tierra para sí, porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová» (Dt. 33:20, 21). Al partir de Egipto, la cantidad de los capaces de llevar armas en la tribu era de 45.650, pero al cruzar el Jordán, este número había disminuido en 5.000.
Al hallarse su territorio al este del Jordán, con Rubén y media tribu de Manasés, iban necesariamente a tener que soportar los primeros golpes de los enemigos que atacaran desde el este (1 Cr. 5:18-22). Eran una tribu belicosa, apropiada para mantener una posición tan expuesta. De los que se unieron a David se dice que eran «hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas» (1 Cr. 12:8-15). Jefté y Barzillai eran de esta tribu.
Gad poseía un gran distrito desde un punto un poco al norte del mar Muerto hasta la punta meridional del mar de Galilea, con una llanura muy fértil y apropiada para sus ganados y manadas, que incluía las tierras altas de Galaad. Las tribus al este del Jordán fueron las primeras en ser llevadas cautivas por el rey de Asiria en el año 740 a.C., tomando los amonitas posesión del territorio de Gad (1 Cr. 5:25, 26; Jer. 49:1).
Doce mil de esta tribu serán sellados en un día futuro para bendición (Ap. 7:5).
Su territorio en la restauración de Israel se hallará en la extremidad meridional de la tierra (Ez. 48:27).

nom, GAD (El Vidente)

tip, PROF HOMB HOAT
vet,
Estaba con David cuando huía de Saúl, y le fue consejero (1 S. 22:5). Al final de su reinado, tuvo el doloroso deber de anunciar los juicios de Dios sobre David por el censo del pueblo (2 S. 24:11-19; 1 Cr. 21:9-19; 2 Cr. 29:25). Los hechos de David fueron escritos en «las crónicas de Gad el vidente», que no nos ha llegado (1 Cr. 29:29).

nom, GADARA

tip, REGI
sit, a1, 490, 377
vet,
Gadara era la capital de la provincia romana de Perea.
Se menciona en los Evangelios como en «la región de los gadarenos».
La identificación con Jerash no es factible, por cuanto ésta se halla a 60 Km. al sureste del mar de Galilea. La identificación correcta parece ser la de las ruinas de Kersa, situadas al sur de la ribera oriental del dicho mar de Galilea, frente a Magdala, a 8 Km. del lugar donde el Jordán se precipita al lago. A poca distancia al sur de este lugar las escarpadas laderas de las colinas caen a plomo sobre las aguas (Lc. 8:33).
El término gadarenos presenta variantes en diferentes copias griegas, como gergeseos y gerasenos.

nom, GADARENOS. Ver GADARA.

nom, GALAAD

tip, REGI MONT MDIC
sit, a2, 569, 53
vet,
= «abrupto, áspero».
(a) Región montañosa, famosa por sus bosques (Jer. 22:6-7), al este del Jordán, que se extiende de la planicie de Moab más allá del río Yarmuk.
Está dividida en dos partes por el río Jaboc (Jos. 12:2; Dt. 3:16, 17). La parte sur fue asignada a la tribu de Gad y la del norte quedó incluida en el territorio de Manasés (Dt. 3:12, 13).
La última entrevista entre Labán y Jacob tuvo lugar allí.
Producía el famoso bálsamo de Galaad y otras plantas medicinales (Gn. 37:25; Jer. 8:22); había también muchas dehesas (Nm. 32:1).
(b) Nombre de un monte adyacente al valle de Jezreel (Jue. 7:3).

nom, GALACIA

tip, REGI
ver, GÁLATAS (Epístola)
sit, a9, 473, 166
vet,
Distrito central del Asia Menor, limitada al norte por Bitinia, Paflagonia y el Ponto, al este por el Ponto y Capadocia, al sur por Capadocia, Licaonia y Frigia, y al oeste por Frigia y Bitinia.
El nombre de Galacia proviene de que algunas tribus galas, que habían invadido Macedonia y Grecia (278-277 a.C.), penetraron en el Asia Menor. Como recompensa de servicios rendidos en guerra, Nicodemo, rey de Bitinia, otorgó a estos galos un territorio que recibió el nombre de ellos. Los griegos dieron a estos ocupantes el nombre de «galatai».
Pesinonte, Ancira y Tavium eran las principales ciudades de Galacia, cuyos límites variaron en diferentes épocas históricas, según los azares de las guerras.
En el año 189 a.C., los romanos sometieron a los gálatas, que sin embargo mantuvieron su autogobierno. Los vencedores dieron su favor a estos valiosos aliados.
Bajo Amintas, su último rey, el territorio se expandió mucho hacia el sur, de manera que incluía parte de Frigia, Pisidia, Licaonia e Isauria. Después de la muerte de Amintas (25 a.C.), este territorio expandido se convirtió en la provincia romana de Galacia.
En el año 7 a.C. se añadió al norte el territorio de Paflagonia, y una parte del Ponto; después del año 63 d.C., Galacia sufrió otros cambios territoriales. Aquí se presenta entonces el problema de saber si el nombre de Galacia en el NT (Hch. 16:6; 18:23; Gá. 1:2) se refiere a la provincia romana, o al primitivo territorio de Galacia. En el primer caso, Pablo la habría evangelizado en su primer viaje misionero (Hch. 13; 14), en compañía de Bernabé. Pero en el segundo caso, Pablo no habría anunciado allí la Buena Nueva sino hasta su segundo viaje (Hch. 16:6). Hay buenas razones para apoyar ambos puntos de vista; para una consideración de los diferentes argumentos, ver Bibliografía al final del artículo sobre GÁLATAS (Epístola).

nom, GÁLATAS (Epístola)

tip, LIBR LINT
ver, GALACIA, PABLO
vet,
Carta dirigida por Pablo a las iglesias de Galacia (Gá. 1:2).
(a) Destinatarios y fecha:
Está bien establecido que el autor de esta carta es el apóstol Pablo, no poniéndose en duda su unidad. En cambio, aparecen problemas acerca de los destinatarios, de la ocasión y fecha de la epístola. Sobre este extremo hay dos teorías.
(A) Si por Galacia (véase) se entiende toda la provincia romana de este nombre englobando las iglesias fundadas por Pablo durante su primer viaje misionero en el año 47 d.C. (Hch. 13:14), esta epístola hubiera sido redactada antes del Concilio de Jerusalén (Hch. 15). Este Concilio trataba precisamente el problema de la circuncisión, y es digno de señalar que Pablo no hace alusión en esta carta a una tal confirmación de su posición (cp. Hch. 16:4). Es tan sólo después de esta conferencia que se habla en Hechos de un viaje al norte de Galacia (Hch. 16:6). Según esta hipótesis, la epístola a los Gálatas sería la más antigua de las cartas de Pablo.
(B) Si se entiende por Galacia tan sólo el distrito propiamente gálata, que no fue evangelizado hasta el segundo viaje de Pablo, la epístola no hubiera podido ser escrita antes de la visita del apóstol Pablo a Éfeso; Hechos 18:23 mencionaría su segunda visita a esta región (cp. Gá. 4:13). Por otra parte, las alusiones a la acogida que recibe Pablo, y la omisión del nombre de Bernabé (Gá. 4:13-20) no parecen concordar con lo que sabemos del primer viaje (en el que Bernabé tomó parte). La semejanza de la epístola a los Gálatas con la de Romanos ha dado ocasión a sostener que las dos fueron redactadas en la misma época, hacia el año 56 o 57 d.C.
(b) Contenido.
Esta carta fue ocasionada por las intrigas de ciertos maestros judaizantes, que se enfrentaban a la autoridad de Pablo, enseñando que era necesario observar la ley de Moisés. Estos judaizantes afirmaban que Pablo, por cuanto no era uno de los doce, no había recibido directamente el conocimiento del Evangelio. Estos adversarios aparentemente acusaban a Pablo de inconsecuencia, por cuanto predicaba a los gentiles que no tenían que observar la ley, en tanto que los judíos convertidos lo seguían haciendo, e incluso él mismo ocasionalmente (Hch. 21:20-26). Por otra parte, atacaban abiertamente las enseñanzas del apóstol, persuadiendo a sus conversos a que asumieran las prescripciones judaicas. Así, se ponía en juego la esencia misma del Evangelio. Movido por una intensa emoción, Pablo escribió la epístola usando enérgicos argumentos. La epístola a los Gálatas es la carta magna de la libertad cristiana.
Después de la introducción (Gá. 1:1-10), en la que el apóstol habla de la complacencia de los gálatas hacia los falsos maestros, afirma vigorosamente la inspiración divina de la buena nueva que ha proclamado, defendiendo su autoridad apostólica (Gá. 1:1-2). Cristo se la ha conferido directamente. El apóstol no depende de los hombres. Muestra asimismo que la iglesia de Jerusalén y los doce habían admitido su apostolado (Gá. 2:1-10). En cuanto a su enseñanza, ésta no había variado nunca (Gá. 2:11-21), ni siquiera cuando Pedro, en Antioquía, parecía oponerse con su comportamiento.
En el cap. 3 Pablo defiende la doctrina de la justificación por la sola fe, experiencia que los mismos gálatas habían tenido (Gá. 3:1-5); se refiere a las Escrituras para demostrar que éste fue el camino que había seguido el mismo Abraham para alcanzar la salvación (Gá. 3:6-9). Pablo destaca asimismo algunas verdades escriturales con respecto a la ley: por cuanto demanda una obediencia perfecta como condición de salvación, la ley solamente arroja maldición y castigo (Gá. 3:10-12). Cristo, hecho maldición en nuestro lugar, nos ha liberado de la maldición (Gá 3:13, 14). Dios había ratificado el pacto de salvación por la fe celebrado con Abraham y su descendencia. Por ello, la ley, venida posteriormente, no podía anular el pacto hecho anteriormente (Gá. 3:15-18); la ley tenía como objeto ser una disciplina temporal, obligando a los hombres a que se dieran cuenta de que el pecado es transgresión a los mandamientos de Dios (Gá. 3:19, 20). La ley, así, hizo el papel de pedagogo, para conducir a los pecadores a Cristo (Gá. 3:21-24).
En el cap. 4, el apóstol da a sus lectores razones adicionales para mostrar la genuinidad de su Evangelio: la adopción y herencia del hijo de Dios (Gá. 4:1-11); el afecto de los gálatas hacia Pablo (Gá. 4:12-20); el paralelismo que presenta la historia de Agar, Sara, y los hijos de ellas, con el pacto de Sinaí y el pacto de la gracia (Gá. 4:21-31).
De Gá. 5:1-6:10 el apóstol ilustra la doctrina de la libertad acerca de la ley: exhorta a los gálatas a que salvaguarden esta libertad, y a practicar «la ley de Cristo», que es la del amor y de la ayuda mútua.
El pasaje de Gá. 6:11-18, que Pablo probablemente escribió de su puño y letra, es la conclusión; recapitula allí la esencia de su enseñanza.

(c) Importancia de la epístola a los Gálatas:
(1) A causa de los detalles que ofrece sobre la vida del apóstol. La concordancia que presenta con el relato que se halla en Hechos de la vida de Pablo y de su relación con la iglesia ha sido fuertemente combatida, pero puede ser totalmente demostrada. Véase PABLO para las menciones cronológicas de la visita de Pablo a Jerusalén después de su conversión (Gá. 1:18, 19; Hch. 9:26-29), y la conferencia de Jerusalén (Gá. 2:2-10; Hch. 15).
(2) La epístola demuestra además que los doce estaban de acuerdo con Pablo, quedando para él la comisión de evangelizar a los gentiles.
(3) Con mayor concisión que la epístola a los Romanos, que es más detallada y menos vehemente, y por medio de ejemplos particulares, la epístola a los Gálatas da el mismo plan de salvación y la misma estimación de la dispensación hebrea. Todos los hombres, por lo que respecta a la Ley, se hallan bajo condenación como transgresores; por ello es imposible la salvación por las obras de la ley. Solamente Cristo puede salvar, por cuanto Él, por su muerte, ha dado satisfacción a las exigencias de la ley con respecto a aquellos que creen. La ley no fue nunca destinada a salvar, sino a ser un tutor o pedagogo (que entre los griegos era un esclavo que llevaba los niños a la escuela) para llevarnos a Cristo. Ahora ya no estamos bajo este pedagogo. Es por la fe que fue salvado Abraham, es por la fe, y solamente por la fe, que venimos a ser hijos de Abraham, participantes de la bendición, y herederos de la promesa. El judaísmo, como método de salvación, constituye una interpretación errónea del AT. La distinción entre judíos y gentiles ha quedado abolida. La proclamación de estas verdades pone de manifiesto que el cristianismo es una fe de alcance universal, y no una secta del judaísmo.

Los primeros escritores cristianos se sirvieron mucho de esta epístola a los Gálatas; durante la primera mitad del siglo II la usó Policarpo en la epístola a Diognetes; en la segunda mitad del mismo siglo, Justino Mártir, obispo de Sardis, y después Ireneo, Clemente de Alejandría, y Tertuliano, que la mencionan expresamente en sus citas. Figura en la versión Vetus Latina, y en el fragmento de Muratori.

Bibliografía:
E. F. Harrison: «Galatians», en The Wycliffe Bible Commentary (Moody Press, Chicago, Illinois, 1962);
M. Lutero: «Commentary on Galatians» (Kregel Pub., Grand Rapids, Michigan, 1979);
S. J. Mikolaski, «Gálatas», en Nuevo Comentario Bíblico (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas, 1977);
H. Rossier: «Reflexiones sobre la epístola a los Gálatas» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, s/f);
M. C. Tenney: «Gálatas, la carta de la libertad cristiana» (Clíe, Terrassa, 1973);
H. F. Vos: «Gálatas, una llamada a la libertad cristiana» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1981).

nom, GÁLBANO

tip, LEYE FLOR
vet,
Ingrediente en la composición que se quemaba en el tabernáculo como incienso santo (Éx. 30:34).
Se supone que se extraía de dos plantas umbelífaras, la «Ferula galbaniflua» y la «Ferula rubricaulis»; en heb. es «helb'nach».

nom, GALILEA

tip, PAIS REGI
ver, MAR (de Galilea)
sit, a1, 332, 371
vet,
(gr. «Galilaia», heb. «Gãlîl», «círculo», región, distrito).
Originalmente se trataba del país montañoso de Neftalí (2 R. 15:29; 1 Cr. 6:76).
Las 20 localidades de poca importancia que Salomón dio a Hiram se hallaban en Galilea (1 R. 9:11). Muchos cananeos se quedaron en este país (Jue. 1:30-33; 4:2).
La expresión «Galilea de los gentiles» o de las «naciones» implica que la mayor parte de la población de esta región no era de raza judía (Is. 9:1; cp. 1 Mac. 5:15 y Mt. 4:15).
El término Galilea fue denotando una región progresivamente mayor, extendiéndose desde el sur hasta la llanura de Esdraelón (1 Mac. 5:55; 10:30; 12:47, 49).
Una gran cantidad de sus habitantes fueron deportados, particularmente por los asirios (2 R. 15:29).
Los judíos que se establecieron en Galilea después del retorno del exilio fueron llevados a Judea por Simón Macabeo, hacia el año 164 a.C. (1 Mac. 5:23); pero, poco después, formó parte del reino de Herodes el Grande; a su muerte, quedó bajo el cetro del tetrarca Herodes. Galilea era la más septentrional de las tres provincias situadas al oeste del Jordán (si se omite Fenicia); estas provincias se corresponden con la división administrativa romana.
El distrito se dividía en Alta y Baja Galilea. Las dos Galileas contaban con 240 ciudades y pueblos (Josefo, Vida, 45). La mezcla de razas en Galilea había producido un acento peculiar (Mr. 14:70; Lc. 22:59; cp. Hch. 2:7).
Se pretendía que de Galilea no salían profetas. Sin embargo, casi todos los apóstoles del Señor Jesús eran galileos; el mismo Señor, aunque nacido en Belén en Judea, se había criado en Galilea (Jn. 7:41, 52). Allí ejerció la mayor parte de su ministerio, tanto en los confines orientales del mar de Galilea como en el interior del país, Corazín, Betsaida, Capernaum, Naín, Caná y Nazaret.
Galilea tiene algo más de 96 Km. de longitud norte-sur y unos 40 de anchura. Es un país accidentado, con montañas y fértiles valles. Los paisajes son pintorescos.
La Baja Galilea es rica en cereales; ninguna de sus montañas sobrepasa los 564 m. Las cumbres de la Alta Galilea oscilan entre los 609 y los 1.219 m.

nom, GALILEA (Mar de). Véase MAR DE GALILEA.

nom, GALIÓN

tip, BIOG FUNC HOMB HONT
ver, SÓSTENES
vet,
Procónsul romano de Acaya en la época de la primera visita de Pablo a Corinto.
Su nombre primitivo era Marco Anneo Novato; nacido en Córdoba, lo adoptó la familia de Lucio Junio Galión y adoptó entonces el nombre de Junio Anneo Galión. Hermano del filósofo Séneca, fue como él muerto por orden de Nerón.
La fecha de su proconsulado en Corinto puede ser precisada gracias al descubrimiento de la Piedra de Delfos en 1905, que lo menciona.
Ostentó este cargo de mayo del año 51 a mayo del 52. Después de que los judíos, exasperados por el éxito de Pablo en Corinto, lo llevaron delante del tribunal del procónsul, Galión rehusó prestar atención a sus litigios religiosos, y no hizo caso de la acusación. Asumió asimismo una total indiferencia a los excesos del populacho que, habiéndose apoderado de Sóstenes, principal de la sinagoga, le golpearon delante del tribunal (Hch. 18:12-17). (Véase SÓSTENES).

nom, GALLINA, GALLO.

tip, FAUN TIPO AVES ALIM
vet,
En el hebreo antiguo no existía una sola palabra para designar a este animal doméstico. La circunlocución «ceñido de lomos», o también «el nivel de los riñones rápidos» (Pr. 30:31), eran las más usadas para designarlo.
Fue introducida en Palestina en tiempos de Salomón (1 R. 10:22).
En Jb. 38:36 aparece como el anunciador del alba, y también en el Nuevo Testamento se habla de la gallina que reúne sus pollitos bajo sus alas, como símbolo de amor y cuidado maternales que Dios brinda a los suyos (Mt. 23:37).

nom, GAMALIEL

tip, BIOG HOMB HONT
vet,
«recompensa de Dios».
Miembro del sanedrín, fariseo, doctor de la Ley, de gran prestigio entre los judíos. Les dio el consejo de no perseguir a los apóstoles, alegando que si la obra que habían emprendido era humana, desaparecería, en tanto que, si venía de Dios, la oposición sería inicua y en vano (Hch. 5:34-39).
Gamaliel había sido el maestro de Pablo, que estudió la Ley bajo su dirección (Hch. 22:3). Según el Talmud, Gamaliel era nieto de Hillel, el famoso rabino. Murió hacia el año 50 d.C.

nom, GANADO

tip, FAUN
vet,
Se usan varios términos hebreos en referencia a la vaca y al buey como «ganado».
Sin embargo, el término «miqneh», frecuentemente usado para «ganado», significa «posesión», debido a que la principal propiedad de las tribus nómadas eran sus ganados.
En el ganado se incluían también las ovejas y las cabras, pero no los caballos ni los asnos (Éx. 9:3-21, etc.).
Otro término, «tson», significa ganado menor, esto es, ovejas y cabras (Gn. 30:39-43; 31:8-43; Ec. 2:7). «Seh» tiene este mismo significado (Gn. 30:32; Ez. 34:17-22).

nom, GARICIM

tip, MONT
ver, GERIZIM
sit, a2, 321, 193
vet,
La ortografía del nombre de esta montaña no es igual en las versiones castellanas; la Reina-Valera escribe Gerizim; otras, Garicim, Garizim, Guerizim.
Ver GERIZIM.

nom, GARIZIM

tip, MONT
ver, GERIZIM
sit, a2, 321, 193
vet,
La ortografía del nombre de esta montaña no es igual en las versiones castellanas; la Reina-Valera escribe Gerizim; otras, Garicim, Garizim, Guerizim.
Ver GERIZIM.

nom, GASMU. Véase GESEM.

nom, GAT

tip, CIUD
sit, a3, 146, 166
vet,
= «prensa de vino».
Una de las cinco ciudades reales de los filisteos (Jos. 13:3; Jue. 3:3; 1 S. 6:17; 7:14; 17:52).
Era famosa como residencia de los anaceos, últimos descendientes de una raza de gigantes (Jos. 11:22; cp. Nm. 13:33; Dt. 10:11). Es probable que tanto Goliat como los otros soldados gigantes pertenecieran a esta raza (1 S. 17:4; 2 S. 21:15-22; 1 Cr. 20:4-8).
David recurrió a Aquis, rey de Gat, cuando le falló su fe en la protección de Dios (1 S. 27:2-4; cp. 21:10, 12). Cuando llegó a rey tomó Gat y sus ciudades, arrebatándolas de las manos de los filisteos.
Uzías destruyó sus muros (1 Cr. 18:1; 2 Cr, 26:6).
Después de Mi. 1:10 no se oye ya de Gat entre las ciudades de los filisteos (cp. Sof. 2:4; Zac. 9:5, 6). Puede que estuviera postrada en ruinas.
Su identificación más probable es Tell es Sâfi, 31° 43' N, 34° 51' E, donde se hallan extensas ruinas y cisternas cavadas en las rocas.
Vigilaba la entrada del valle de Ela.

nom, GAVILÁN

tip, FAUN LEYE AVES
vet,
Era entre los hebreos ceremonialmente inmundo, si bien era sagrado entre los griegos y egipcios (Lv. 11:16; Dt. 14:15).
El nombre incluye varias especies de pequeñas aves de rapiña.

nom, GAYO

tip, BIOG HOMB HONT
vet,
Transcripción griega del latín Gayo.
(a) Cristiano de Macedonia, y compañero de Pablo. Juntamente con Aristarco, fue arrestado y llevado al teatro durante el tumulto en Éfeso (Hch. 19:29).
(b) Converso de Derbe de Licaonia y compañero de Pablo (Hch. 20:4).
(c) Cristiano de Corinto a quien Pablo había bautizado, y que no sólo le había ofrecido hospitalidad a él, sino a toda la iglesia (Ro. 16:23; 1 Co. 1:14).
(d) Converso de Juan, cuyo andar en la verdad y en el amor es alabado por el apóstol. Es el destinatario de su tercera Epístola (3 Jn. 1).

nom, GAZA

tip, CIUD
sit, a3, 23, 217
vet,
Una de las cinco ciudades reales de los filisteos. De gran antigüedad, es mencionada ya en Gn. 10:19 como el límite de los cananeos.
Los anaceos moraban allí, pero Judá conquistó Gaza y sus ejidos (Jos. 11:22; Jue. 1:18).
Al llegar a la época de Sansón, los filisteos la habían vuelto a conquistar; Sansón fue hecho prisionero allí (Jue. 16:21).
Después, Salomón se apoderó de ella (1 R. 4:24).
Ezequías volvió a tomarla (2 R. 18:8).
Posteriormente, el rey de Egipto la atacó (Jer. 47:1, 5).
Al haber sido una fortaleza filistea, los profetas pronunciaron ayes sobre ella (Am. 1:6, 7; Sof. 2:4; Zac. 9:5).
Gaza era una estación de las caravanas que iban y volvían de Egipto; su estratégica situación al sur de Canaán le dio una gran importancia comercial.
Fue tomada a su vez por Cambises, por Alejandro Magno, y por los Ptolomeos; en el siglo XII de nuestra era fue conquistada por los caballeros del Temple.
Durante el imperio turco fue capital de su provincia.
Pasó a formar parte del territorio de Egipto a raíz de la derrota de Turquía frente a Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial (1914-1918); en 1967 fue arrebatada a los egipcios por los israelitas, que la siguen manteniendo bajo su administración.

nom, GAZER. Véase GEZER.

nom, GEBA

tip, CIUD
vet,
= «colina».
Ciudad en el límite nororiental de Benjamín (Jos. 18:24).
Fue una de las ciudades posteriormente entregadas a los levitas.
Cuando la división del reino, vino a ser el extremo norte de Judá.
De 1 S. 14:5 se deduce que Geba se hallaba al sur del paso de Micmas. La versión Reina-Valera dice aquí Gabaa; debería ser Geba. Ésta fue la escena de la aventurada empresa de Jonatán y su escudero contra los filisteos.
Se identifica con el pueblo de Jeba', que ocupa la antigua localidad. Se halla a unos 10 Km. al norte de Jerusalén.
Fue fortificada por Asa con materiales que su enemigo Baasa había usado para fortificar Ramá contra él (1 R. 15:22).
Es frecuentemente confundida con Gabaa en diversas versiones, debido a lo parecido de los nombres en el original.

nom, GEBAL

tip, CIUD
sit, a9, 546, 309
vet,
= «límite».
También conocida como Biblos, la moderna Jebeil. Antigua ciudad de Fenicia, sobre el Mediterráneo, cerca de la desembocadura del río Adonis, 38° 8' N.
Sus habitantes son llamados «giblitas» en Jos. 13:5. Había buenos canteros entre ellos, y ayudaron a la construcción del templo (1 R. 5:18). Se mencionan también los calafateadores y constructores de naves (Ez. 27:9).
En la época de Alejandro Magno, la ciudad se sometió pacíficamente, y le proveyó de una flota para ayudarle en el asedio de Tiro (332 a.C.).
Estrabón la menciona en la época de Pompeyo (106-36 a.C.) como una ciudad notable.

nom, GEDALÍAS

tip, BIOG SACE HOMB HOAT
vet,
«Dios es grande».
(a) Hijo de Ahicam, que había sido protector de Jeremías. Fue hecho gobernador de los que fueron dejados en la tierra cuando la deportación de los judíos después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Jeremías le acompañó. Evidentemente gobernó bien; fue asesinado traicioneramente por Ismael de Judá, que, según Josefo, era de la familia real (Ant. 10:9, 3). Gedalías había sido advertido, pero no quiso creer que Ismael pudiera ser capaz de tal traición (2 R. 25:22-25; Jer. 39:14; 40:5-16; 41:1-18; 43:6).
(b) Levita, hijo de Jedutún (1 Cr. 25:3, 9).
(c) Sacerdote que se casó con una mujer extranjera (Esd. 10:18).
(d) Abuelo del profeta Sofonías (Sof. 1:1).
(e) Hijo de Pasur, uno de los príncipes que hizo arrojar a Jeremías a la cisterna de la cárcel (Jer. 38:1).

nom, GEDEÓN

tip, BIOG JUEZ HOMB HOAT
vet,
= «cortante».
Hijo de Joás, de la familia de Abiezer, de la tribu de Manasés; vivía en Ofra (Jue. 6:11). Mientras sacudía el trigo en el lagar, en Ofra, para sustraerlo a los bandidos madianitas, el ángel de Jehová lo llamó para que librara a su pueblo (Jue. 6:12-24). Gedeón ofreció inmediatamente un sacrificio (cp. Éx. 20:24). Aquella misma noche derribó el altar de Baal, que pertenecía a su padre, y erigió un altar a Jehová (Jue. 6:25-27). Los habitantes de la ciudad exigieron la muerte de Gedeón, pero su padre argumentó que Baal mismo debía defender su causa, si era dios.
Gedeón recibió el nombre de Jerobaal: «Que Baal contienda». Gedeón convocó a los hombres de Manasés, de Aser, de Zabulón y de Neftalí (Jue. 6:35). Dudó sin embargo acerca de responder al llamamiento, hasta que quedó confirmado por el doble milagro del vellón de lana (Jue. 6:36-40).
Redujo el número de su tropa de 32.000 hombres a 300, a fin de que la gloria de la victoria no fuera atribuida al hombre, sino a Dios. Atacó después el campamento de los madianitas, que estaba en el valle de Jezreel (Jue. 6:33), cerca del collado de More (Jue. 7:1). En su desbandada, los madianitas huyeron en dirección al Jordán y hacia su país (cerca del golfo de Ákaba) (Jue. 7:24-8:3). Gedeón y sus hombres persiguieron a los madianitas hasta los confines del desierto; tomaron prisioneros a los dos reyes de Madián, y después Gedeón les dio muerte (Jue. 8:4-21).
Los israelitas quisieron ofrecer la corona a Gedeón, que la rechazó, reafirmando el principio teocrático: Jehová era el rey de Israel (Jue. 8:22). Entonces, Gedeón se hizo un efod con los pendientes de oro de los madianitas. Lo puso en Ofra, en el lugar que Jehová se le había aparecido y donde le había ordenado erigir un altar a Jehová para ofrecerle un holocausto (Jue. 6:12, 26).
Es evidente que los grandes privilegios dados a Gedeón le indujeron a pensar que le estaba abierto el camino al sacerdocio, teniendo como el sumo sacerdote el derecho a consultar a Dios por el pueblo mediante el efod. Esta falta de prudencia tuvo funestas consecuencias: el efod vino a ser un lazo para él mismo, para su familia, y para todo Israel (Jue. 8:24-27; cp. Lv. 20:6).
Gedeón tuvo numerosas esposas y 70 hijos, incluyendo el nefasto Abimelec.
Gedeón murió a una edad avanzada (Jue. 8:29, 32; He. 11:32).

nom, GEDOR

tip, CIUD BIOG HOMB HOAT
sit, a3, 305, 174
vet,
= «muro».
(a) Nombre de una población de Judá, a igual distancia entre Belén y Hebrón, y que está situada a dos millas del camino que comunica estas dos ciudades.
(b) Un nombre de los que figura entre la posteridad de Judá se conserva de esa manera (1 Cr. 4:4-18).
(c) Es también el nombre propio de un jefe de la tribu de Benjamín, antecesor de Saúl (1 Cr. 8:31; 9:37).
(d) Un pueblo situado en territorio de Benjamín llevaba este nombre (1 Cr. 4:39).
(e) Nombre de una población situada en el límite sudeste de Judá (1 Cr. 4:39).

nom, GEHENA. Véanse CASTIGO ETERNO y SEOL.

nom, GENEALOGÍA

vet,
Lista de antecesores de una persona o de una familia.
La organización de Israel como nación hacía necesario guardarlas minuciosamente.
El derecho a la sucesión al trono, al sumo sacerdocio, a la dirección de una tribu, de un clan, de una casa patriarcal, la misma pertenencia al pueblo escogido, dependían de las genealogías. Así, se hallan documentos genealógicos precisos desde el mismo origen de la nación judía (Gn. 35:22-26; cp. Gn. 35:36; 46:8-27; Éx. 6:14-25; Nm. 1:2, 18; 1 Cr. 5:7, 17).
En la época de Esdras, debido a la pérdida de algunos registros, hubo muchos que no pudieron demostrar su línea sacerdotal, y fueron por ello excluidos del sacerdocio (Esd. 2:61, 62; Neh. 7:63, 64).
Las «genealogías interminables» contra las que advertía Pablo a Timoteo y a Tito parecen haber sido las genealogías gnósticas de eones y de otros seres imaginarios (1 Ti. 1:4; Tit. 3:9).

nom, GENEALOGÍA DE JESUCRISTO

vet,
Mateo 1:1-16 indica la descendencia directa de Cristo desde Abraham.
En Lc. 3:23-38 se halla su genealogía en sentido inverso, remontándose hasta Adán, y hasta Dios.
Mateo quiere probar el derecho legal de Cristo al trono de David y a las promesas del pacto que Dios había concertado con Abraham (Mt. 1:1).
Lucas, iniciando su genealogía con el Segundo Adán, el Hijo eterno y unigénito de Dios, remonta la genealogía hasta el primer Adán, hijo de Dios por creación (Lc. 3:38).
Parece que es para facilitar la memorización que Mateo, al citar el registro oficial, menciona tres veces catorce generaciones, con lo que hay 42 generaciones de Abraham a Jesús: 14 de Abraham a David, 14 de David a la deportación a Babilonia, y 14 desde esta deportación a Jesucristo. Para obtener esta simetría, se ha omitido la mención de los reyes Ocozías, Joás y Amasías entre Joram y Uzías en la segunda división. Pudiera ser que hubiera alguna omisión análoga en la última lista de 14 personas. Por su parte, Lucas enumera 41 nombres de David a Jesús, en tanto que Mateo da 28, o 31 si se añaden los tres monarcas citados. Si Salatiel y Zorobabel, mencionados por Mateo, son los mismos que aparecen en la lista de Lucas, cosa muy probable, se suscita el siguiente problema: Mateo da a Jeconías como padre de Salatiel, en tanto que Lucas da el nombre de Neri. En realidad, los dos evangelistas presentan, de David a Jesús, dos líneas diferentes, que divergen a partir de David. La primera pasa por Salomón, y la segunda por su hermano Natán. En el cuadro adjunto se pueden observar las diferencias entre ambas genealogías.
A estas divergencias se pueden dar dos explicaciones plausibles:
(A) La Iglesia primitiva pensaba mayoritariamente que estas dos listas dan la genealogía de José. Juliano el Africano (220 d.C.) fue el primero del que sepamos que estudió la cuestión. Su teoría es que Melqui (Juliano poseía una copia defectuosa) y Matán, los abuelos de José citados en las dos genealogías, se habían casado, uno después del otro, con la misma mujer. Así, Elí y Jacob serían medio hermanos, teniendo la misma madre, aunque diferentes padres. Elí se habría casado y, muerto sin dejar descendientes, Jacob, siguiendo la ley del levirato (Dt. 25:6), hubiera tomado la viuda de su hermano, engendrando para su hermano un hijo, José. Ésta sería la razón de que Mateo dice: «Matán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José», en tanto que Lucas declara: «José hijo de Elí, hijo de Matat». Admitiendo esta teoría, se puede resolver el problema con gran sencillez, admitiendo que la lista de Mateo menciona a los herederos legales al trono de David, en tanto que Lucas indica la ascendencia paterna de José. La línea de Salomón se extinguió con Jeconías, conocido también bajo el nombre de Joaquín (Jer. 22:29-30). El derecho a la sucesión pasa a la línea davídica colateral de Natán, hijo de David. Es Salatiel el representante de esta línea. Durante un corto período de tiempo, la descendencia real coincide con la ascendencia natural de José, pero después de Zorobabel las dos líneas divergen. La familia del primogénito, a quien correspondía el derecho de la sucesión al trono, acabó extinguiéndose, y los descendientes del menor adquirieron el derecho a la sucesión. Matat (en ocasiones identificado con Matán), que pertenecía a esta línea, vino a ser el heredero aparente. Se supone que tuvo dos hijos, Jacob y Elí. Jacob, el primogénito, no habría tenido hijos, sino probablemente una hija, la virgen María. Elí, el menor, tuvo un hijo, José; como Jacob no tenía ningún descendiente varón, José vino a ser el heredero de su tío y del derecho a la sucesión. El sentido entendido de la terminología genealógica permitía decir a Lucas: «José hijo de Leví». Esta es la primera teoría.
(B) Con la Reforma surgió otra concepción de las dos genealogías, que parece la más ajustada a la realidad. Según esta teoría, el registro de Mateo da la genealogía de José, presentándolo como heredero del trono de David, en tanto que Lucas expone la genealogía de María, mostrando que Jesús es el verdadero hijo de David. Para ello se presentan tres argumentos: Lucas declara categóricamente que Jesús no tuvo padre humano; en hebreo se emplea corrientemente el término «hijo» para designar a un descendiente incluso remoto; finalmente, en el texto se dice solamente que se creía que Jesús era hijo de José (Lc. 3:23). Según Lucas, Jesús es nieto de Elí el padre de María, y por ello descendiente directo de David.
La afirmación de Mateo, según la que Salatiel era hijo del rey Jeconías, en tanto que Lucas dice que era hijo de Neri, suscita un problema que no se relaciona solamente con esta segunda teoría, sino también con la primera. La solución pudiera ser muy sencilla: En el año 562 a.C., 25 años después de la caída de Jerusalén, era Jeconías quien, a pesar de su prolongado cautiverio, era reconocido virtualmente como rey de Judá (2 R. 25:27). Cuando fue deportado en el año 597 a.C., no tenía hijos. Era entonces relativamente joven, pero en 2 R. 24:8, 12, 15 no se mencionan niños entre los miembros de su familia. Jeremías había profetizado que no se sentarían hijos suyos en el trono (Jer. 22:30; cp. lo que se dice de su padre en Jer. 36:30). En Mt. 1:12 se dice: «Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel.» En todas las Escrituras, los pasajes paralelos armonizan. Las dos genealogías son inteligibles si este versículo de Mateo se entiende según el sentido amplio de una fórmula genealógica indicativa de la sucesión real legal. A la muerte de Jeconías, el derecho al trono pasó a Salatiel, descendiente directo de David. Bien podría ser que hubiera estrechos lazos de parentesco entre Jeconías y Salatiel. Si Jeconías no tuvo hijos, sino sólo una hija, el derecho de la sucesión hubiera pasado a los hijos de ella, según la Ley (Nm. 27:8-11). La fraseología de estas genealogías se explicaría de esta manera por la suposición de que Neri se casó con la hija de Jeconías, y que Salatiel fue su hijo. La línea de Salatiel fue contada conforme a la costumbre, remontando de su padre a Natán y a David; el derecho de Salatiel a la corona le venía de Jeconías, su abuelo materno. Jeconías descendía de Salomón y de David.
En 1 Cr. 3:17 dice, en el original: «Y los hijos de Jeconías el cautivo: Salatiel su hijo». La aposición «su hijo» se aplica especialmente a Salatiel; lo califica de una manera particular en el sentido de que se juzga necesario repetir el término hijo; en tanto que ya figura formalmente dentro del grupo de los hijos de Jeconías. Este título así destacado de hijo estipula que Salatiel debía suceder a Jeconías. Si Salatiel era hijo de la hija de Jeconías, podía con todo derecho recibir el nombre de hijo de este último, al igual que Abiezer, hijo de la hermana de Galaad, hijo de Manasés, es contado entre el número de los hijos de Manasés y de los hijos de Galaad (1 Cr. 7:14, 18; Nm. 26:30).

nom, GENERACIÓN

vet,
(a) Heb. «dor», lit. «círculo», de ahí edad, periodo, ciclo, se usa también en plural, «muchas generaciones» (Dt. 32:7); se usa de la gente viviendo en un ciclo, el grupo de personas nacidas aproximadamente al mismo tiempo «justo delante de mí en esta generación» (Gn. 7:1); «cuatro generaciones» (Jb. 42:16); se usa también de gente de un tipo o forma particular de ser, con una cierta implicación a unas cualidades heredadas; los malos (Dt. 32:5; Pr. 30:11); los justos (Sal. 14:5; 112:2).
(b) Heb. «tõl'dhõth», «nacimientos», se usa así para denotar
(A) un relato de un hombre y sus descendientes: «el libro de las generaciones de Adán» (Gn. 5:1);
(B) o de familias sucesivas: «las familias de los hijos de Noé por sus descendientes» (Gn. 10:32);
(C) o divisiones genealógicas: «Los hijos de Rubén... por su descendencia, por sus familias» (Nm. 1:20);
(D) de manera figurada, de la historia del origen de las cosas creadas: «Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra» (Gn. 2:4).
(c) Gr. «genea»: «un engendramiento», «nacimiento», «natividad»; por ello:
(A) los sucesivos miembros de una genealogía: «Todas las generaciones de Abraham hasta David» (Mt. 1:17);
(B) una raza o clase, distinguida por características comunes, siempre malas en el NT: «¡Oh generación incrédula y perversa!» (Mt. 17:17);
(C) las personas que ocupan un período: «No pasará esta generación» (Lc. 21:32);
(D) una edad (el tiempo medio de una generación, 33 años): «Que había estado oculto desde los siglos y edades» (gr.: «escondido de edades y de generaciones ) (Col. 1:26). Este término se aplica también por transferencia de pensamiento a la duración de la eternidad «Por todas las edades, por los siglos de los siglos».
(d) Gr. «génesis» «fuente» «origen»: «Libro de la genealogía de Jesucristo (Mt. 1:1; Reina-Valera 1909 «Libro de la generación»).
(e) Gr. «génnëma», «descendencia», «progenie», en forma figurativa «¡Oh generación de víboras!» (Lc. 3:7)
(f) Gr. «génos», «raza», en este caso espiritual: «Mas vosotros sois linaje escogido» (1 P. 2:9).

nom, GÉNEROS LITERARIOS

ver, LITERATURA EN LA BIBLIA, EXÉGESIS, GRIEGO BÍBLICO, TEXTO Y VERSIONES CLÁSICAS DE LA BIBLIA
vet,
Es una expresión más común entre los exegetas y biblistas católico-romanos para expresar la disciplina del estudio de las fuentes que contribuyeron a la formación de los textos bíblicos.
La expresión es usada a partir de los estudios del dominico francés José María Lagrange, y oficialmente se empezó a usar en la Encíclica «Spiritus Paraclitus» del papa Benedicto XV, y se hizo aún más aceptada por la de Pío XII «Divino Afflante Spiritu» (de 30 sept. 1943), que abrió las puertas a una investigación seria de la Biblia en la Iglesia de Roma, donde los biblistas fueron muchas veces perseguidos por no estar siempre de acuerdo sus investigaciones con la doctrina oficial de Roma.
La frase «géneros literarios» encierra en realidad varias disciplinas que los protestantes habían cultivado ya desde el siglo XVIII tales como el estudio de las «unidades redaccionales» (Formgeschichte), el lugar y ambiente (Sitz im Leben), Alta Crítica (Higher Chriticism), Historiografía y Critica Textual (Lower Chriticism).
Entre los protestantes destacan: Julius Wellhausen (1844-1918), Johann Gottefried Eichhorn (1752-1827), Rudolph Bultmann (1884-1979) y sus colegas Gunkel, H. Gressmann, O. Eissfeldt y A. Bentzen. Estos autores están considerados entre los exponentes de la llamada «Alta Crítica».
En el estudio de la Crítica Textual, también llamada «Baja Crítica», los pioneros en el campo protestante son Konstantine von Tischendorf (1815-1874), los obispos anglicanos Brooke Foss Westcott (1825-1901) y Joseph Barber Ligthfoot (1828-1889), de Durham, y Rudolph Kittel (1853-1929) y su hijo Gerhard Kittel (1888-1948). Entre los católicos podemos enumerar al mismo José María Lagrange y al jesuita español José María Bover. La crítica textual ha dado muchos frutos para el estudio y edición de los textos científicos de la Biblia que redundan en la piedad y espiritualidad en las Iglesias cristianas. Esta disciplina es aceptada y apreciada también por los evangélicos conservadores, pero no así la llamada Alta Crítica. (Véanse LITERATURA EN LA BIBLIA, EXÉGESIS, GRIEGO BÍBLICO, TEXTO Y VERSIONES CLÁSICAS DE LA BIBLIA).

nom, GENESARET

tip, LLAN
ver, MAR
sit, a1, 479, 275
vet,
(La primera sílaba del nombre es una evidente derivación del heb. «gan», «vergel»; pudiera ser un compuesto, «gannë sãrîm», «vergel principesco»).
Nombre de una llanura que bordea el lago de su nombre, o mar de Galilea (véase) por el noroeste. Tiene unos 2 Km. de anchura y 5 Km. de longitud norte-sur, llegando cerca de Tell Hum. Tiene algunos manantiales, además de tres arroyos que lo cruzan. Bien irrigado, es sumamente fértil.
Josefo da una entusiasta descripción (Guerras 3:10, 8). Al estar cerca de Capernaum, es indudable que el Señor lo recorrió con frecuencia, y que allí tuvieron lugar muchos de sus milagros (Mt. 14:34; Mr. 6:53).
Su nombre árabe es el Ghuweir.

nom, GÉNESIS

tip, LIBR LIAT
ver, CREACIÓN, DILUVIO, BABEL, GENERACIÓN, PENTATEUCO, CRONOLOGÍA BÍBLICA, ÁNGEL DE JEHOVÁ, ABRAHAM, MARDIKH (TELL)
vet,
Gr. «génesis», «origen».
Nombre que se le da en la versión LXX al primer libro del AT; proviene del heb. «B'rëshith», «en el principio», frase con la que comienza el libro.
Génesis se divide en tres secciones:
(a) Descripción del mundo, su creación y sus relaciones con Dios, comienzo de la historia humana (Gn. 1:1-2:2).
(b) Esquema de la historia de la humanidad antes de Abraham; revelación de las relaciones entre Dios y la raza humana; comienzo de la historia del pueblo escogido (Gn. 2:4-11:26).
(c) Historia del pueblo del pacto hasta su ida a Egipto (Gn. 11:27-50:26).
Respecto a la primera sección, véase CREACIÓN. Con respecto a la segunda sección, véanse DILUVIO, BABEL, etc.
(a) SINOPSIS.
Una breve sinopsis de Génesis es como sigue:
Creación del universo y de la tierra con todo lo que ésta contiene (Gn. 1:1-2:3);
relato particularizado de la creación del hombre y de la mujer (Gn. 2:4-25);
la caída (Gn. 3),
progreso del pecado (Gn. 4:1-15),
la línea impía (Gn. 4:16-24),
la línea elegida (Gn. 4:25-5:32),
el aumento del pecado (Gn. 6:1-8),
el diluvio (Gn. 6:9-9:17),
la repoblación de la tierra (Gn. 9:18-10:32),
la construcción de la torre de Babel (Gn. 11:1-9) y
el origen de la raza semítica (Gn. 11:10-26),
el inicio de la carrera de Abraham, su llamamiento, su peregrinación en Canaán (Gn. 11:27-25:10),
la vida de Isaac, desde la muerte de su padre hasta la partida de Jacob hacia Mesopotamia (Gn. 25:11-27:40),
la vida de Jacob desde su partida a Mesopotamia hasta la muerte de Isaac (Gn. 27:41-35:29),
la descendencia de Esaú (Gn. 36),
el comienzo de la historia de José hasta que fue vendido en Egipto (Gn. 37),
el pecado de Judá (Gn. 38),
la condición de José en Egipto (Gn. 39-45),
las circunstancias relativas a la vida de Jacob, de su familia y de José en Egipto (Gn. 46-49),
la muerte de Jacob y de José (Gn. 50).
Génesis tiene diez divisiones naturales que tienen como encabezamiento la fórmula «Éstos son los orígenes» (heb. «tol'doth», véase GENERACIÓN), o traducciones equivalentes (Gn. 2:4; 5:1; 6:9; 10:1; 11:10; 11:27; 25:12; 25:19; 36:1, 9; 37:2).

Para la cuestión del autor, de la unidad, autenticidad, véase PENTATEUCO.

(b) MENSAJE ESPIRITUAL.
Este libro fundamental nos introduce de una manera magistral en la revelación escrita de Dios. Al explicarnos los orígenes traza, simultáneamente, las líneas maestras que conducen a través de toda la Biblia hasta la consumación final del Apocalipsis.
En Génesis hallamos efectivamente el origen de todas las cosas: la creación de los cielos y de la tierra, del hombre, del paraíso, del árbol de la vida, la primera mención del tentador, la caída y el comienzo del pecado entre la raza humana, primer juicio universal mediante el agua, la torre de Babel, confusión de las lenguas, la vocación del pueblo de Dios.
En el Apocalipsis todo se consuma: nuevos cielos y nueva tierra, la humanidad glorificada, el paraíso eterno y el árbol de la vida (Ap. 2:7; 22:2), castigo definitivo de Satanás, fin del pecado, segundo juicio universal por fuego (Ap. 20:11; 2 P. 3:5-12), reunión de los hombres de todas las lenguas alrededor del Cordero (Ap. 5:9), su reinado eterno en la Nueva Jerusalén en la presencia inmediata de Dios (Ap. 21:22).
En ello se tiene una de las pruebas de la extraordinaria unidad de la inspiración de la Biblia, escrita a lo largo de unos 16 siglos por un cúmulo de diferentes autores.
Como es natural, Génesis es citado incesantemente de manera directa o indirecta en el AT. El Señor se presenta constantemente como «el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob», nombre que sería incomprensible sin el libro de Génesis. Y tampoco se podrían concebir ni el origen ni el llamamiento de Israel sin este libro. Nos hallaríamos con un gran vacío si careciéramos de los primeros 11 capítulos, que sirven como semillero de toda la historia de la redención. Señalemos también que los capítulos 12-50 (39 capítulos, casi 3/4 del libro) se dedican a cuatro biografías, llenas de enseñanzas acerca del individuo, de la familia, de la educación, y de la acción de Dios a través de las generaciones.
En cuanto al NT, hay más de 60 citas de Génesis:
Cristo mismo confirma sus principales relatos:
la creación del hombre y de la mujer (Mt. 19:4-6),
asesinato de Abel (Lc. 11:49-51),
el diluvio (Lc. 17:26-27),
Abraham, Isaac y Jacob (Mt. 22:32; Jn. 8:56),
circuncisión de los patriarcas (Jn. 7:21-23), etc.
Esteban hace en Hechos un resumen desde el llamamiento de Abraham hasta el descenso a Egipto con José (Hch. 7:1-17).
Pablo hace constantes alusiones a los personajes y a los hechos espirituales de Génesis (por ej., Ro. 4; 5:12-21; 9:7-13; 1 Co. 11:7-12; 2 Co. 11:3; Gá. 3:6-18; 4:21-31; 1 Ti. 2:13, etc.).
En cuanto a la epístola a los Hebreos, cp. Melquisedec (He. 7:1-22), sobre la creación, y sobre los patriarcas, desde Abel hasta José (He. 11:3-22).

(c) LUGAR OCUPADO POR CRISTO.
El lugar ocupado por Cristo en Génesis es lo que da un mayor valor a este libro. El mismo Jesús advirtió que Moisés había escrito de él, y que si no creemos a Moisés no podremos creer en sus palabras (Lc. 24:25-27, 44; Jn. 5:46-47; 8:56).
Ya en el relato de la Creación podemos ver una alusión velada a la Trinidad con el plural usado a propósito de Dios (Gn. 1:1, Elohim, etc.), y en el consejo tenido en el seno de la Deidad en el momento de la creación del hombre (Gn. 1:26; cp. Jn. 1:1-3; Col. 1:16; He. 1:10).
Adán era figura de Aquel que había de venir (Ro. 5:14, 15; 1 Co. 15:22, 45-49). La promesa de la simiente de la mujer que aplastará la cabeza de la serpiente (Gn. 3:15) recibe el nombre de «protoevangelio», el primer anuncio de la redención mediante la encarnación y sufrimientos.
Abel es declarado justo por su fe en un sacrificio cruento, más excelente que el de Caín (Gn. 4:4; He. 11:4).
El agua del diluvio fue una figura del bautismo, y el arca es una de las imágenes de la salvación en Cristo, que pasa a través del juicio dando refugio a los que se allegan a Él, y que mueren y resucitan con Él (1 P. 3:21; Ro. 6:3-4).
Melquisedec es un tipo de nuestro eterno y perfecto Sumo Sacerdote (Gn. 14:18-20; He. 7:1-8, 24-25).
El ángel de Jehová (véase) es igualmente una teofanía, una manifestación de Aquel que da evidencia visible de la presencia de Dios (Gn. 16:7 ss.; 18:2 ss.; 22:11 ss.; 32:24 ss.).
El sacrificio de Isaac, el hijo único tanto tiempo esperado, en Moria (cp. 2 Cr. 3:1), presenta analogías extraordinarias con las del Hijo unigénito de Dios casi en el mismo lugar (Gn. 22; He. 11:17-19; Gá. 3:16).
Silo, el soberano, vendrá un día de la tribu de Judá (Gn. 49:9-10). Es así que se precisa la línea del Mesías: nacerá de nuestra raza (Gn. 3:15), el pueblo originado en Abraham (Gn. 22:17-18), de la tribu de Judá (Gn. 49:10), de la familia de David (2 S. 7:13-16), de María (Lc. 1:32).

(f) MARCO HISTÓRICO.
Con respecto al marco histórico de Génesis, véanse última sección de ABRAHAM, MARDIKH (TELL), PENTATEUCO, y también CREACIÓN, DILUVIO.

Bibliografía:
J. G. Bellet: «The Patriarchs» (Bible Truth Publishers, Oak Park, Illinois, s/f);
J. Calvino: «Génesis» (Banner of Truth, Londres, reimp. 1975);
R. S. Candlish: «Studies in Genesis» (Kregel Pub., Grand Rapids, Michigan, 1979);
U. Cassuto: «From Adam to Noah» (The Magnes Press, The Hebrew University, Jerusalem, 1961/72);
C. F. Keil y F. Delitzsch: «The Pentateuch» (William B. Eerdmans Publishing Co., Grand Rapids, Michigan, reimp. 1981);
H. C. Leupold: «Exposition of Genesis» (2 vols., Baker Book House, Grand Rapids, Michigan, 1942/1981);
A. Jukes: «Types in Genesis» (Kregel Pub., Grand Rapids, Michigan, 1976);
C. H. Mackintosh: «Génesis» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, California, 1964);
H. M. Morris: «The Genesis Record» (Creation-Life Publishers, San Diego, California, 1976);
E. J. Young: «Una introducción al Antiguo Testamento» (T.E.L.L., Grand Rapids, Michigan, 1977) y
E. J. Young:«Studies in Genesis One» (Reformed and Presbyterian Pub. Co., Nutley, N. J., 1975).

nom, GENTILES

ver, EXTRANJERO
vet,
Todas las naciones que no eran de la raza israelita (Is. 49:6; Ro. 2:14; 3:29).
Los judíos eran el pueblo escogido de Dios; su elevada religión contrastaba de manera acusada con los falsos cultos de los gentiles. Había rigurosas leyes para impedir la corrupción de las costumbres y de la verdadera religión, penando la promiscuidad con los idólatras. Ello indujo a los judíos a menospreciar a los gentiles, y a ser injustos con ellos.
Dios había escogido a Israel para que fuera «luz de los gentiles» (Is. 49:1-6); tenía también promesas para ellos (Is. 2:2-4; Am. 9:12; Zac. 9:7).
Pedro, instruido por la visión en Jope, cruzó la barrera que separaba a los israelitas de los paganos, visitó a Cornelio el gentil, comiendo con él, lo que escandalizó mucho incluso a los judíos cristianos (Hch. 10:28; 11:3).
Cuando Pablo, desde la escalera de la torre Antonia, declaró que Dios le había dado la comisión de predicar a los gentiles, los judíos congregados en el patio del templo exigieron su muerte con gran clamor (Hch. 22:21, 22).
Las iglesias primitivas estaban formadas principalmente por gentiles.
El primer concilio de Jerusalén rechazó la imposición de la carga de las ordenanzas mosaicas a los cristianos provenientes de los gentiles (Hch. 15:1-29). (Véase EXTRANJERO).

nom, GERA

tip, MEDI BIOG HOMB HOAT
vet,
= «grano».
(a) La menor de las medidas de peso, y base en el sistema de pesas de los judíos.
Era la veinteava parte de un siclo (Éx. 30:13; Lv. 27:25; Nm. 3:47).
(b) También se usa como nombre propio:
Hijo de Benjamín (Gn. 46:21). Probablemente representa un clan familiar, puesto que Ehud y Simei se llaman «hijos de Gera» (Jue. 3:15; 2 S. 16:5).

nom, GERAR

tip, CIUD
sit, a3, 95, 276
vet,
= «recipiente circular».
Ciudad antigua del sur de Palestina en una región fértil cerca de Gaza (Gn. 10:19; 2 Cr. 14:13).
Ocupada en tiempos antiguos por los filisteos (Gn. 36:1).
Identificada comúnmente con un terraplén inmenso cubierto de ruinas al sur de Khirbet-el Gerar.

nom, GERGESENOS. Véanse GADARA, GADARENOS.

nom, GERGESEOS

tip, TRIB
vet,
Pueblo descendiente de Canaán (Gn. 10:16), relacionado con los cananeos en la lista de tribus o naciones que moraban en el país (Gn. 15:21; Dt. 7:1; Jos. 3:10; 24:11; Neh. 9:8).
Los hay que suponen que este nombre sobrevivió en el de «gadarenos». Sin embargo, Josefo afirma que no se sabía nada de cierto (Ant. 1:6, 2).
Las identificaciones con los Qarquish de los registros egipcios de Ramsés II y con los Kirkishati de una tableta asiria son dudosas.
Probablemente estaban emparentados estrechamente con los heteos.

nom, GERIZIM

tip, MONT
ver, EBAL
sit, a2, 321, 193
vet,
(y EBAL)
Montañas que forman el flanco sur del valle donde floreció la antigua Siquem, hoy Nablús.
El monte Gerizim se eleva a 868 m. sobre el nivel del mar.
Cuando los israelitas conquistaron la Palestina central, Josué llevó al pueblo a ese lugar, y repartiendo la mitad de las tribus en Gerizim y la otra mitad en Ebal, hizo que repitieran las bendiciones y las maldiciones de la ley (Dt. 11:29; 27:12, 13).
En ese mismo lugar, Jotam, hijo de Gedeón, habló por parábolas al pueblo de Siquem (Jue. 9:7).
Los samaritanos construyeron un templo de Gerizim, constituyéndolo en monte sagrado. Se refirió a él la mujer samaritana en su conversación con Jesús (Jn. 4:20-21).
La pequeña comunidad samaritana que aún existe celebra allí la fiesta de la Pascua con inmolación del cordero según el antiguo ritual.
La ortografía del nombre de esta montaña no es igual en las versiones castellanas; la Reina-Valera escribe Gerizim; otras, Garicim, Garizim, Guerizim.

nom, GERSÓN

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
= «expulsión». Gersonitas.
El hijo mayor de los tres de Leví, de quien recibieron su nombre las tres ramas de los levitas (Gn. 46:11; Éx. 6:16. Los hijos de Gersón fueron Libni y Simei (Éx. 6:17; 1 Cr. 6:17, 20, 21, 39-43). Durante la peregrinación por el desierto, sus descendientes tenían como misión el transporte del tabernáculo.
Asaf, el famoso cantor y profeta, era de su linaje.
En el censo hecho en el Sinaí los varones gersonitas llegaron a 7.500.
Les fueron repartidas trece ciudades en el norte de Canaán, siendo dos de ellas ciudades de refugio (Jos. 21:6, 27-33; 1 Cr. 6:62, 71-76).

nom, GESEM

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
= «corporeidad».
Un árabe que, junto con Sanbalat y Tobías, intentó impedir la reconstrucción de Jerusalén (Neh. 2:19; 6:1, 2).
En Neh. 6:6 se le da el nombre de Gasmu, posiblemente la forma asiria.
Se ha especulado que se tratara del jefe de una tribu árabe establecida en Palestina en tiempos de Sargón, cuando la repoblación del norte con gentes extranjeras, o quizás establecida en tierras de Judá en la época del exilio babilónico.

nom, GESUR

tip, PAIS
sit, a6 379, 142
vet,
= «puente».
Distrito situado entre Hermón y Basán, en los confines de Argob (Dt. 3:14; Jos. 12:5; 13:11, 13; 1 Cr. 2:23).
Este país se encontraba, indudablemente, al este de Maaca, por cuanto Maaca tocaba a Neftalí.
El país de Gesur probablemente se extendía del lago de Galilea a Basán; era un reino arameo (2 S. 13:37; 15:8); David tomó como esposa a una mujer de Gesur; Absalón, el hijo que tuvo con ella, se refugió allí después de haber dado muerte a Amón (2 S. 3:3; 13:37).

nom, GETSEMANÍ

tip, LUGA
vet,
Derivado del arameo: «prensa de aceite».
Nombre del huerto en el monte de los Olivos donde el Señor Jesús se reunía frecuentemente con sus discípulos. Fue allí que pasó una parte de la noche después de la última Pascua, y donde sufrió una intensa agonía ante la perspectiva de tener que apurar la copa de la ira divina por el pecado. Allí vinieron ángeles a servirle. Allí también fue traicionado por Judas con un beso, y arrestado (Mt. 26:36; Mr. 14:32; Lc. 22:39; Jn. 18:1, 2).
El lugar tradicional está totalmente vallado, y mantenido como jardín, en la ladera noroeste del monte Olivete.
Está frente y no lejos de la puerta de San Esteban.
Hay algunos venerables olivos, de los que se dice que son los que había allí en tiempos del Señor. Sin embargo, no pueden ser los mismos, por cuanto Tito, durante el asedio de Jerusalén en el año 70, hizo talar todos los árboles cercanos a la ciudad (Guerras, 6:1, 1). Los existentes, aunque muy antiguos, tienen que ser posteriores. No hay certeza en cuanto a la exacta localización del sitio donde el Señor pasó su agonía, a pesar de la localización tradicional.

nom, GEZER

tip, CIUD
sit, a2, 215, 390
vet,
= «precipicio».
Ciudad antigua de los cananeos colindante con Efraín (1 Cr. 7:28) y dada a los levitas (1 Cr. 6:62-67).
Los efrainitas cometieron la falta de no expulsar al cananeo, dejándolo como tributario (Jue. 1:29).
Fue uno de los lugares más importantes en las guerras de los macabeos (libro apócrifo 1 Mac. 9:52).
Identificado con el moderno Tel-el Dyeser.
Una piedra en las ruinas lleva la siguiente inscripción en hebreo y griego: «límite de Gezer».

nom, GIBETÓN

tip, CIUD
sit, a3, 214, 6
vet,
= «montículo».
Ciudad de refugio en Dan, quizá la moderna Dyibia al nordeste de Lyda (Jos. 19:44; 21:23).
Sufrió dos sitios, uno por Nadab, rey de Israel, y veinticinco años más tarde por Omri, proclamado rey por el ejército (1 R. 15:27; 16:15-17).

nom, GIEZI

tip, BIOG HOMB HOAT
vet,
= «valle de vista».
Siervo de Eliseo (2 R. 4:12-27; 5:20-27).
Es tipo del hombre cuya avaricia le arruina. Su entrevista con el rey de Israel después de haber sido castigado con la lepra presenta dificultades. Los rabinos suponen que Giezi, arrepentido, había sido sanado por el profeta.

nom, GIGANTES
vet,
El Antiguo Testamento habla con frecuencia de hombres de la Antigüedad cuya fuerza física y altura les ganó el nombre de «gigantes», traducción de tres términos hebreos:
(a) «Nephilim».
Etimológicamente significa seres caídos, seres delante de quienes uno cae en admiración, o bien «hombres de renombre».
Según la mitología grecolatina, los gigantes eran seres fabulosos, hijos de la Tierra y de Tártaro, que pretendían escalar el cielo en su furia contra los dioses. Pero «nephilim» no implica grande estatura ni en Gn. 6:4 ni en Nm. 13:33, los únicos textos en que se mencionan.
Las frases «vimos allí gigantes..», «éramos como langostas» es una hipérbole para expresar el miedo que les causaron.
(b) Gibborim.
Significa «los fuertes» o «los héroes». No se justifica la traducción gigantes.
(c) Los «rephaim».
Éste es el equivalente exacto de «gigantes» y se refiere a ciertos antiguos habitantes de Canaán (2 S. 21:15-16, 20-22; 1 Cr. 20:4, 6, 8). Hasta en los días de David los tenemos en Gat, entre los filisteos. Un nombre geográfico, el valle de los «Refaim», cerca de Jerusalén, indica cuando menos su paso por ese rumbo (Jos. 15:8; 2 S. 5:18). Los datos proporcionados en Gn. 14 y confirmados por Dt. 2:10-26 se remontan a una época muy antigua. Es fácil que la Palestina fuera poblada por los «rephaim» antes de la entrada de los cananeos, en el tercer milenio a.C. Goliat era racialmente de los «rephaim», si bien, políticamente, filisteo. Medía unos 2'60 m. de altura; la cama de Og (otro de los gigantes famosos) medía unos 3'50 m. de largura. Después de David no se menciona a los gigantes «rephaim».

nom, GIHÓN

tip, FUEN RIOS
ver, DILUVIO
vet,
=«salto o cascada».
(a) Única fuente de agua viva en la proximidad de Jerusalén, mencionada tres veces en el Antiguo Testamento (1 R. 1:33, 45; 2 Cr. 32:30; 33:14).
Se encuentra en el costado derecho del valle del Cedrón a 636 m. de altura frente a la aldea de Siloé.
Desde la época cananea se emprendieron obras hidráulicas para conducir el agua dentro de los muros de Jerusalén en beneficio de los habitantes durante cualquier sitio (1 Cr. 11:6).
(b) Llámase Gihón también a uno de los cuatro ríos del paraíso (Gn. 2:4), y se ha intentado inútilmente identificarlo con diversos ríos. Evidentemente, el diluvio provocó inmensos cambios en las formas de la superficie de la tierra. (Véase DILUVIO).

nom, GILBOA

tip, LUGA MONT
sit, a2, 399, 134
vet,
= «fuente borboteante».
Terreno montañoso en el que, derrotados por los filisteos, hallaron la muerte Saúl y Jonatán (1 S. 28:4; 31:1, 8; 2 S. 1:6, 21; 21:12; 1 Cr. 10:1, 8).
Cuando llegaron las nuevas a David, dijo, en sus lamentaciones: «Montes de Gilboa, ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas.».
Se ha identificado con el monte Jebel Faku'a.
Se levanta sobre el borde oriental de la llanura de Esdraelón.
Tiene un imponente aspecto visto desde la llanura, pero su cumbre más alta no pasa de los 517 m.
Su orientación es de noroeste a sudeste y sur. Es posible que Jelbun, una pequeña población en su ladera occidental, sea una forma del antiguo nombre Gilboa.

nom, GILGAL

tip, LUGA
sit, a2, 427, 411
vet,
= «círculo de piedras», «rodar» y «oprobio» en Jos. 4:20.
(a) Primer campamento de Israel después de cruzar el Jordán (Jos. 4:19; 5:2-9). Parece que Josué tuvo su cuartel general allí hasta quebrantar la fuerza de los cananeos en la batalla del lago Merom (Jos. 14:6; Jue. 2:1). Se consideró como lugar sagrado (1 S. 10:8; 11:14; 13:7-14; 15:12, 21-23). Los que permanecieron leales a David lo encontraron allí después de la muerte de Absalón (2 S. 19:12, 40). En el siglo VIII a.C. fue un santuario idólatra (Os. 4:15; Am. 5:5).
(b) Un lugar entre Bet-el y Siquem incluido en la visita anual de Samuel, y lugar de encuentro entre Elías y Eliseo (1 S. 7:16; 2 R. 2:1). Hoy Dyldylia.
(c) Un lugar al este del monte Gerizim, hoy Dyuledyl (Dt. 11:30; Jos. 12:23).
(d) Un lugar fronterizo de Judá también llamado Guelilothy Beth-Guilgal (Jos. 15:7; 18:17; Neh. 12:29).

nom, GILO

tip, LUGA
vet,
= «destierro».
Lugar en las montañas de Judá (Jos. 15:51; 2 S. 15:12; 17:23).

nom, GIMNASIO

vet,
(del gr. «gumnos», «desnudo»).
Lugar de ejercitación física. Eran instituciones de carácter oficial en las que los jóvenes, desnudos (de ahí su nombre), aprendían diversas disciplinas deportivas.
En Jerusalén se construyó uno en época del sumo pontífice Jasón, a pesar de la oposición procedente de los círculos religiosos judíos (cfr. 1 Mac. 1:12-16).
Esta práctica llevó a la introducción de otros usos paganos entre los judíos, lo que llevó a la reacción macabea frente a la apostasía.
En el Nuevo Testamento se muestra la ínfima importancia del ejercicio corporal frente a la ejercitación en la piedad (1 Ti. 4:8), útil para todo.

nom, GIMZO

tip, CIUD
vet,
= «rico en sicómoros».
Ciudad del territorio distribuido a la tribu de Dan, tomada por los filisteos.
Se encontraba en el camino que lleva de Jope a Jerusalén; hoy se llama Jimzu (2 Cr. 28:18).

nom, GITAIM

tip, LUGA
vet,
= «dos lagares».
Lugar ocupado por los benjaminitas de la cautividad (2 S. 4:3; Hch. 11:33).

nom, GITIT

tip, MUSI
vet,
= «perteneciente a Gat».
Nombre que se encuentra en los títulos de los Sal. 8, 81 y 84. probablemente denota un instrumento musical o una melodía procedente de Gat, lugar donde David habitó por algún tiempo durante la persecución que le hacía Saúl (1 S. 27:1-7).
La palabra «Gat» significa «prensa de vino» en hebreo; de ahí que algunos estudiosos deduzcan que Gitit signifique una melodía que se cantaba durante la vendimia.

nom, GLORIA

ver, TEOFANÍA
vet,
Heb. «kabod», «peso»; gr. «doxa».
(a) El primer sentido es el de ornamento:
Salomón, en toda su gloria, va revestido de ropajes regios (Mt. 6:29),
el cabello es la gloria de la mujer (1 Co. 11:15),
la fuerza es la gloria de los jóvenes (Pr. 20:29),
los padres son la gloria de los hijos (Pr. 17:6).
También se menciona la gloria del Líbano (Is. 35:2) y
la gloria de las naciones (Ap. 21:26)
(b) La gloria de Dios es el resplandor que emana de su persona, el aura cegadora de todas sus perfecciones. Esta gloria, comparable a un fuego devorador (Éx. 24:17), anonada, abate e inspira temor, respeto y adoración; el hombre no puede ver la gloria real de Dios y seguir vivo (Éx. 33:18, 20, 22). Así, todos aquellos que han tenido un encuentro con el Señor reciben algo de ella:
Israel y Moisés ante el tabernáculo (Éx. 40:34, 35).
Salomón en la dedicación del Templo (1 R. 8:11).
Isaías en el momento de su llamamiento (Is. 6:3),
Ezequiel en su visión (Ez. 1:28), los pastores de Belén (Lc. 2:9),
Esteban ante la muerte (Hch. 7:55), etc.
La gloria divina se revela en la creación (Sal. 19:2), y de manera particular en el hombre hecho a imagen de Dios (1 Co. 11:7); se manifiesta en medio de juicios (Nm. 16:42-46, etc.), se muestra en medio de las naciones (Sal. 97:6); sobre todo, aparece en la redención ofrecida al mundo entero (Is. 40:5).
(c) La gloria manifestada en Jesucristo. La gloria inaccesible del Dios de Israel se ha acercado a nosotros: en Cristo la hemos podido contemplar y amar sin ser consumidos por ella (Jn. 1:14; 17:5, 24; He. 1:3).
Jesús ha mostrado esta gloria:
por sus milagros (Jn. 2:11; 11:4),
por su santidad perfecta (Jn. 17:4),
en su transfiguración (2 P. 1:17),
en su resurrección (Ro. 6:4),
en su ascensión (Lc. 24:26; Jn. 17:5; He. 2:9).
Y el Señor de la gloria ha de volver pronto (1 Co. 2:8; Stg. 2:1), con todo el resplandor de su majestad, para juzgar y reinar (Mt. 16:27; 25:31).
En principio, Él ya nos ha dado su gloria (Jn. 17:22); contemplándola como a través de un espejo, somos transformados a su imagen de gloria en gloria por el Espíritu (2 Co. 3:18). Está próximo el momento en el que recibiremos la gloria eterna (2 Ti. 2:10), cuando apareceremos con Cristo en gloria (Col. 3:4), teniendo nuestro mismo cuerpo su parte en esta glorificación (1 Co. 15:43). Entonces, y para siempre, seremos iluminados por la gloria de Dios, la única lumbrera de la santa ciudad (Ap. 21:23). Él es verdaderamente el rey de la gloria, y todo en su palacio proclama: ¡Gloria! (Sal. 24:9-10; 29:9).
(d) Dar gloria a Dios es alabarle, darle honra, exaltarle y celebrar sus perfecciones (Dt. 32:3; Sal. 29:1-2; 115:1; Lc. 17:18; Ro. 14:11). De aquí viene el término «doxología» (del gr. «doxa», renombrado, honor), que es una fórmula de oración en la que se rinde gloria a Dios (cp. Sal. 41:14; 72:18-19; Mt. 6:13 b; Ro. 11:36; 16:25-27; Jud. 24-25; Ap. 1:5-6, etc.).
Glorificar a Dios es también rendirle homenaje, reconocerlo como el único soberano, y la fuente de todo bien (Dn. 4:34; 5:23; Lc. 5:25; 17:15).
Jesús, por su vida santa y perfecta obediencia, glorificó a Dios sobre la tierra (Jn. 17:4).
Pedro debía glorificar a Dios al sufrir el martirio (Jn. 21:19).
El creyente se gloría en Dios y en Cristo el Salvador (Ro. 5:11; 15:17).
El que se glorifica a sí mismo comete el grave pecado de robarle a Dios el honor que le es debido (Sal. 49:7; 52:3; 75:5); el Señor da su salvación gratuitamente a los humildes, «a fin de que nadie se jacte en su presencia» (1 Co. 1:29; Ef. 2:9). Será al fin glorificado por sus juicios, por cuanto éstos restablecerán su autoridad y su reino, rechazado todo ello por los impíos (Lv. 10:3; cp. Is. 5:16).
Para «Shekinah», la presencia gloriosa de Dios en el santuario, véase TEOFANÍA.
nom, GLOSA
tip, MANU
vet,
Se le da este nombre a adiciones en un texto antiguo hechas por copistas posteriores, con la intención de aclarar alguna expresión arcaica, o incluso para explicarlo o mejorarlo, cuando, en opinión del glosador, tenía un significado oscuro.
No tenían como función ampliar el texto, sino que se escribían al margen. Sin embargo, como las omisiones en las copias se escribían también al margen, en copias posteriores algunas glosas podían pasar, y pasaban, al cuerpo del texto.
Se diferencian de las interpolaciones en que éstas sí iban intencionadamente a añadir al contenido del texto.
Una de las tareas de la crítica textual, en su búsqueda de reconstruir el texto primitivo, es la identificación y excisión de las glosas, como de las interpolaciones, del texto.
Cabe decir, sin embargo, que el estudio crítico del texto ha demostrado que la incidencia de tales variaciones en la transmisión del texto sobre su contenido y doctrina ha sido de mínima importancia.
Las Sociedades Bíblicas publicaron en 1965 una edición del Nuevo Testamento griego donde se han identificado cuidadosamente las glosas, lo que añade otro instrumento al riguroso conocimiento de las Escrituras.

nom, GLOSOLALIA. Véase LENGUAS (DON DE).

nom, GNIDO

tip, CIUD
sit, a9, 355, 247
vet,
Ciudad libre de Caria, sobre un promontorio en la costa sudoeste de Asia Menor, frente a la isla de Cos, a una distancia de unos 16 Km.
Era una colonia dórica.
Residían en ella judíos desde el siglo II a.C.
La nave de Pablo pasó delante de esta ciudad en su viaje a Roma (Hch. 27:7).

nom, GNOSTICISMO

tip, RELI FILO
vet,
Complejo movimiento religioso-filosófico que se manifestó con especial fuerza a mediados del siglo II de nuestra era.
Mezcla de conceptos zoroastras, platónicos y judeo-cristianos, constituyó una fuerte amenaza para el cristianismo.
Sus primeras manifestaciones fueron ya tratadas y combatidas por los apóstoles Pablo y Juan en varias de sus epístolas y en el Evangelio de Juan.
A pesar de la inmensa variedad de sectas y movimientos gnósticos contrapuestos, con una gran diversidad de doctrinas y enseñanzas, que imposibilitan en un corto artículo un examen particularizado, se pueden exponer los siguientes puntos que sostenía el gnosticismo con una cierta uniformidad:
(a) Pretendían la posesión de un conocimiento especial de la verdad, superior a la fe, reservado a los iniciados.
(b) Una combinación de dualismo persa con platonismo se manifestaba en la doctrina de una esfera espiritual pura y perfecta y de un universo material esencialmente malo y de donde todo lo malo ha surgido. Tanto Dios como el universo material son, en base a este sistema, eternos.
(c) La concepción de que Dios no puede actuar directamente sobre el mundo de la materia, sino que tiene que ser por medio de un «demiurgo», o Creador o Artífice subordinado de rango inferior, distinto de la Deidad suprema, y también por medio de emanaciones o eones mediadores extendiéndose de manera gradual entre Dios y el universo material. Estas emanaciones o eones serían innumerables, pasando desde una naturaleza espiritual los más cercanos a Dios a una naturaleza más y más mezclada y material conforme se fueran hallando en esferas más y más cercanas al mundo material.
(d) La negación de la verdadera humanidad de Cristo, una cristología docetista, que consideraba irreal la vida terrena de Cristo, especialmente sus sufrimientos en la cruz.
(e) Negación de la personalidad del Dios supremo, y negación también de la responsabilidad en el hombre.
(f) La enseñanza, por parte de unas sectas gnósticas, de un riguroso ascetismo, prohibiendo el matrimonio y el uso de este mundo material, con el fin de llegar a la comunión con Dios, mientras que otras sectas enseñaban la no influencia mutua entre cuerpo y alma, con lo que el alma podía dedicarse a la contemplación de los más altos misterios, en tanto que el cuerpo podía dar rienda suelta a todos sus apetitos. La salvación la atribuían a Cristo como «Iluminador», dador de conocimiento mediante el cual el alma recibiría la salvación. Se negaba la doctrina evangélica de la salvación por los sufrimientos vicarios de Cristo.
(g) Una tendencia a la fusión de doctrinas cristianas con elementos filosóficos, místicos y mágicos de oriente.
(h) Las Escrituras del AT eran atribuidas al «demiurgo» o Creador inferior del mundo, que era el Dios de los judíos, pero no el Dios Supremo.
Todas estas tendencias se hallan presentes en la actualidad en diversas corrientes teológicas de signo heterodoxo.
La palabra de Dios ya nos advierte sobre todas estas falsas doctrinas, y las combate. Así, entre otros, se pueden dar los siguientes pasajes contra cada uno de los apartados mencionados:
(a) Col. 2:1-8
(b) Jn. 1:1-3;
(c) Jn. 1:1-3; Col. 2:18; 1 Ti. 1:4;
(d) Jn. 1:14; 4:6; 1 Jn. 1:1-3; 2:22; 4:1-6; 5:1; 5:20;
(e) Jn. 3:16-21; 5:26-27, 30, 36-38; 1 Jn. 3:1; 4:7-10, 14-16;
(f) Col. 1:12-23; 2:20-23; 1 Ti. 4:1-6; 2 Ti. 3:1-7;
(g) Col. 2:8-10, 18-19;
(h) 1 Ti. 3:14-17; 1 P. 10:12; 2 P. 16-21.
Había muchas más características heterodoxas que las mencionadas. Entre las sectas gnósticas había, por ejemplo, la de los ofitas, que adoraban a la serpiente, y que se jactaban de conocer «las profundidades» (cp. Ap. 2:24). Atribuían el origen del mal directamente a Dios. Entre los ofitas había grupos como los cainitas, que invertían todos los valores, y elegían como sus héroes a los personajes malvados de las Escrituras, como Caín, los sodomitas, Coré, etc.
El primer maestro gnóstico cuyo nombre se conoce es Cerinto, adversario del apóstol Juan. De él se dice que enseñaba que el milenio sería una época de sensualidad desenfrenada.
Otras escuelas del gnosticismo fueron posteriormente dirigidas por hombres como Valentino, Basílides, Saturnino, y Marción. Frente a esta agresión, la iglesia reaccionó con una más clara formulación de las vitales doctrinas cristianas sometidas a ataque. Sin embargo, muchas de las corrientes gnósticas patentizaron su influencia en el pensar de muchos sectores de la cristiandad, con movimientos monásticos y manifestaciones de pensamiento maniqueo que siempre han pervivido, y mediante un cúmulo de doctrinas erróneas que han actuado como levadura corruptora del testimonio de la iglesia.
El gnosticismo sigue perviviendo entre nosotros bajo muchas formas y etiquetas, y por ello es menester darnos con ahínco al estudio y asimilación de las Escrituras, para no dejar llevarnos por el error de aquellos que introducen encubiertamente herejías destructoras (cp. 2 P. 2:1), sino que, con el apóstol Juan, podamos tener comunión «con el Padre, y con su Hijo Jesucristo» (1 Jn. 1:3).

Bibliografía:
E. E. Ellis: «Colosenses», Comentario Bíblico Moody (Editorial Moody, Chicago, Illinois 1971).
D. Guthrie: «Colosenses», Nuevo Comentario Bíblico (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas 1977).
E. F. Harrison: «Colossians» (Moody Press, Chicago, Illinois);
J. R. Stott: «Las cartas de Juan» (Certeza, Buenos Aires, 1974).
M. C. Tenney: «Nuestro Nuevo Testamento» (Editorial Moody Chicago, Illinois 1973).
K. S. Wuest: «In These Last Days, Studies in the Greek Text of II Peter, I, II, III John and Jude for the English Reader» (W. B. Eerdmans, Grand Rapids, Michigan, reimp. 1972).
Véase también:
J. Rutherford: «Gnosticism», International Standard Bible Encyclopaedia (W. B. Eerdmans Pub. Co., Grand Rapids, Michigan, 1946).

nom, GOB

tip, LUGA
vet,
= «hoyo».
Un lugar donde los valientes de David y los filisteos entablaron dos batallas (2 S. 21:18, 19).
En otros lugares es llamado Gat (véase 2 S. 21:20).

nom, GOBERNADOR

tip, FUNC
ver, ASIARCA, PROCÓNSUL
vet,
Hay casi una docena de palabras hebreas que se traducen así, y significan cualquier autoridad, delegado, virrey, etc., que estaba puesto sobre el pueblo. Así:
José, el primer ministro de Egipto, llevaba el título de gobernador (Gn. 42:6; 45:26), traducido por Reina-Valera como «señor».
Nabucodonosor dejó a Gedalías como gobernador de la vencida Judea (Jer. 40:5; 41:2 ss.).
Con el imperio persa, se establecieron gobernadores judíos sobre Jerusalén: tanto Zorobabel como Nehemías y otros eran funcionarios del rey de Persia (Neh. 5:14, 18; Hag. 1:14).
En el NT tenemos:
(a) «ethnarches», etnarca, traducido «gobernador» (2 Co. 11:32);
(b) «hëgemõn», «gobernador»,
Pilato (Mt. 27:2, etc.);
Félix (Hch. 23:24, etc.);
Festo (Hch. 26:30), y
en general, de gobernadores (Mt. 10:18; Mr. 13:9; 1 P. 2:14, etc.);
(c) «kosmokratõr», se traduce de potencias espirituales, «gobernadores» (Ef. 6:12)
Los gobernadores (lat. «praeses» procuradores) constituían la autoridad romana en territorios teóricamente soberanos en los que gobernaba un monarca aliado de Roma pero en sometimiento a un protectorado.
En Judea tenían su sede oficial en Cesarea pero durante fiestas importantes en Jerusalén, se desplazaban allí con una fuerte guarnición, y tomaban su residencia en el palacio de Herodes el Grande. En ocasiones pasaban el invierno allí (Ant. 18:3, 1).
Para otras autoridades, véanse ASIARCA, PROCÓNSUL, etc.

nom, GOEL

tip, TIPO LEYE
vet,
(heb.: «redentor». Es el participio del verbo heb. «gã'al, «liberar»).
En la ley hebrea, si un judío se había visto obligado a venderse, por deudas, a un extranjero, venía a ser obligación de su pariente más próximo rescatarlo (cp. Lv. 25:47 ss). También regía este principio si había tenido que vender algo de su propiedad (cp. Lv. 25:23 ss.; Rt. 4:4 ss.).
También correspondía al pariente más próximo casarse con la viuda sin hijos del fallecido (Rt. 3:13). En caso de tener que hacer restitución a su fallecido, ésta debía hacerse al pariente más próximo, o al sacerdote si no lo había (Lv. 6:1 ss.).
Era también deber del goel o pariente más próximo la venganza de la sangre del que hubiera sido víctima de un homicidio voluntario.
En Lv. 25:48 se da el orden de precedencia en la actuación como goel.
Para el uso figurado de goel, véase Sal. 119:154; Pr. 23:11; Jb. 19:25; Is. 41:14 b.
Jesucristo vino a ser nuestro Goel, para lo cual tuvo que venir a ser «nuestro pariente próximo» mediante la encarnación.
Booz es un hermoso tipo de Cristo, al rescatar la posesión perdida y casarse con Rut, que viene por ello a ser tipo de la Iglesia.

Bibliografía:
L. S. Chafer: «Teología Sistemática» (Publicaciones Españolas, Dalton, Georgia, 1974, tomo I, PP. 368-370).

nom, GOFER

tip, FLOR ARBO
ver, DILUVIO
vet,
Tipo desconocido de madera de la que se hizo el arca.
Las tentativas de identificación no han tenido éxito alguno.
Es posible que se tratara de madera de un árbol que resultara extinguido como consecuencia del Diluvio.
En el registro fósil se halla gran cantidad de especies arbóreas desconocidas en nuestro mundo postdiluviano. (Véase DILUVIO.)

nom, GOG

tip, BIOG ESCA HOMB HOAT
vet,
(a) Hijo de Semaías, rubenita (1 Cr. 5:4).
(b) Gog es un nombre simbólico del poderoso y soberbio caudillo de las vastas hordas de Escitia y Tartaria. Magog fue el hijo de Jafet (Gn. 10:2), cuyos descendientes se esparcieron por las inmensas estepas del norte, dando su nombre a la tierra. Estas hordas, provenientes del norte, «como nublado para cubrir la tierra» (Ez. 38:9), atacarán Israel en la tierra de Palestina, pero serán aplastadas por Dios (Ez. 38:18-23; 39:1, 6, 11).
En Apocalipsis (Ap. 20:8) se vuelve a mencionar a Gog y a Magog atacando Jerusalén, «el campamento de los santos y la ciudad amada».
Muchos no aceptan la identificación del Gog de Ezequiel con el de Apocalipsis, estableciendo que en Ezequiel, Gog es visto actuando antes del Milenio, en tanto que en Apocalipsis, Gog actúa después. Otra razón que se da en contra de la identificación del Gog de Ezequiel con el de Apocalipsis es que en Ezequiel, Gog es visto viniendo «de los confines del norte» (Ez. 38:6), en tanto que en Apocalipsis, Gog y Magog son identificados con «las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra» (Ap. 20:8). Sin embargo, ambos pasajes se pueden conciliar sin dificultades:
(A) Además de la mención «confines del norte» en Ez. 38:6, se afirma la coligación de Gog con «Persia (al este), Cus (Etiopía, al sur), y Fut (Libia, al este)» (Ez. 38:5). Así, concuerda con Ap. 20:8: «los cuatro ángulos de la tierra».
(B) Ez. 38:8 no puede ser conciliado con la época de la Tribulación. Se dan dos alternativas: o bien se trata de un período de transición entre la Tribulación y el Milenio, o bien se trata de Israel morando en la época del Milenio. Una tercera posibilidad, y la más armónica con la característica de la profecía bíblica, es que haya un doble cumplimiento, antes de la época del Milenio, y un cumplimiento total al término del Milenio.
La destrucción definitiva de Gog y Magog dará paso final a la instauración del estado eterno, previo el Juicio del Gran Trono Blanco (Ap. 20-22). Allí, la justicia ya no sufrirá, como ahora, ni reinará, como en el Milenio (véase), sino que, una vez destruida toda oposición, morará.

Bibliografía:
A. T. Pearson: «Ezequiel», The Wycliffe Bible Commentary (Moody Press, Chicago, 1962);
R. H. Alexander: «Ezequiel» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1979), PP. 123-134.

nom, GOLÁN

tip, CIUD
sit, a1, 585, 303
vet,
Ciudad levítica de Manasés en Basán, y ciudad de refugio (Dt. 4:43; Jos. 20:8; 21:27; 1 Cr. 6:71).
Identificada por algunos con Sahem al Jaulan, 32° 48' N, 35° 36' E, entre el Hermón y el río Yarmuk.

nom, GÓLGOTA

tip, MONT
ver, CALVARIO
vet,
(aram. y heb.: «cráneo»). En gr. es «kranion».
El término «calvario» proviene del latín «calvaria», del que se deriva el cast. «calavera». (Véase CALVARIO).

nom, GOLIAT

tip, TIPO BIOG HOMB HOAT
ver, GIGANTES
vet,
El gigante de Gat, que durante cuarenta días desafió a los ejércitos de Israel.
Fue muerto por David con una honda y una piedra, en nombre de Jehová.
David le cortó la cabeza, llevándola a Jerusalén.
La espada de Goliat fue guardada en el tabernáculo, y posteriormente David volvió a tomar posesión de ella.
Su estatura era de seis codos y un palmo (más de 2,5 metros, contando el codo menor).
Tipo de Satanás, demasiado poderoso para que nadie lo venciera excepto en el poder del Señor.
Aquí, David es un tipo del Señor Jesús (1 S. 17:4-23; 21:9).
Con referencia a 2 S. 21:19, es evidente que se trata del «hermano» de Goliat, llamado Lahmi, muerto por Elhanán (cp. el pasaje paralelo de 1 Cr. 20:5). Es evidente que ha habido aquí una corrupción en la transmisión del texto. (Véase GIGANTES).

nom, GOLONDRINA

tip, FAUN AVES
vet,
(a) Heb. «deror». Se interpreta como «errante», lo que está de acuerdo con sus hábitos. Son aves migratorias y no son domesticables (Pr. 26:2). En el Sal. 84:3 es un tipo del errante que halla reposo y protección en la casa de Dios.
(b) «Sis», Is. 38:14 y Jer. 8:7, donde se mencionan sus hábitos. Son varias las especies de golondrinas que frecuentan la tierra de Israel: la «Hirundo rustica», «H. rufula», etc. Una especie de vencejo del valle del Jordán no tiene necesidad de emigrar, debido a lo suave de su invierno.

nom, GOMER

tip. BIOG HOMB HOAT MUJE MUAT
ver, OSEAS
vet,
«calor» (?).
(a) Hijo de Jafet, y padre de Askenaz, Rifat y Togarma (Gn. 10:2, 3).
Se cree que de él provienen los antiguos cimerios.
Homero dice que habitaban el lejano norte (Odisea 11:14).
Llegados de más allá del Cáucaso (Herodoto 4:11, 12), se establecieron en Capadocia, amenazando al imperio asirio, pero fueron derrotados por Esarhadón. Pasaron luego a Asia Menor, introduciéndose en Lidia, de donde Aliates los echó posteriormente (Herodoto 1:16).
También los pueblos celtas occidentales descienden de Gomer, Gael y Cymry.
(b) Mujer que tomó Oseas para dar a Israel una lección acerca de la fidelidad de Dios a pesar de todas sus infidelidades (Os. 1). (Véase Oseas).

nom, GOMORRA

tip, CIUD ARQU
ver, MARDIKH (TELL), SODOMA, ABRAHAM
sit, a3, 434, 446
vet,
«inmersión» (cp. el árabe «ghamara», «inundar»).
Ciudad de la llanura del Jordán (Gn. 10:19; 13:10).
Quedorlaomer y sus aliados vencieron al rey de Sodoma y al de Gomorra, saqueando ambas ciudades (Gn. 14:8-11).
A causa de la desatada perversidad de sus moradores fueron poco tiempo después destruidas por fuego del cielo (Gn. 18:20; 19:24-28; Dt. 29:23; Is. 1:9; Am. 4:11; Jer. 23:14; 49:18; Sof. 2:9; Mt. 10:15).
Su historicidad ha quedado vindicada con los recientes descubrimientos de Ebla en Tell Mardikh, donde se han hallado tabletas que mencionan a Gomorra y a las otras ciudades comarcanas como centros de comercio contemporáneo. (Véanse MARDIKH (TELL), SODOMA, ABRAHAM, etc.)

Bibliografía:
E. H. Merrill: «Ebla and Biblical Historical Inerrancy», Bibliotheca Sacra, vol. 140, Oct.-Dic. 1983, n. 560;
C. Wilson: «Ebla Tablets: Secrets of a Forgotten City» (Revelations of Tell Mardikh) (Master Books, San Diego, California, 1977).

nom, GOPHER. Véase GOFER.

nom, GORRIÓN

tip, BIOG TIPO FAUN AVES MUJE MUAT HOMB HOAT
vet,
(heb.: «tzippor»).
(a) Término que se traduce comúnmente «ave» o «pájaro» (Gn. 7:14; Dt. 4:17; Jb. 41:5), pero que de preferencia se aplica a las avecillas pasajeras, de las cuales se han observado unas cien especies en Palestina (Dt. 14:11; Lv. 14:1; Sal. 12:4; Am. 3:5).
En el Oriente, tanto en la Antigüedad como en tiempos modernos, las pequeñas aves (inclusive los gorriones, o «pajarillos», como traduce la versión Reina-Valera), abundan en el mercado y se venden como alimento (Mt. 10:29-31); eran baratas y el pueblo las usaba para el diario sustento. Jesús las usa como ejemplo del cuidado que Dios tiene de los suyos.
El hábito de vagar que tienen los gorriones ejemplifica la falta de efecto que una maldición inmerecida (Pr. 26:2; Nm. 23:8; Dt. 23:5) tiene sobre las personas a quienes se la dirige.
(b) El vocablo «tzippor» (Sephor o Sefor) aparece en la Biblia hebraica como:
el nombre del padre de Balac (Nm. 22:2) y
el de la esposa madianita de Moisés (Éx. 2:21).

nom, GOSÉN

tip, CIUD REGI
sit, a4, 73, 292
vet,
(a) La zona de Egipto en la que se asentaron los israelitas.
Recibe frecuentemente el nombre de «tierra de Gosén» y también el de «la tierra de Rameses».
El rey de Egipto ordenó a José que asentara a su padre y a sus hermanos en lo mejor de la tierra.
Se hallaba en el delta del Nilo, a pocos Km. al noroeste de On (Gn. 45:10; 46:28, 29, 34; 47:1, 4, 6, 11, 27; 50:8; Éx. 8:22; 9:26).
(b) Distrito en el sur de Palestina (Jos. 10:41; 11:16).
(c) Ciudad no identificada en las tierras altas de Judá (Jos. 15:51).

nom, GOZÁN

tip, REGI
vet,
Región de Mesopotamia a la que fueron llevados algunos de los israelitas.
«El río Gozán» (1 R. 17:6; 18:11) pudiera significar el río que pasa por Gozán, identificado como el Habor, o Khabour. Situado en 37° N, 41° E (2 R. 17:6; 18:11; 19:12; 1 Cr. 5:26; Is. 37:12).
Ptolomeo menciona una ciudad de Media llamada Gauzania en estos alrededores.

nom, GOZO

tip, DOCT
vet,
Gozo es lo que el hombre anhela, y lo que busca; lo encuentra cuando encuentra a Dios, y solamente entonces. Retiene este gozo en la proporción en que crece en el conocimiento de Dios. Dios es el autor del verdadero gozo, como de toda buena dádiva. Siendo Él perfectamente bueno y por encima de todo mal. Es presentado como hallando su propio gozo en el arrepentimiento del pecador que vuelve para buscarle. Al haberse introducido el pecado, y habiendo quedado el hombre por ello alienado de Dios, su idea de gozo es llegar a ser tan feliz como pueda sin Dios y alejado de Él (véase la historia del hijo pródigo en Lc. 15). Pero el único resultado de un curso tal es el desengaño y la amargura aquí abajo y el eterno dolor en el más allá. Sin embargo, cuando la luz del amor de Dios, revelado en el don y en la muerte de su Hijo, resplandece en el corazón, éste queda lleno en el acto de «gozo inefable y glorioso» (1 P. 1:8).
«El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo» (Ro. 14:17). Asimismo, el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, y otras hermosas características, y es producido en el corazón del creyente por el Espíritu para la gloria de Dios (Gá. 5:22, 23). El apóstol deseaba para los romanos que el Dios de esperanza los llenara de todo gozo y paz en el creer (Ro. 15:13). También los tesalonicenses habían recibido la palabra «en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo» (1 Ts. 1:6). Muchos más pasajes podrían ser citados para mostrar cómo el gozo es una de las características principales de aquellos que han sido conducidos al conocimiento de Dios. El único Hombre que jamás tuvo que ser conducido a este conocimiento, por cuanto su delicia había estado siempre en Dios, como la de Dios estaba en Él, Aquel que había sido llamado «varón de dolores», este hombre perfecto y bendito tenía su propio gozo en la comunión con Dios en dependencia de Él. Y Él desea para los suyos en este mundo que su gozo sea también el de ellos (Jn. 17:13).
El verdadero gozo no es conocido en el mundo en su estado presente; pero llegará el día en que el dolor, el sufrimiento, la muerte, y todos los trágicos frutos del pecado, serán quitados, cuando Dios mismo enjugará todas las lágrimas, llenando el universo con un gozo eterno y sin sombras. Este día está descrito en Ap. 21.

nom, GRACIA

tip, DOCT
ver, LEY
vet,
Uno de los términos más usados en la Biblia.
En el NT (gr. «charis») aparece más de 170 veces. Tiene diversos sentidos. En plural expresa gratitud.
(A) Atracción, encanto:
«La gracia se derramó en tus labios» (Sal. 45:2);
«graciosa gacela» (Pr. 5:19);
«engañosa es la gracia, vana es la hermosura» (Pr. 31:30).
«Crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia» (Lc. 2:52).
(B) Bienquerencia, favor: cp. la expresión heb. tan frecuente, «hallar gracia a los ojos de alguien» (Gn. 18:3; 33:10; 47:29; Hch. 2:47; 7:10).
Las iglesias de Macedonia pidieron insistentemente el privilegio (la gracia) de poder participar en la colecta (2 Co. 8:4).
«Sea vuestra palabra siempre con gracia» (Col. 4:6).
(C) Beneficio, bendición:
«... toda la verdad (gracia) que has usado para con tu siervo» (Gn. 32:10).
«De su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia» (Jn. 1:16).
«Las misericordias (gracias) fieles a David» (Hch. 13:34).
«A mí... me fue dada esta gracia» (Ef. 3:8).
«Toda buena dádiva (gracia) y todo don perfecto desciende de lo alto» (Stg. 1:17).
(D) Agradecimiento, expresión de gratitud:
de donde vienen las expresiones
«acción de gracias» (Lv. 3:1; Sal. 26:7; 2 Co. 4:15; Col. 2:7; 1 Ti. 2:1, etc.)
y «dar gracias» (Lc. 18:11; Jn. 11:41; Ro. 1:8; 2 Co. 1:11, etc.).
El término «eucaristía» que se aplica a la cena hace precisamente alusión a las acciones de gracias por las que comenzó Jesús (Lc. 22:17, 19; 1 Co. 11:24).
El hábito de «dar gracias al comenzar una comida» se basa en las instrucciones y en los ejemplos precisos de las Escrituras (Mr. 8:6; Lc. 24:30; Hch. 27:35; Ro. 14:6; 1 Co. 10:30-31; 1 Ti. 4:4).
(E) La expresión «María llena de gracia» proviene de un error de traducción de la Vulgata en Lc. 1:28. En este pasaje aparece el participio pasado pasivo de «charitoõ», que significa recibir con gracia, revestir de gracia. Reina-Valera traduce «muy favorecida». Las versiones católico-romanas, naturalmente; siguen la lectura de la Vulgata. Cp. en cambio el mismo verbo en Ef. 1:6: «su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado». Además, el ángel le sigue diciendo a María: «Has hallado gracia delante de Dios» (Lc. 1:30), y ella misma, en el cántico llamado Magn¡ficat, dice: «Mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador» (Lc. 1:47). Así, ella tenía necesidad de gracia y de salvación, y lo reconocía con gozo y humildad (lo cual Jesús nunca habría hecho, cp. Jn. 8:46). Ella es «bendita entre las mujeres», pero es contrario a las Escrituras pretender que sea inmaculada, sin pecado y fuente de todas las gracias.

nom, GRACIA DE DIOS

tip, DOCT
ver, LEY
vet,
(A) En el AT ya se halla la pura bondad de Dios que ama al pecador, y que anhela, no su muerte, sino su conversión y su vida (Ez. 18:23). Sobre la base de la ley, el hombre sólo podía ser justificado por las obras, y ello era imposible (Gá. 3:10, 12). Ésta es la razón de que ya de entrada el Señor deje entrever que ha elegido a Israel sin mérito alguno de parte de ellos (Dt. 7:7-8; 9:4-5). Dice Él: «Tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente», por cuanto es «misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad» (Éx. 33:19; 34:6-7). Por los sacrificios cruentos que prefiguraban la Cruz, se asoció provisionalmente a los que creían la remisión y purificación de los pecados (He. 9:22; Éx. 12:13; Lv. 4:20, 26, 31, 35; 16:30, etc.). También el salmista podía ya celebrar la gracia que le daba la salvación (Sal. 32:1-5). Si Dios guardara el recuerdo de las iniquidades, nadie podría mantenerse en pie; pero en Él se encuentra perdón, misericordia y redención en abundancia (Sal. 130:3, 4, 7- 8). Y el creyente clama: «Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti» (Sal. 33:22).
(B) La gracia vino por Jesucristo, en tanto que la Ley fue dada por Moisés (Jn. 1:17). «Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres» (Tit. 2:11). El AT no podía más que prometer o anticipar aquello que la manifestación viviente y visible de la gracia de Dios en Jesucristo iba a hacer real y definitivo. «Porque ya conocéis la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos» (2 Co. 8:9).
(C) Es en la Cruz que resplandece la gracia salvadora. La venida del Señor a la tierra no era suficiente. La gracia no es un mero efecto de la misericordia de un Dios dispuesto por su bondad a otorgar un perdón pleno. Su santidad y justicia absolutas tenían que ser satisfechas al mismo tiempo que su amor: para esto fue preciso el sacrificio expiatorio del Calvario. Jesús descendió «para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos» (He. 2:9). «Todos pecaron... siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús». Es Él que vino a ser «propiciación por medio de la fe en su sangre» (Ro. 3:23-25).
(D) La gracia sólo puede ser recibida por la fe. Somos «justificados gratuitamente por su gracia...; es por fe, para que sea por gracia... Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia» (Ro. 3:24; 4:16; 11:6). Esta es la gran doctrina de la salvación por la sola fe, sin obras ni méritos personales para alcanzarla, y que los Reformadores tan claramente sacaron a la luz. Volvamos a Pablo: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» (Ef. 2:8-9). A Dios «tenemos entrada por la fe a esta gracia» (Ro. 5:2). Es por esta razón que la salvación es mencionada como don de la gracia en varias ocasiones (Ro. 5:15,16; Ef. 2:8; 3:7; 4:7; etc.). ¿Qué más hace falta hacer, para recibir un don tan magnánimamente ofrecido, que aceptarlo «con acción de gracias»? Es también indispensable aceptarlo humildemente por la fe, por cuanto Dios resiste a los soberbios, y da gracias a los humildes (1 P. 5:5; Lc. 18:11-14).
(E) Los efectos de la gracia en nosotros. Son maravillosos y completos, hasta el punto que se puede decir de la gracia que es el mismo Señor actuando para nuestra salvación. La gracia nos da el pleno perdón de los pecados:
«Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia» (Ro. 5:20).
«Os dio vida juntamente con él (Cristo), perdonándoos todos los pecados» (Col. 2:13).
Somos «justificados por su gracia» (Tit. 3:7).
«Creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos» (Hch. 15:11).
«Buena cosa es afirmar el corazón en la gracia» (He. 13:9), que nos da una consolación eterna y una buena esperanza (2 Ts. 2:16).
Dios rodea al justo de su favor como con un escudo (Sal. 5:12).
Los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia reinarán en vida por Jesucristo (Ro. 5:17, cp. v. 21).
Esta gracia o favor «dura toda la vida» (Sal. 30:5).
Tales beneficios son tan numerosos que el creyente no podría desear nada más. Ésta es la razón del deseo apostólico «que la gracia... sea con vosotros», que se halla 31 veces en las Epístolas y en Apocalipsis. El resumen del mensaje del evangelio es el testimonio que el Señor y los suyos rinden a «la palabra de su gracia» (Hch. 14:3; cp. Hch. 20:32). El que ve almas salvadas puede decir que ha visto la gracia de Dios (Hch. 11:23). A los nuevos convertidos se les persuadía «a que perseverasen en la gracia de Dios» (Hch. 13:43).
Si ello es así, rehusar un don como éste es rechazar al mismo Dios.
Así, se puede:
dejar de alcanzar la gracia de Dios (He. 12:15),
o recibirla en vano (2 Co. 6:1),
transformarla en disolución (Jud. 4; Ro. 6:1),
caer de ella (Gá. 5:4).
En cambio se puede también:
crecer en la gracia (2 P. 3:18),
ser lleno de ella (Hch. 6:8), hasta tal punto que Dios pueda siempre decirnos: «Bástate mi gracia» (2 Co. 12:9). «Así alcanza su meta, que es mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús... para alabanza de la gloria de su gracia» (Ef. 2:7; 1:6). (Véase LEY.)

nom, GRAMA

tip, FLOR COST
vet,
En Pr. 27:25 designa la hierba tierna y verde apenas renovada.
Los hebreos no tenían lugares para el almacenamiento de forraje para el ganado, sino que cortaban el pasto a medida que lo iban necesitando.
La palabra traducida «paja» en Is. 5:24 significa «hierba marchita».

nom, GRANA. Véase ESCARLATA.

nom, GRANADA

tip, FRUT FLOR ARBU
fot, dib00127
vet,
(heb.: «rimmon»).
El granado es un arbusto de hojas oblongas, con unas flores de un color rojo vivo.
Se encuentra en estado silvestre en el norte de África y en el Asia occidental.
Se nombra con la vid y la higuera como uno de los productos de Canaán (Nm. 13:23).
Se representaban, alternadas con campanas, en el borde de la vestidura del sumo sacerdote (Éx. 28:33, 34; 39:24-26) como tipo de feracidad, y se representaron también en los capiteles del templo de Salomón (1 R. 7:18, 20, 42).
Las mejillas de la esposa se comparan con «cachos de granada» (Cnt. 4:3; 6:7).
De su jugo se hacía un vino aromático (Cnt. 8:2). Cp. Dt. 8:8; Cnt. 4:13; 6:11; 7:12; JI. 1:12; Hag. 2:19.
Es el «Punica granatum», que sigue creciendo en el Oriente Medio tanto en estado silvestre como cultivado, y es sumamente apreciado.

nom, GRANERO

tip, CONS
vet,
Lugar donde se almacena el grano y también, por extensión, las gavillas, el heno, la paja (Sal. 144:13; JI. 1:17; Mt. 3:12).
Podía tratarse de almacenes (Éx. 1:11) o de graneros excavados en el suelo, silos (Jer. 41:8).
En Egipto, los graneros estaban muy desarrollados y estaban separados de las casas. Se llenaban por una apertura cercana al tejado al que se tenía acceso mediante una escalera; en la base había una puerta para sacar el grano por su propio peso. En los textos egipcios aparecen con frecuencia los nombres de escriba de los graneros, preboste, o superintendente de los graneros.
Las indicaciones de Gn. 41:35, 48-49, 56 han sido verificadas hasta en sus detalles, particularmente por las escenas reproducidas en los monumentos.

nom, GRANIZO

vet,
Agregaciones de hielo formadas de gotas de agua en las regiones muy frías de la atmósfera. Se pueden unir entre sí formando granizos muy grandes que caen con una gran fuerza, provocando graves daños.
Fue una de las diez plagas de Egipto (Éx. 9:18-34; Sal. 78:47, 48; 105:32).
Va en ocasiones acompañado de aparato eléctrico.
Formará parte de las manifestaciones del poder de Dios en sus juicios con este mundo pecador (Ap. 8:7; 11:19; 16:21).
Josefo sugiere que el granizo de Egipto fue de un tamaño singular (Ant. 2:14, 4).

nom, GRASA. Véanse GROSURA, SEBO.

nom, GRECIA

tip, DIOS PAIS HIST RELI
ver, JAVÁN, ALEJANDRO, EPICÚREOS, ESTOICOS, FILIPOS, AREÓPAGO, TESALÓNICA, GNOSTICISMO, ALEJANDRO, DANIEL
sit, a7, 260, 189
vet,
El pequeño y famoso país del sudeste de Europa, Javán para los hebreos, aparece en la Tabla de Naciones (Gn. 10:2, 4; cp. 1 Cr. 1:5, 7). Mencionado asimismo en Is. 66:19. (Véase JAVÁN.)
Su límite norte no ha quedado nunca exactamente determinado, pero se puede hacer pasar por la cadena del Olimpo.
Al sur, el límite era el Mediterráneo, al este el Egeo, al oeste el Jónico y el Adriático.
Comprende también el archipiélago de la Hélade, y, antiguamente, la zona costera occidental de la actual Turquía.
En la época en que el Mediterráneo era el gran vehículo de la civilización, Grecia gozó, gracias a su situación, de privilegios singulares.
La verdadera historia de Grecia comienza con sus primeros documentos, desde la primera Olimpiada, en el año 776 a.C. Antes, durante el período conocido como heroico, la historia está tan mezclada con las leyendas que es difícil desentrañar entre hechos y mitos. Sin embargo, parece cierto que los griegos descendían de cuatro tribus. Afirmaban tener un antepasado común, Heleno.
En el seno de estas tribus, los eolios y los aqueos jugaron un gran papel durante la era heroica. En ocasiones, Homero aplica el nombre de aqueos a todos los griegos. Las otras dos tribus, los dorios y los jonios, ascendieron en importancia en la época histórica; los atenienses descendían de los jonios; los espartanos, de los dorios. Así, la época heroica, señalada por la expedición de los Argonautas, la guerra de Troya, etc., acaba con una época de transición, y a su fin, después de una serie de invasiones, hallamos a los dorios en el Peloponeso, a los eolios en el centro del país, a los jonios en Esparta.
(a) CIUDADES:
Las ciudades se organizaban de manera independiente e incluso de manera sumamente contrapuesta. Se puede seguir brevemente el desarrollo histórico de Grecia hasta Alejandro Magno con el hilo conductor de las siguientes ciudades: Atenas, Esparta, Corinto y ciudades de Jonia.
Atenas.
Tras la destrucción de Micenas, hubo una emigración de micenos a Atenas, que aportaron sus artes y conocimientos a un esplendoroso desarrollo de la ciudad. Una rebelión llevó en el año 700 a.C. al final de la monarquía en la ciudad, que vino a ser gobernada por un consejo de nobles. Estos oprimieron a los campesinos bajo un régimen feudal. Esta situación abocó a un gran malestar social y, en el año 564 a.C., un noble llamado Solón propuso una reforma agraria. Ésta fue rechazada, y el estallido se hizo inevitable. Tras una revolución, se impuso un poderoso guerrero, Pisístrato, en el año 560 a.C., como Tirano. Este desterró a los nobles, e implantó la reforma agraria. Vino un esplendoroso desarrollo de las artes y de las letras, llegando Atenas a ser el centro cultural de Grecia. A la muerte de Pisístrato hubo un cierto periodo de turbulencia. Su sucesor, Cleístenes, destruyó totalmente el poder de los nobles que se habían vuelto a levantar y estableció un régimen de gobierno que condujo gradualmente a una especie de democracia popular. Las cuestiones de legislación y de gobierno se dirimían en una asamblea popular, participando en ésta todos los ciudadanos mayores de 20 años. Se debe tener en cuenta que no eran ciudadanos ni los esclavos ni las mujeres, y desde luego tampoco los extranjeros. Esta asamblea popular era asesorada por un Consejo de los Quinientos, que era elegido por suertes entre todos los ciudadanos, no por elección. En este régimen de gobierno es donde se destacaron personajes como Pericles y Demóstenes, grandes y elocuentes oradores. En Atenas privaba el sentido civil de la vida.
Esparta.
Esparta presentaba un acusado contraste con Atenas. Era un estado totalitario y guerrero, donde el individuo sólo vivía en función del estado. Toda la cultura y organización se centraba en afianzar el dominio sobre los pueblos sometidos como esclavos, mediante la creación de una fiera casta de soldados que fueran imbatibles. Su sentido de la vida era militar, no civil. Sus contribuciones a la literatura, arte o arquitectura fueron mínimas.
Corinto.
Corinto, por su parte, estaba gobernada por dictadores que debían mantener el apoyo de sus ciudadanos. Notable entre ellos fue Periandro.
Jonia.
Jonia, las costas de Asia Menor, era la base de diversas ciudades fundadas por los griegos, como Éfeso, Mileto, Pérgamo, etc. De esta manera, se puede decir que el mar Egeo, cerrado al norte por el Helesponto y al sur por la isla de Creta, era el mar del mundo griego.
Las ciudades griegas siguieron así un desarrollo separado e independiente hasta la crisis del año 550 a.C. Creso de Lidia fue entonces derrotado por Ciro de Persia. En el año 500 a.C., hubo una rebelión de las ciudades griegas de Jonia contra Darío Histaspes, apoyadas por fuerzas provenientes del territorio europeo. Persia hizo una campaña de castigo victoriosa, destruyendo Mileto. Entonces emprendió Darío una campaña contra la Grecia propia. En el año 490 a.C. hubo una expedición naval en el mar Egeo. Entonces lograron los atenienses una gran victoria en Maratón sobre el ejército persa que había desembarcado y avanzado hacia el interior del territorio griego. Con un ataque por sorpresa, el general Miltíades consiguió imponerse a un ejército persa muy superior. Esto llevó a la reacción del imperio persa bajo el sucesor de Darío, Jerjes (el Asuero del libro de Ester), que invadía Grecia y derrotaba a los griegos en las Termópilas en el año 480 a.C. Temístocles, con una astuta maniobra de sus ligeras naves, destruyó el poderío naval persa en la batalla de Salamis. En el año 479 quedaba definitivamente alejada la amenaza persa con la victoria griega de Plataea.
De esta manera, la confederación griega bajo Atenas (Liga Delia) había conseguido la liberación de Jonia, y la seguridad de la zona. Sin embargo, cuando algunas ciudades quisieron desligarse de una confederación hecha con fines provisionales, se encontraron con un poderío ateniense no dispuesto a perder su hegemonía. Frente a este intento de formación de un Imperio Ateniense se formó la Liga Espartana, empezando una serie de luchas intestinas, llamada la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), que finalizó con la derrota de Atenas, el intento de Esparta a su vez de lograr la hegemonía, y la derrota de Esparta en Naxos (376 a.C.). Una situación que desembocó en una postración que llevó al final a la conquista de Grecia por parte de Filipo II de Macedonia, a pesar de los esfuerzos de Demóstenes, y que culminó en el año 338 a.C., tras la batalla de Cheronea. Su hijo Alejandro Magno se lanzaría a la conquista del Imperio Persa. (Véase ALEJANDRO.)
Tras la división del imperio de Alejandro y de la gradual pérdida de poderío de Grecia, diversas circunstancias político-militares llevaron a los romanos a la conquista de Grecia, incorporada al Imperio desde el año 146 a.C. con el nombre de Acaya.

(b) HISTORIA POSTERIOR.
Incorporada en el año 146 a.C. al Imperio Romano, Grecia vino a formar parte del Imperio de Oriente, o Imperio Bizantino, durante la Edad Media. Los cruzados se posesionaron de ella en el siglo XIII. En el siglo XIV fue conquistada por los turcos, bajo cuyo yugo estuvo hasta la sublevación de 1821. Después de duras batallas se logró la independencia, con la ayuda de Francia, Inglaterra y Rusia, que destruyeron el poderío turco en la batalla naval de Navarín (1827). La independencia griega fue formalmente reconocida en la Conferencia de Londres (1830). Con los Tratados de Bucarest de 1919-1920 adquirió territorios en la misma Asia Menor, de la que fue expulsada por la revolución nacionalista turca (1922) iniciada en 1920 por Mustafá Kemal «Ataturk». Agredida por Italia en 1940, presentó una eficaz resistencia, que se derrumbó ante la intervención de las tropas alemanas en 1941. Liberada en 1944 de los alemanes, cayó en una guerra civil entre partisanos comunistas y tropas realistas. Después de varias incidencias es, desde 1974, una república.

(c) RELIGIÓN EN GRECIA
Fue durante las edades oscuras que los griegos desarrollaron sus ideas acerca de sus dioses y la vida. No se dan entre ellos dogmas ni magia, sacerdotes ni supersticiones. Sus dioses eran unos seres que habían sido humanos y que habían llegado a la inmortalidad. Se creía que los dioses griegos vivían en palacios espléndidos, en la cumbre del monte Olimpo en el norte de Grecia. Sin embargo, en lugar de permanecer siempre allí, descendían a la tierra con frecuencia, inmiscuyéndose muchas veces en los asuntos de los humanos. En los mitos se les ve con frecuencia actuando como niños malcriados, con regañinas entre ellos. En caso de que hubiera un hombre que llegara a ser un gran héroe, se le permitía unirse a los dioses, llegando a formar parte de los inmortales.
Un ejemplo de la mezquindad de los dioses griegos en la mitología es que Zeus, el padre de los dioses, es presentado como un marido acobardado, siempre intentando que su vigilante esposa Hera no se enterara de lo que hacía.
Mitos célebres son los de Prometeo, robando el fuego de los dioses y dándolo a los humanos, por lo que fue condenado a un suplicio eterno. Otro es el de Orestes. La madre de Orestes, Clytemnistra, había dado muerte a su marido Agamenón, padre de Orestes. Clytemnistra murió a su vez a manos de Orestes, su propio hijo. Por este crimen de matricidio fue perseguido por las Furias.
Los poemas de Homero, por su parte, representan a los dioses apareciendo a los hombres para dirigirlos, alentarlos o detenerlos.
Así, el panteón de dioses griegos puede recapitularse de la siguiente manera:
Zeus, dios del cielo;
Hera, su hermana y esposa, diosa del fuego doméstico y del matrimonio.
Deméter, de la agricultura.
Poseidón, del mar.
Hefaístos, de la fragua y el fuego.
Ares, de la guerra.
Apolo, de la luz, la música, el conocimiento;
Artemisa, su hermana, de la caza, el pudor, la inocencia.
Hermes, de los ladrones y los comerciantes, la suerte y la riqueza.
Atenea, del trabajo manual, la sabiduría, las artes y las ciencias.
Dionisos, dios del vino (equivalente a Baco entre los romanos).
Afrodita, diosa de la belleza y del amor.
Posteriores desarrollos son las escuelas órfica y pitagórica, con las que aparecen nuevas creencias acerca de la existencia de una vida futura con recompensas y castigos. Los cultos de los misterios (Eleusis) aseguran a los iniciados una vida después de la muerte. Hay posteriores adiciones, entre las que se destacan la introducción del culto orgiástico de Dionisos, en el siglo VII a.C., y en el siglo IV el de Esculapio, el dios de la medicina.

(d) FILOSOFÍA EN GRECIA
Frente a todas estas creencias y prácticas idolátricas, y una degeneración de las costumbres, surgió una profunda falta de satisfacción y descreencia en los mitos y dioses del politeísmo. Surge así la corriente de la filosofía, que intenta buscar la verdad por los propios medios del razonamiento humano. Es una larga historia en el callejón sin salida de una búsqueda a tientas, en la que lo más válido fueron las preguntas planteadas. La respuesta sólo podría ser dada por la revelación divina, que se debería aceptar con una humildad difícilmente existente en la mentalidad racionalista.
Se dio así una larga andadura explorando todas las posibles avenidas para llegar a conocer la razón de la existencia del hombre, su origen y destino, su naturaleza, la naturaleza y personalidad del Dios que se entreveía detrás de todo, si es que podía llegar a ser conocido. Son varias las escuelas de pensamiento que se desarrollaron:
(A) Tales de Mileto puede ser considerado como el primer filósofo conocido (624-546 a.C.). Veía en el agua el principio fundamental de todo lo existente.
(B) Anaximandro (611-546 a.C.) es el primero del que tenemos noticias que propusiera abiertamente el transformismo de las formas vivientes. Sugirió que los hombres provenían de los peces.
(C) Pitágoras de Samos (580-500 a.C.) funda una sociedad de iniciados que buscan en la armonía de los números la esencia última del universo, reduciéndolo todo a la matemática, y proponiendo la transmigración de las almas.
(D) Parménides de Elea (475 a.C.) esboza la idea de que el pensamiento es la única y verdadera realidad, llegando a desarrollar un panteísmo monista.
(E) Empédocles (450 a.C.) enuncia el principio de que el universo está formado por cuatro elementos (el agua, el aire, la tierra y el fuego), que interaccionan entre sí en base a dos fuerzas, el amor (que busca la unión), y el odio (que busca la separación).
(F) Demócrito de Abdera (nacido alrededor del año 470 a.C.) propone un sistema atómico, en el que una gran multitud de átomos, con gran diversidad de formas, y en movimiento, entrando en multitud de combinaciones, dan todas las formas existentes en el universo. Para él, todo, inclusive la vida, es materia y movimiento. Reconoce una naturaleza en la que hay ley, pero no propósito. Es el padre del materialismo mecanicista. Discípulos suyos fueron Epicuro y Lucrecio, que llevó a su extremo lógico de la desesperanza este sistema ateo.
(G) Platón (427-347 a.C.), discípulo del célebre Sócrates (469-399 a.C.) se opone al relativismo y llega al idealismo, en el que la realidad última reside en el mundo de las Ideas, plasmadas sólo imperfectamente en el mundo de la materia. Propone un estado paternalista totalitario.
(H) Aristóteles de Estagira (324-322 a.C.) fue discípulo de Platón. Fundó el Liceo de Atenas, y fue instructor de Alejandro Magno. En sus obras se dedicó a clasificar y sistematizar todo el saber de su época. Fue el fundador de la lógica formal o lógica aristotélica, intentando lograr un sistema coherente del universo en sus distintas relaciones.
Después de Aristóteles, la filosofía griega entró en un lento proceso de decadencia. Se puede decir que Aristóteles había sido el punto culminante. Tras él viene un descenso a movimientos como el epicureísmo (véase EPICÚREOS), fundado por Epicuro (341-270 a.C.) y el estoicismo (véase ESTOICOS), fundado por Zenón de Kition (336-264 a.C.).
Otra poderosa fuerza en esta decadencia es el nacimiento del escepticismo y la doctrina enunciada por Pirro (360-270 a.C.), que afirma la imposibilidad de un conocimiento cierto (agnosticismo). Se llega a una absoluta desconfianza en los sentidos y en la capacidad de raciocinio para llegar a un conocimiento verdadero. Se desemboca así en una postura ecléctica en la que todo cabe, por cuanto se ha llegado a una total desesperanza de poder llegar a conocer la verdad. Se rechazan los dogmas y sólo se admiten opiniones. Tenemos así en la filosofía griega la raíz de la historia del pensamiento occidental en su intento de lograr un conocimiento verdadero aparte de Dios, por el solo raciocinio humano. A un optimismo inicial sigue una desesperanza total, y la asunción de posturas materialistas, fatalistas, y/o cómodas.

(e) EVANGELIZACIÓN DE GRECIA
El primer punto en el que el Evangelio fue proclamado en Europa fue Filipos, en Macedonia (véase FILIPOS). La siguiente ciudad que se menciona es Tesalónica (véase). Pero fue en Atenas donde el Evangelio chocó con la filosofía. Filósofos de los epicúreos y de los estoicos quisieron oír a Pablo, y le trajeron al Areópago, que estaba situado cerca de la Acrópolis (véase AREÓPAGO). Allí pronunció un discurso que inició con el tema de «EL DIOS NO CONOCIDO». Efectivamente, con todas sus especulaciones y pretensión, la sabiduría de este mundo no ha conocido a Dios (cp. 1 Co. 1:21, 22-30; 2:4-7). El hombre debe aceptar el conocimiento que sólo Dios puede impartir: el conocimiento verdadero acerca del hombre, de su origen, de su caída en pecado, de su necesidad, de la paciencia de Dios y de su juicio venidero, y de la provisión que Él ha preparado en Cristo de salvación para todo el que cree. Todo esto lo esbozó Pablo en su discurso en el Areópago, ante aquella compañía de filósofos. Especialmente directa es su evaluación de todos los esfuerzos del hombre aparte de Dios: «Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan» (Hch. 17:30). Es de notar que la doctrina de la resurrección (Hch. 17:31-32) se enfrentaba abiertamente al concepto griego de liberación del alma del cuerpo. Allí es donde dejaron de escuchar, al no poder aceptar, como tantos hoy en día, esta verdad fundamental e histórica sobre la que se basa nuestra fe: el Cristo verdadero y objetivamente resucitado, vencedor de la muerte, que nos introduce, una vez efectuada la reconciliación por su muerte, en la esfera de la vida de resurrección. «Unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez» (Hch. 17: 32). «Los griegos buscan sabiduría» (1 Co. 22). Pero la sabiduría de Dios llega mucho más alto que la de los hombres. En su Primera Epístola a los Corintios, el apóstol Pablo tuvo que enfrentarse a las tendencias filosóficas que pretendían negar el hecho de la resurrección tratando de imponer en la iglesia las concepciones filosóficas griegas. Todo el capítulo 15 de dicha epístola es una vehemente defensa de este hecho capital frente a las especulaciones racionalizantes.
Posteriormente, los efectos corruptores de la aplicación de los conceptos de la filosofía griega hallarían expresión en el gnosticismo, que era una mezcla de idealismo griego y dualismo persa con otros elementos místicos y vocabulario cristiano (véase GNOSTICISMO). Más tarde, las filosofías de Platón y de Aristóteles serían usadas para la erección de unas teologías ajenas en su espíritu a la revelación de Dios en su palabra. La acción de los Reformadores nos devolvió el legado de la «Sola Scriptura», a la que nos encomendó el apóstol Pablo, en su discurso de despedida a los ancianos de Éfeso: «Os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados» (Hch. 20:32).
Así, la historia de la filosofía griega es la historia del pensamiento humano autónomo. Comenzando con grandes vuelos, llega a un punto culminante. No habiendo hallado una respuesta que satisfaciera al hombre entero, que sólo puede hallar su satisfacción en Dios (cp. Ec. 3:11) previa la reconciliación con Él, la filosofía empieza su declinar, hasta que llega a la etapa existencialista desesperanzada. Este ciclo de la filosofía griega, hecho en ignorancia (cp. Hch. 17:30) se ha repetido en la civilización occidental a raíz del «Renacimiento» e «Ilustración», sumida ahora en la «angustia vital». Pero en occidente no ha sido en ignorancia, sino en apostasía, con el deliberado abandono de una revelación dada en Cristo.

(f) Grecia en la Profecía.
Véanse ALEJANDRO y DANIEL.

nom, GRIEGO

tip, TRIB
ver, HELENISTAS
vet,
(gr.: «hellën»).
Habitante de Grecia, o que era de raza griega (Hch. 16:1; 17:4). Cuando el NT opone los judíos a los griegos, el término griego designa, por lo general, a un extranjero; pero el griego era considerado como el tipo de gentil más desarrollado (Ro. 1:14, 16; 10:12).
Después que Macedonia conquistara el imperio persa y otras tierras de oriente, y que hubiera fundado reinos helénicos en Siria y Egipto, el nombre de «griegos» fue usado, sobre todo por los orientales, para designar a aquellos que hablaban comúnmente la lengua griega, y que gozaban de los privilegios de los colonos griegos en los estados gobernados por los sucesores de Alejandro. Los griegos que querían ver a Jesús (Jn. 12:20, 21) eran unos extranjeros, pero no es seguro que fueran de raza griega (véase HELENISTAS).

nom, GRIEGO BÍBLICO (lengua)

tip, ABEC
ver, HELENISTAS
sit,
vet,
Desde el renacimiento se señaló la diferencia entre el griego de la literatura clásica, o ático, y el griego en que se había escrito el NT. Erasmo, y otros humanistas, lo consideraban un lenguaje imperfecto y deformado. En cambio, otros llegaron a pensar que sus peculiaridades se debían a los temas que trataba de la revelación divina. Se llegó finalmente a sostener que se trataba de «un lenguaje del Espíritu Santo», en el que gran número de expresiones y términos habrían sido acuñados especialmente para el papel de transmitir la revelación del Nuevo Testamento. Esta postura fue sostenida a lo largo del siglo pasado por diversas autoridades, en vista de la gran divergencia del lenguaje del NT con el de la literatura clásica.
El descubrimiento en 1896/97 de una gran cantidad de papiros griegos, en Oxyrhyncus, Egipto, aportó una gran cantidad de materiales escritos en el griego vernacular del siglo I. A. Deissmann, que los estudió profundamente, descubrió un estrecho paralelismo entre el lenguaje de estos papiros y el del NT. Muchos de los términos tenidos como «hapax legomena» (términos que aparecen sólo una vez en el NT) aparecían también en estos papiros, en contextos comerciales, domésticos, etc. Así, se pudo identificar el lenguaje del NT como la lengua «koinë» (común) del mundo grecorromano. El «koinë» era la lengua de relación de los distintos pueblos que bordeaban el Mediterráneo. No había sido, pues, acuñada expresamente para el propósito de expresar la revelación, sino que Dios se sirvió de los términos y modo de hablar de las gentes para darles su comunicación, usando sus términos diarios y comúnmente conocidos dentro del contexto de la revelación de las verdades espirituales y prácticas. Así, en lugar de erigirse una barrera lingüística, Dios se dirigía al mundo grecorromano en una lengua que les era perfectamente comprensible, un griego popular, perfecto vehículo para una comunicación que les sería rápidamente asimilable en lo tocante al lenguaje.
A la luz de estos descubrimientos, tanto A. Deissmann como J. H. Moulton y G. Milligan, y muchos otros autores, emprendieron sendos estudios comparativos entre las formas literarias del NT y los papiros. Sin embargo, Deissmann llegó a extremos en su postura denigratoria de la calidad de la literatura neotestamentaria, admitiendo sólo en Hebreos una elevación literaria. Llega al punto de decir que Pablo «no escribió epístolas, sino cartas». Pero ante esta gratuita afirmación se levantan las Epístolas a los Romanos y a los Efesios. Aunque es cierto que Pedro y Juan no poseían una cultura literaria (cp. Hch. 4:13), no se puede decir lo mismo de Lucas y Pablo. No se les puede reprochar que no usaran la lengua ática. Ésta no era necesariamente superior. En los elocuentes pasajes de Pablo se halla un ritmo (cp. 1 Co. 13, 15) nacido no de la conformidad a las reglas de la retórica, sino de un alma que siente y vive profundamente lo que está expresando. No se puede negar la calidad literaria de Lucas y Pablo sin estrechar indebidamente el sentido del término «literario». Así, vemos en el NT a Dios usando a distintos tipos de hombres, en su providencia y conocimiento previo, para distintas funciones a realizar en diferentes estilos. Frente a las valoraciones drásticas de Deissmann se levanta la valoración de Milligan.
Deissmann, sin embargo, hace una positiva aportación, al identificar muchas de las palabras «bíblicas» y «eclesiásticas» como pertenecientes al uso común de la época («Bible Studies» y otras obras). Ejemplos de estos términos que se habían considerado peculiares del NT son: «apóstolos», «baptismós», «pároikos», etc. En el «koinë» aparece también la característica del griego del NT a formar palabras compuestas con una y dos preposiciones prefijadas (p. ej.: «antapokrinomai», «sunantilambanomai», etc.).
Es innegable, sin embargo, una cierta influencia semítica en algunos de los escritos del NT; la tendencia a rechazar una característica como semítica debido a que se halle en los papiros egipcios no tiene en cuenta el influjo judaico en la formación del lenguaje «koinë» de Egipto, con una abundante colonia judía helenizada.
En un artículo de poca extensión es imposible tratar de una manera mínimamente adecuada toda la temática de las características literarias de los escritos del NT. Baste señalar que se considera Hebreos como el escrito de mayor corrección. Lucas y Pablo se entrevén hombres de cultura y capacidad, libres de artificiosidad. En Pablo, se adivina el bilingüe. Mateo usa el lenguaje con corrección y dignidad, aunque con una cierta monotonía. En Marcos se ve a un narrador más preocupado por dar expresión y viveza al relato que una expresión encorsetada. El Evangelio de Juan tiene una elevación y dignidad sin par. Se han propuesto diversas explicaciones para dar razón de la diferencia de estilos con Apocalipsis y sus cartas. Entre ellas, que el Evangelio pudo haber sido revisado por los ancianos de Éfeso (cp. Jn. 21:24). Lo mismo sucede con las diferencias entre 1 y 2 Pedro. Esta última tiene un estilo que evidencia el propio estilo petrino «sin correcciones», en tanto que 1 Pedro pudo haber sentido el efecto de la mano de Silvano (cp. 1 P. 5:12). Similarmente, las diferencias de estilo en los diversos escritos de Pablo se pueden atribuir sin ningún género de dudas a su propio desarrollo personal a lo largo de una vida dedicada a la predicación de la cruz de Cristo, siempre enfrentándose con nuevas situaciones y nuevos problemas, demandantes de nuevos énfasis. Se debe tener en cuenta que en el estilo de un escritor, que evidentemente le es peculiar, entran como factores modificadores tanto el tema que trata como el hecho de que el estilo evoluciona con el paso del tiempo y las influencias diversas a que está sometido. En el caso de Pablo, se ha de tener en cuenta la posible interacción con sus amanuenses. Todo ello no hace de menos a la acción del Espíritu Santo en la inspiración, sino que muestra cómo Él se mueve y actúa usando todas las circunstancias para cumplir en todo momento su acción en revelación verbal a los hombres.
Recapitulando, los estudios han llevado a la conclusión de que «el griego bíblico» no es otro, en esencia, que el «griego koinë» que se usaba en la comunicación habitual en el mundo grecorromano desde el año 300 a.C. hasta el 300 d.C.
Ello muestra cómo Dios prepara la dinámica de la historia para llegar a la producción de un vehículo lingüístico admirablemente apropiado para su revelación, con todo su contenido conceptual, que hallamos en el NT.

Bibliografía:
H. E. Dana y J. R. Mantey: «Gramática griega del Nuevo Testamento» (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas, 1975);
F. Lacueva: «Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español» (Clíe, Terrassa, España, 1984);
A. T. Robertson: «Language of the New Testament» en ISBE (Wm. Eerdmans, Grand Rapids, Michigan, 1946);
W. E. Vine: «Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento» (Ed. Clíe, Terrassa, España, 1984).

nom, GROSURA

tip, LEYE TIPO
vet,
Formando la parte más rica del cuerpo de la víctima, debía ser ofrecida a Dios sobre todo lo demás: «vianda es de ofrenda que se quema en olor grato a Jehová; toda la grosura es de Jehová» (Lv. 3:16). Abel ofreció a Dios la grosura de los primogénitos de sus ovejas (Gn. 4:4; cp. Nm. 18:17).
Por la ley mosaica, toda la grosura de los animales sacrificados pertenece a Jehová. Hay una prohibición expresa de comer de ella (Lv. 3:3, 9, 17; 7:3, 23, 25), al igual que sucede con la sangre (aunque la prohibición de comer grasa queda limitada a la ley ceremonial mosaica; no así con la de comer sangre, que se extiende a toda la humanidad, y que no ha dejado de tener vigencia, Gn. 9:3, 4; cp. 15:20, 28-29). Quemada sobre el altar, la grosura era para Jehová un sacrificio de olor grato (Éx. 29:13, 22; Lv. 4:8-10, 31). Evidentemente, con ocasión del establecimiento en Canaán y por la distancia que separaba a la mayor parte de los israelitas del santuario central, se abolió la prescripción de quemar la grosura cuando se trataba de animales dedicados únicamente a su consumo como alimento (Dt. 12:15, 16, 21-24).
En Is. 1:11 se traduce «sebo». En el pasaje de Neh. 8:10, donde se ordena: «id, comed grosura, bebed vino dulce», el término traducido «grosura» no es «cheleb», como en los otros pasajes, sino «mashmannim», lit., sustancias aceitosas, y aparece únicamente en este pasaje en todo el AT. Es evidente que no se refiere a grasa animal. Aparentemente se refiere a comidas deliciosas.
La grosura, en tipología, representa la energía interna del Señor Jesús en su ofrenda de Si mismo a Dios.

nom, GRULLA

tip, FAUN AVES
vet,
(heb. «'Agûr»).
Ave migratoria cuyo grito se asemeja a un cacareo (Is. 38:14; Jer. 8:7). Ave zancuda, es de altos vuelos. Pasa del norte de Europa y Asia hacia el sur en sus migraciones al acercarse el invierno, volando en bandadas en forma de una gran «V».

nom, GUARDIA

tip, FUNC
vet,
Los reyes orientales, verdaderos déspotas que se granjeaban muchos odios, tenían que protegerse continuamente con una guardia personal, más peligrosa que útil si el soberano no podía fiarse totalmente de su lealtad. Por ello, ser miembro de la guardia era una posición muy honrosa.
El capitán de la guardia era un funcionario de muy alto rango. Entre ellos se mencionan a:
Potifar (Gn. 37:36; 41:12);
Benaía (2 S. 23:22, 23; 1 Cr. 18:17);
Nabuzaradán (2 R. 25:8; Jer. 39:9, 10);
Arioc (Dn. 2:14), y otros.
El capitán de la guardia y sus hombres debían aplicar frecuentemente la pena capital a los culpables de delitos políticos o de otras faltas.
En Mr. 6:27 «uno de la guardia» es, en gr. «spekoulatõr», lit., espía. Dentro de cada legión romana había una sección de ellos. En el imperio, estos hombres servían de guardia personal del general, que les hacía llevar mensajes y buscar a los fuera de la ley y a los condenados a muerte.

nom, GUARNICIÓN

tip, EJER
vet,
Cuerpo de guardia; tropas estacionadas en una fortificación (1 S. 10:5; 13:3, 23; 14:1, 4, 6, 11, 15; 2 S. 8:6; 2 Cr. 17:2).
Servían para mantener el poderío político del soberano que establecía estos puestos en un territorio sometido a él.

nom, GUENIZÁ

tip, CONS MANU
vet,
Estancia en las sinagogas donde se depositaban los rollos de las Escrituras ya desgastados por el uso. Después de un tiempo eran enterrados en tierra consagrada para impedir su profanación. En 1896 se descubrió una gran cantidad de estos rollos en la guenizá de la sinagoga del antiguo El Cairo. Una buena parte de ellos pasaron a integrar la llamada colección Taylor-Schechter en la biblioteca de la Universidad de Cambridge. Este hallazgo fue de considerable importancia para los estudios de crítica textual, pues entre los escritos de esta guenizá se hallaba una gran cantidad de manuscritos más antiguos que el códice de Ben-Aser. Alrededor de 120 de ellos llevan la vocalización de la escuela babilónica, mientras que seis tienen la puntuación de la escuela palestina. Otros de los escritos de El Cairo se hallan en la Biblioteca Bodleian Library de Oxford, en el Museo Británico, en la Biblioteca de la Alianza Israelita de París, etc.

nom, GUERIZIM

tip, MONT
ver, GERIZIM
sit, a2, 321, 193
vet,
Ver GERIZIM
La ortografía del nombre de esta montaña no es igual en las versiones castellanas; la Reina-Valera escribe Gerizim; otras, Garicim, Garizim, Guerizim.

nom, GUERRA

tip, TIPO EJER
vet,
La guerra es la consecuencia natural de la presencia del pecado en el mundo, y de la codicia de los hombres y de las naciones por lo que pertenece a los otros (Stg. 4:1-3).
También puede tener el carácter, como en las Escrituras, de un juicio de Dios sobre una tierra por su pecado. Éste es el carácter de la conquista de la tierra de Canaán por parte de Israel, como huestes del Señor, y en su mantenimiento de su tierra, para lo cual tenían instrucciones divinas.
En tipología, la guerra de ellos es figura del conflicto del cristiano contra principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (cp. Ef. 6:10-20). Hay también las guerras contra Israel, en las que Dios utilizó a otras naciones para castigar a su pueblo. Pero Dios siempre da sus propios derechos sobre su propio pueblo y sobre su propia tierra.
Cuando Jehová destruyó el ejército de Faraón en el mar Rojo, fue llamado «varón de guerra», y ésta y otras victorias fueron registradas en «el libro de las batallas de Jehová» (Éx. 15:3; Nm. 21:14). David dijo de Dios: «Quien adiestra mis manos para la batalla» (2 S. 22:35; Sal. 18:34).
Cuando estaban prestos a la batalla, los israelitas consultaban a Jehová (Jue. 20:23, 27, 28; 1 S. 14:37; 23:2; 1 R. 22:6). Si el conflicto no podía ser evitado, invocaban la ayuda de Dios, ofreciendo en ocasiones un sacrificio (1 S. 7:8, 9; 13:12; 2 Cr. 20:6-12; 1 Mac. 3:47-54).
Los paganos recurrían a la adivinación, cuidándose de no salir a la batalla más que en un día que fuera declarado propicio (Éx. 21:26-28). Se enviaban exploradores para reconocer el territorio enemigo, a fin de valorar su capacidad de resistencia (Nm. 13:17; Jos. 2:1, 2; Jue. 7:9-11; 1 S. 26:4). Los prisioneros eran interrogados en busca de información (Jue. 8:14; 1 S. 30:11-15). Antes de la batalla, un sacerdote, o bien el general del ejército, recordaba a los soldados la presencia de Dios. Algunos eran devueltos a sus hogares (Dt. 20:2-9; 2 Cr. 20:14-20; 1 Mac. 3:56; 4:8-11).
Se usaban diversas tácticas: la sorpresa, la emboscada, la huida simulada, el asedio (Gn. 14:15; Jos. 8:2-7; Jue. 7:16-22; 2 S. 5:23). En ocasiones, los campamentos enemigos presentaban a sus campeones (1 S. 17). Las tropas israelitas daban la señal de ataque y de invocación para que Dios les diera su ayuda (Nm. 10:9; Jos. 6:5; Jue. 7:20; 2 Cr. 13:12; 1 Mac. 4:13; 5:33).
Como los otros pueblos de la antigüedad, los israelitas saqueaban el campamento enemigo (Jue. 8:24-26; 1 S. 31:9; 2 Cr. 20:25; 1 Mac. 4:17-23), y en ocasiones daban muerte o mutilaban a prisioneros (Jos. 8:23, 29; 10:22-27; Jue. 1:6; 8:21; 2 S. 8:2). Por lo general, lo que se hacía era reducirlos a esclavitud.
Las fuerzas que asediaban una ciudad cortaban el suministro de agua, y fortificaban su propio campamento, por temor a una salida de los asediados (Guerras 5:2, 3). El enemigo levantaba terraplenes, y disponía sus arietes contra las puertas de la ciudad (2 S. 20:15; Ez. 4:2; véase ARIETE), hostigándose a sus defensores con honderos y arqueros. Con ayuda de escaleras puestas sobre los terraplenes elevados, que en ocasiones llegaban a la mitad de la altura de los muros, se escalaban éstos (Jue. 9:52). Arqueros apostados sobre las torres de asedio y desde el suelo acribillaban a los asediados, que se defendían con flechas, piedras, antorchas encendidas (Guerras 5:2, 2 y 4; 6:4; 11:4; 2 Cr. 32:2-5; 2 S. 11:21, 24; 2 Cr. 26:15; 1 Mac. 6:31). La caída de una ciudad entrañaba su destrucción y la matanza de sus habitantes, sin respeto a la edad ni al sexo (Jos. 6:21, 24; 8:24-29; 10:22-27; 2 R. 15:16). La victoria se celebraba con cánticos y danzas (Éx. 15:1-21; Jue. 5; 1 S. 18:6; 2 Cr. 20:26-28; 1 Mac. 4:24).
Sigue habiendo guerras en la actualidad, perfeccionándose cada día más los instrumentos de muerte. El corazón de una humanidad a espaldas de Dios no ha cambiado, lo que acarreará los duros juicios que desembocarán en la venida del Señor para imponer su reino. Israel, establecido en la tierra en incredulidad, está siendo perseguido por sus enemigos. Llegará el día en que el mundo se unirá en Armagedón para presentar batalla en el gran día del Dios todopoderoso (Ap. 16:14, 16). El Señor reinará hasta que haya puesto a todos sus enemigos por estrado de sus pies. Después seguirá el periodo en el que no se aprenderá más a hacer la guerra, cuando los instrumentos de guerra serán convertidos en aperos de labranza, y el Príncipe de Paz reinará sobre toda la tierra (Mi. 4:3).

Bibliografía:
R. V. G. Tasker: «La ira de Dios» (Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona, 1971).

nom, GUSANO

tip, FAUN REPT
vet,
(a) Término heb. que designa a todo tipo de animal invertebrado reptante: «tõlë'ãh» y «tõla'ath»; gr. «skõlëx».
Ataca:
a los vegetales, vid, etc. (Dt. 28:39; Jon. 4:7);
al maná durante la noche (Éx. 16:20);
a los cadáveres (Is. 14:11; cp. Is. 66:24 y Mr. 9:48),
a los intestinos de alguien, provocando su muerte (Hch. 12:23).
El ser humano, débil criatura, es comparado con un gusano (Jb. 25:6; Is. 41:14). El Señor lo usa proféticamente, como indicación de lo hondo de su humillación en su muerte; «Mas yo soy gusano, y no hombre» (Sal. 22:6).
(b) Heb. «rimmãh», término colectivo que implica a la vez la putrefacción y los gusanos que se desarrollan (Jb. 21:26; 24:20; Is. 14:11; Éx. 16:24).
Este término designa al hombre en Jb. 25:6.